Nacional Por: Redacción Alfil19 de septiembre de 2024

La clase media se descascara y crece la base de la pirámide

El sector medio representa el 39% de la pirámide socioeconómica y tiene ingresos familiares promedio de $1.760.092 y $881.748. La Argentina ya lleva más de una década con 30% de pobreza estructural.

Según la consultora Moiguer, en 2024, la "clase media" recortó significativamente los gastos generales comparado con 2023: el asado uno de los consumos más afectados Hoy la "clase media" representa el 39% de la pirámide socioeconómica y tiene ingresos familiares promedio de $1.760.092 y $881.748. El fenómeno que se produjo es el ensanchamiento de la base de la pirámide, cada vez hay más pobres. La Argentina ya lleva más de una década con 30% de pobreza estructural, el resto está integrado por quienes se cayeron del escalón medio.

“Por sueldo, muchos argentinos que se consideraban de clase media, ya saben que cayeron en la pobreza. Hay muchos hogares que no les alcanza el presupuesto para cubrir todos los gastos. Culturalmente la definición de clase media se construye por el nivel de estudio y tipo de empleo del principal sostén del hogar, aún sigue teniendo un pensamiento distinto al de la clase baja. La clase media es el sector más afectado por el cambio de modelo, señaló Martín Eandi, director del área de investigación de la consultora.

La consulta fue qué gastos generales tuvo que recortar o eliminar en 2024 respecto al 2023. El 91% respondió que tomarse un taxi o auto de aplicación; 85% salidas en pareja/familiares; 83% compra de primeras marcas de alimentos; 75% actividades deportivas y 68% servicios de streaming.

El 66% recortó o eliminó el uso de auto/moto; 59% servicio de celular; 55% medicina prepaga y hasta un 54% redujo el uso del transporte público por la suba del precio de los pasajes.

Desde Focus Market, Damián Di Pace plantea que hoy la clase media “vive con un pie en la ilusión de ser de clase media y con el otro en la realidad de la pobreza. Camina sobre el descenso de su calidad de vida. En el fango de la mediocridad. En el esfuerzo y trabajo duro que no le retribuye beneficio en una sociedad que durante mucho tiempo premio la anti-meritocracia".

Según el trabajo de Moiguer, 49% de la clase media ajustó los gastos de internet; 48% mermó o dejó de comprar medicamentos y 41% disminuyó o eliminó gastos en los colegios de sus hijos (o lo cambió de colegio privado a uno más económico o directamente lo pasó a una escuela pública).  Al mirar en detalle a ese 80% que redujo o eliminó los asados con amigos o familiares, se ve que el 43% redujo la frecuencia y el 37% directamente decidió no gastar más en esos encuentros para ahorrar. El sondeo se realizó en el Amba, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Salta en personas de clase media de 16 a 75 años en los meses de julio y agosto.

"Hemos subvertido el futuro de la nación culpando a la clase rica sobre el incremento de la clase pobre y deteriorando las oportunidades económicas de la clase media haciéndola descender a la baja. Mientras el resto de la región en América Latina logró en los últimos 10 años un crecimiento sostenido de la economía convirtiendo a los pobres en un clase social económica ascendente sólo Argentina y Venezuela lograron el proceso inverso", sumó Di Pace.

Focus Market analiza la brecha entre la pobreza y la clase media, que entre julio de 2017 y julio de 2022, registró una mejora para el sector medio con una diferencia del 26% en 2022, el punto más favorable los últimos tiempos. Sin embargo, a partir de esa fecha, la brecha se deterioró, alcanzando una diferencia del 23% en julio de 2024. Este cambio podría indicar que, desde 2022, no solo los precios de los alimentos han aumentado a un ritmo más rápido que el ingreso de la clase media, sino también los costos de vivienda, educación, salud, entre otros.

Desde Moiguer hace dos años que hacen el monitoreo y notan que el cambio de modelo político y económico impactó “muy fuerte” en la economía doméstica. El 52% de los hogares dice que su capacidad de consumo está peor o mucho peor que la del año pasado. El 52% tiene deudas, el 55% usó sus ahorros para gastos del presupuesto cotidiano.

Los argentinos están atravesando un momento de ajuste, con nuevos hábitos de conducta, viven una era en la que se reinventan para que la plata alcance. El 74% de los hogares argentinos admite que debió restringir algún gusto para achicar el presupuesto. El primer gusto que redujeron y abandonaron es el "hacer asado", seguido por "comprarme ropa" y "salir a comer afuera".

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