Cada vez menos regional
El flamante lanzamiento solista de Jung Kook, uno de los integrantes del grupo BTS, corrobora el potencial del k-pop, porque su álbum debut “GOLDEN”, que apareció a principios de este mes, se asemeja demasiado a lo que podría ofrecer hoy cualquier estrella pop anglosajona.
J.C. Maraddón
A lo largo de la historia de la música contemporánea, no han faltado las expresiones regionales que, luego de obtener suceso en su país de origen, se han lanzado a la conquista de otros mercados y han conseguido alcanzar ese objetivo. De hecho, si tomamos al rock y al pop como las vertientes sonoras troncales de las últimas décadas, encontraremos en su evolución notorios aportes provenientes de lugares que se hallan a gran distancia de las metrópolis donde se afinca la industria discográfica, pero que a pesar de ello han desarrollado una influencia que cambió el rumbo de todo el negocio.
Tal vez haya sido el reggae el género que se convirtió en una de las fuentes de inspiración más recurrentes del último medio siglo, con una capacidad de persistencia que hasta el día de hoy se detecta en muchas canciones de moda a las que se asimila sin hesitar a ese ritmo caribeño. Desde un punto del planeta tan exótico como Jamaica, esa tendencia fue llevada a las Islas Británicas por los inmigrantes y refrendada en su potencial por Bob Marley a comienzos de los años setenta, cuando Inglaterra se rindió a sus pies y hasta los mismos punks hicieron honor a su sonoridad.
En vez de aquietar sus impulsos para ensanchar las audiencias, el reggae creció, se multiplicó y fue mutando, en un abanico que va desde el hip hop, al que aportó la revolución de los soundsystem, hasta la fiebre por el ska y el dub que se experimentó en el panorama inglés de la era post punk. Pero en los noventa, con la emergencia del reguetón como nuevo fenómeno latino, aquella herencia jamaiquina se revivificó y dio lugar a una segunda etapa en la que sus derivados coparon la música festiva y reinaron en las discotecas globales.
En este tercer milenio, el furor por el k-pop ha sido uno de los acontecimientos más destacados si nos ponemos a relevar cuáles fueron las corrientes surgidas de la periferia musical que terminaron insertándose en el gusto planetario. Sin embargo, esos artistas oriundos de Corea del Sur no han realizado aportes novedosos a lo ya conocido en Occidente, sino que más bien han perfeccionado el envase de sus productos y los han unificado bajo una marca (o categoría) que ya ha cosechado aceptación y que por eso encuentra oídos permeables a sus propuestas, casi siempre presentadas a través de formaciones numerosas de chicas o chicos.
El flamante lanzamiento solista de Jung Kook, uno de los integrantes del grupo BTS, corrobora tales generalidades, porque su álbum debut “GOLDEN”, que apareció a principios de este mes, se asemeja demasiado a lo que podría ofrecer cualquier estrella pop anglosajona. De hecho, entre los créditos del disco aparecen los nombres de invitados como Shawn Mendes, Jack Harlow, Latto, Major Lazer o DJ Snake, además de anotarse Ed Sheeran como coautor de “Yes or No”, todos ellos reconocidas figuras de los últimos diez años, con antecedentes hiteros de ventas superlativas en los mercados universales.
Este respaldo de notables y la eficacia de “GOLDEN” en los charts, confirma que la embestida va en serio y que este despegue en solitario de uno de los más jóvenes miembros de BTS podría aventajar a los que ya protagonizaron algunos de sus compañeros y tendría como resultado la aceptación del k-pop como algo que va más allá de una moda. Quizás no llegue a ser tan influyente ni tan perenne como el reggae, pero es un emergente en poderosa expansión que, al entrar en contacto con este lado del mundo, se ha mostrado proclive a dejar una huella más que atendible.
Te puede interesar
Córdobers: Caras y caretas cordobesas
Para tender el final a esta serie de notas sobre la figura de un dandy, y un tipo bien argento de cuna cordobesa, se incluyen algunos nombres más de la “galaxia Payo”, y las últimas hojas del almanaque de su vida.
Grandes y pequeñas plazas encendidas
Lugares emblemáticos asociados a festivales, anfiteatros, plazas, incluso patios pueden ser fuentes de alegría. Si es verano, mejor bajo la noche.
Córdobers: Caras y caretas cordobesas
Las distintas capas del personaje que nos retiene en esta serie se descubren a través de citas que lo retratan, lo sitúan, lo explican y también lo revelan. Nos enseñan el cénit de noches desveladas de champán en el circuito de “notables” y bohemios.
Donde suena el verano
Festivales grandes y pequeños traman una oferta musical en diversos destinos vacacionales de Córdoba, este fin de semana. Hoy sobresale Jesús María y mañana, en la capital, se afianza el festival internacional Bum Bum.
Comienzo de obra y previa de un festival
Una obra artística se inicia en una muestra de La Casona Municipal, con Fer Vélez a cargo. Allá en Jesús María, en el Anfiteatro José Hernández, ya resuenan voces anticipando la doma y el folklore.
Caras y Caretas cordobesas
A partir de la entrevista publicada por el semanario de nuestra referencia, y otras fuentes, se pueden seguir conociendo las facetas del “Payo”, un personaje cordobés en Buenos Aires y en París, rodeado de anécdotas y leyendas.