Cultura Por: J.C. Maraddón31 de octubre de 2025

Ceremonias trascendentes

En su libro “Siempre en los conciertos”, Néstor Pousa ha desglosado a lo largo de 40 capítulos sus críticas a recitales y festivales en la década que va de 2008 a 2018, puntualizando detalles que el tiempo empieza a borrar de la memoria, como por ejemplo aquellos sitios donde alguna vez asistimos a espectáculos inolvidables.

J.C. Maraddón

 

El latido cultural de una ciudad se manifiesta casi siempre por los lugares donde se escenifican esos acontecimientos, recintos de distinta laya por cuyos escenarios desfilan figuras locales, nacionales e internacionales que cautivan al público y transforman sus conciertos en experiencias inolvidables. Ya sean pequeños espacios o estadios de gran capacidad, cada uno de ellos representa para la gente el recuerdo de una velada que ha atesora en sus remembranzas, porque pudo asistir a una presentación de su intérprete favorito o porque descubrió un músico que no le era tan afín y que terminó dando la nota con su performance en vivo.

Desde un pasado lejano, Córdoba ha tenido y tiene innumerables sitios de estas características, que han impreso su marca en el devenir urbano y que son asociados a las gratas circunstancias vividas bajo su techo por generaciones de espectadores. Si los agrupamos según su género, podemos hablar por ejemplo del Sargento Cabral en el cuarteto, Casa Babylon en el rock y el Comedor Universitario en el folklore, como vértices alrededor de los cuales se teje una escena determinada. En otros órdenes, teatros oficiales como el Libertador, el Real y el de la Ciudad de las Artes cobijan un abanico multicolor de propuestas.

Sin embargo, en el transcurso de los años algunos de esos puntos de encuentro artístico han dejado de funcionar, en un fenómeno que supo provocar la desazón de esos habitués que colmaban sus instalaciones. El Córdoba Sport Club llegó a brillar en ese circuito allá por los setenta, en tanto que el Teatro Comedia atravesó un prolongado periodo de inactividad tras el incendio de julio de 2007, hasta que fue reconstruido y reinaugurado 16 años después. Quizás se valora la significación de tales centros de convocatoria recién cuando desaparecen del mapa ciudadano y su faltante se hace notar.

Hacia fines de 2018, se anunció el cierre de Cocina de Culturas, el centro cultural que ocupaba una moderna edificación sobre la avenida Julio A. Roca, diseñada para albergar la oferta gastronómica que iba acompañada de un espectáculo. Durante siete años, este emprendimiento de la Fundación Electroingeniería en barrio Bella Vista programó actividades de la más diversa índole, que incluyeron shows musicales de artistas de Córdoba y de todo el país. Su persistencia había logrado generar el hábito de asistir a talleres y eventos, entre muchas personas que habían encontrado allí un rincón de esparcimiento.

Durante la pandemia, los interminables meses de cuarentena resultaron fatales para un coloso como el Orfeo Superdomo, erigido en Rodríguez del Busto en el 2002 por el empresario Euclides Bugliotti, como el primero en su especie en una urbe que requería con urgencia un estadio de esas características. Por allí pasó una lista extraordinaria de figuras de la canción, que legó momentos entrañables para miles de cordobeses, azorados luego ante la noticia de que el Orfeo ya no volvería a ser sede de tantas citas con los ídolos, de las que perduran registros fotográficos y fílmicos en los teléfonos.

Leer la mención a esos espacios (y muchos otros) que hace Néstor Pousa en su libro “Siempre en los conciertos”, produce una insólita sensación de nostalgia por aquellos lugares donde fuimos felices. Pousa ha desglosado a lo largo de 40 capítulos sus críticas a recitales y festivales en la década que va de 2008 a 2018, puntualizando detalles que el tiempo empieza a borrar de la memoria. Entre esos ítems que corren peligro de desbarrancar hacia el olvido, están Cocina de Culturas y el Orfeo, donde asistimos a ceremonias que fueron trascendentes para nuestras vidas, tanto como lo han sido para el autor de este volumen.

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