La historia con voz propia

J.C. Maraddón

A los 58 años, Cristina Bajo consideró que había llegado el momento de concretar un sueño al que había venido postergando: publicar una novela histórica en la que pudiese volcar su natural talento para la escritura, pero además sus sesudos estudios sobre los acontecimientos del pasado. Cualquiera hubiese pensado que se trataba de uno de esos caprichos que suelen experimentar quienes, llegados a la madurez, intentan encauzar esa vocación que los embargaba de jóvenes y a la que fueron posponiendo para asumir las responsabilidades que la adultez impone y que muchas veces terminan condicionando el camino a recorrer.

Sin embargo, “Como vivido cien veces” excedió en mucho lo que podía esperarse de una narradora inédita que había esperado tanto tiempo para dar a conocer su primer título. El sello local Ediciones del Boulevard fue el responsable de trasladar ese relato a las vidrieras de las librerías en 1995, con un éxito inmediato que sorprendió a propios y extraños. No era habitual hasta ese entonces que un autor cordobés batiera récords de ventas, y Cristina Bajo estaba forzando una reimpresión tras otra a medida que los ejemplares se agotaban, en un fenómeno editorial del que no se tenían antecedentes.

Estaba claro que no se trataba de una escritora promisoria, sino de una que se había formado puertas adentro durante décadas, hasta que cuando salió de su ostracismo se hicieron evidentes sus cualidades literarias; aquella novela se transformó en un inesperado best seller. Lógicamente, tras esa irrupción sobrevino la continuidad de la que ella nombró como “saga de los Osorio”, sobre las idas y venidas de una familia de la Córdoba de la primera mitad del siglo diecinueve, con una precisa ambientación que respetaba a pies juntillas los sucesos y costumbres de la época, recogidos de ensayos, archivos y otros materiales de consulta.

Se agigantaba de ese modo la visibilidad de un género en el que las mujeres iban a ser fundamentales como autoras, como lectoras y como protagonistas de esas tramas donde abundaban las heroínas, en reemplazo de la clásica épica masculina que durante siglos había sido predominante. Cristina Bajo lleva ya una treintena de volúmenes publicados y ha recibido numerosos premios por su labor, pero además esa categoría de ficción histórica en la que ella ha brillado es hoy por hoy una veta inagotable que el mercado editorial ha sabido fomentar a partir del trabajo de escritoras de gran fama.

Al cumplirse en este 2025 el trigésimo aniversario de la aparición de “Como vivido cien veces”, se ha organizado una actividad conmemorativa que tendrá como marco la nueva edición de la Feria del Libro Córdoba. En las carpas ubicadas en la Plaza de la Intendencia y el Paseo Sobremonte tendrá lugar la infinidad de propuestas que se desplegarán desde el próximo fin de semana, entre las que el espacio Babilonia Literaria promueve la denominada #Bajofest, que se realizará el domingo a las 17.30 en la Carpa Azul Julio Carri Pérez, con juegos y concursos dirigidos a los fans de la saga de los Osorio.

Si tenemos en cuenta que, entre las consignas tras las que se encolumnan esta vez los curadores de la Feria del Libro, se cuentan la revisión del pasado para construir el futuro y la reivindicación del humanismo, nada mejor que rescatar esa novela que 30 años atrás reconcilió a los cordobeses del presente con aquellos que habitaron estos parajes hace un par de siglos. Al representar “Como vivido cien veces” un hito en la evolución de nuestra industria editorial, se hace necesario reivindicar ese libro y, por supuesto, a su autora, que tuvo la valentía de romper con los prejuicios para asumir su propia voz.