El Grito Federal expuso aún más el desaguisado opositor en Córdoba
La foto conjunta de Llaryora y Schiaretti junto a gobernadores de la UCR y el PRO, en el marco de la presentación de una oferta electoral, encendió con más fuerza la feroz interna que se desató en Córdoba y que arrojó novedades ayer. Los costos de la haraganería.
Por Gabriel Silva
Las evidentes complicaciones que arrastran el radicalismo y el PRO en Córdoba, y que ayer repasó Alfil al analizar la complejidad del escenario para los restos de Juntos por el Cambio, tuvieron en las últimas horas más factores para agregar a esa crisis sin piso. En el orden cronológico, como también lo contó este diario, varios radicales que estaban en el apurado Zoom del congreso partidario en la noche del miércoles vieron por los noticieros las imágenes del gobernador Martín Llaryora junto a su antecesor, Juan Schiaretti, ingresando a la Casa de Chubut para una reunión conjunta que no terminó sólo en la foto.
El acuerdo electoral sellado por los cordobesistas junto a otros gobernadores entre los que estaban el radical santafesino Maximiliano Pullaro y el hombre del PRO en Chubut, Nacho Torres, no hizo más que abrir la llaga de estos partidos en Córdoba. Que, además y en el arranque de la jornada de ayer, tuvieron novedades en torno a los conflictos internos.
Al radicalismo, el juez Miguel Vaca Narvaja se cansó de pedirles diálogo y consenso, de los pataleos de uno y otro bando, y los mandó a dirimir diferencias -y candidatos- en una interna. Y en el PRO, la guerra por el sello y la lapicera tuvo nuevamente un enfrentamiento entre el espacio de Soher El Sukaría y el de Oscar Agost Carreño con el Consejo Nacional del partido como teatro de batalla.
De todas maneras, al margen de las vicisitudes y la analogía que uno pueda trazar en sendas fuerzas; hay una diferencia que radica principalmente en la haraganería que demostraron, además de la mala praxis, los deloredistas para revertir e imponer condiciones que le aseguraran al diputado salir indemne de esto. Y reivindica, al mismo tiempo, el oficio de la política tradicional, la rosca, como dijo en su momento Emilio Monzó.
A De Loredo no lo cuidaron ni los propios. Lo expusieron a un papelón que el propio De Loredo avaló desde la arrogancia con la que se impregna el entorno de aquellos que cuentan victorias que nunca ocurrieron. La vagancia para afrontar un proceso interno, que luego se replicó en la mala praxis jurídica/política a la hora de interpretar la vida partidaria, emparentan al diputado con aquellos que le antecedieron y se acostumbraron a las designaciones por dedo o a ver la manera de engancharse en la lista taquillera de turno.
No hubo, al menos por ahora, Inteligencia Artificial ni contenido en redes sociales que ayuden al jefe del bloque radical en Diputados a salir de esto. Correr hacia adelante para llegar a la bifurcación que lo obligue a elegir entre dar la pelea adentro u optar por un casillero en la lista libertaria sin corset. Casi una prunottización pero, en lugar del cordobesismo elige el vértigo libertario.
Para peor, la foto de sus rivales cordobeses con Pullaro y la decisión del santafesino, enfrascado en su objetivo de reelección reforma constitucional mediante, no ayuda al discurso deloredista. El nuevo referente nacional de la UCR le da valor y ensalza el manual del cordobesismo con un acuerdo electoral que él mismo apuró la semana pasada en Córdoba; y deja casi huérfano a De Loredo y su entorno.
Tal vez, sea ésta la discusión que deba dar la UCR cordobesa. Tantos años insignia del radicalismo nacional, en el último tiempo no hizo más que convertirse en la filial cordobesa de padrinos con despachos afuera. Entonces, la pelea la dan de acuerdo con lo que en su momento querían Lousteau y Yacobitti; más acá el correntino Gustavo Valdés, el mendocino Alfredo Cornejo o el santafesino Pullaro. Desnudando así una severa crisis de identidad de la que también se aprovechó el peronismo.
Y que, para peor en el elenco de radicales y amarillos cordobeses, puede tener más capítulos si el acuerdo nacional se plasma como creen algunos en cada distrito de los firmantes. Así, el grito federal, el esquema nacional de centro que ahora contiene a Llaryora y Schiaretti, aún no exhibe resultados, pero, al menos en Córdoba, ya genera inquietudes.
Te puede interesar
Desde las sombras, Bullrich apoyó ruptura bloque PRO para acotar a Macri
Se partió el bloque del PRO en la Legislatura de Córdoba. Botta abrió bloque propio y el recién asumido Agost Carreño se quedó con el oficialismo con apoyo de Bullrich desde Buenos Aires.
Dirigentes de San Justo almorzaron con De Loredo para planificar hacia 2027
El dirigente radical reunió en Córdoba a varios referentes de la UCR para anunciarles su bandera de largada de campaña propia. El mensaje fue claro: empieza a recorrer la provincia y pide que lo acompañen para instalar su candidatura.
Bornoroni muestra poder y ubica a Roca en la Magistratura (Karina)
La hermanísima presidencial primereó en el organismo que designa y castiga a los jueces federales. Roca es el primer legislador nacional libertario puro que ingresa al Consejo. El Panal dice que ya sabía de la novedad.
Aprobaron la Procuraduría Penitenciaria sin jefe vitalicio
La Legislatura de Córdoba aprobó la creación de la Procuración Penitenciaria Provincial, un nuevo organismo autónomo bajo la órbita del Poder Judicial. Impulsado por la legisladora Nadia Fernández, su función principal será controlar el funcionamiento de las cárceles y otros lugares de detención.
Reforma Laboral: sin apuro, el Panal calibra el impacto de sus votos
Los referentes del cordobesismo en el Congreso rechazan la posibilidad de un “tratamiento exprés” del Gobierno nacional y empiezan a ordenar su posición: sin quita de derechos, pero reconociendo la necesidad de actualizar normas. Analizan cómo impacta la reforma en el interior productivo.
Con una estructura vitalicia, Llaryora camufla crisis penitenciaria
El oficialismo aprobará hoy la creación de la Procuración Penitenciaria de Córdoba. El objetivo, tutelar los derechos de los presos. En los próximos días, el Ejecutivo enviará los pliegos con los siete candidatos cuyos cargos serán inamovibles y cobrarán como un vocal del TSJ. Críticas opositoras.