La gobernabilidad se construye en todos lados

Por Gabriel Silva

El gesto que se logró con la imagen prácticamente inédita en los últimos años de todos los gobernadores junto al Presidente deja en evidencia el reseteo institucional que, al menos en las formas, comienza a caminar. Se verá luego cómo impacta y si se traslada o no a las cuestiones de fondo, o a cuántas de las mismas.

Sin embargo, más allá de ello, es imposible soslayar la intención de un debate horizontal que se logró ayer con la asistencia perfecta de los mandatarios provinciales a Casa Rosada para el encuentro con Javier Milei. Y ponerlo en perspectiva de lo que pueda llegar a ser, sin temer por esto a pecar de utópicos, un mojón para intentar romper con las diferencias que gobernaron hasta no hace mucho aquellos que cultivaron la grieta.

Fue un encuentro de necesitados, es cierto. Políticas y de las otras, esas que se resumen en términos económicos pero que resultan mucho más amplias. Lo cierto es que el mensaje del ministro del Interior, Guillermo Francos, como así también de los gobernadores que estuvieron en la conferencia de prensa, dentro de los que se encontró el propio Martín Llaryora, invitan a una discusión que debe ser más madura de la convivencia que se heredó de la puja entre el kirchnerismo y Juntos por el Cambio.

Es real cuando se habla de un agotamiento de la sociedad hacia ambas marcas, a los respectivos sellos y también a los rostros por delante y detrás de esas coaliciones.  La reconfiguración política tiene entre sus símbolos el hartazgo hacia ese modelo de construcción binaria.

Por lo que, entre lo mucho que queda por descifrar está cuánto de ese respaldo de los gobernadores a Milei –y viceversa- tendrá resultados reales en el corto plazo para empezar a encontrar síntomas de que no todo es ajuste. Que se deben explorar en simultáneo respuestas y gestos hacia el sector productivo para que sea suficiente el pronóstico de ‘pasar el verano’.

Ya que el impacto real del ajuste, lo único que por ahora pretende coparticipar Milei, mostrará su verdadera magnitud en marzo cuando los subsidios a energía y transporte sean historia y el bolsillo acuse recibo de esa ausencia, al igual que con el retorno del pago de Ganancias. Principal costo político que ayer la Nación buscó socializar y que tiene su principal argumento en lo económico.

De manera linealmente inversa a lo que sucede con el otro pedido del Presidente a los gobernadores: el respaldo legislativo para derogar las Paso. Acá, las razones son económicas, pero el trasfondo real es político y la debilidad de mandatario nacional sin gobernadores propios ni peso legislativo en el Parlamento.  

El efecto Córdoba

Mientras esa gobernabilidad empezó a dibujar los primeros palotes en la siesta de ayer en Balcarce 50 a la espera de cómo responden las provincias con los votos políticos que necesita Milei, esos que salen del Congreso; en Córdoba, una porción opositora aún no se actualizó a los tiempos que corren y sostiene el estandarte de la grieta.

Al igual que el kirchnerismo en Diputados y el Senado que acomoda el cuerpo para ver cómo se opone a todo lo que proponga Milei porque sí. Acá, parte de Juntos por el Cambio cordobés hace contorsionismo para rechazar la ley de Seguridad en la Unicameral que impulsa el oficialismo y que se tratará hoy en el recinto.  

Con razones tan ambiguas como ingenuas, y con el solo objetivo de obturar una gestión desde el arranque, algunos en la Legislatura priorizan su rol opositor frente a la posibilidad de dar una respuesta a la sociedad en un tema sensible como la inseguridad.

Motorizados por un sector del radicalismo que acumuló poder partidario en las últimas semanas y se muestra angurriento para ir por más. Calificados de voraces incluso por otros radicales con los que comparten bloque y que hasta se animan a compararlos con los K.

Sería maduro, un respaldo con condicionamientos, sin concesiones que se asemejen a un cheque en blanco. Más bien, a un plazo que podrá ponerse la sociedad en su conjunto para determinar, quizá en algunos meses si esta fue una solución verdadera o no. Caso contrario, también desde aquí ese grosero error será señalado.