Brindis, internas y proyecciones; cierre del año político rumbo al 2026

Por Gabriel Marclé

El calendario marca cierre de año, pero en la política local los brindis de fin de 2025 funcionan menos como celebración y más como termómetro. En Río Cuarto, cada espacio suele utilizar las despedidas de año para exhibir músculo, ordenar filas o, en algunos casos, disimular tensiones internas que ya miran de reojo al 2026. Más que copas en alto, este año hubo mensajes y gestos que dejaron pistas sobre el mapa político que empieza a configurarse: un peronismo que surfea entre una gestión municipal desafiante y un PJ en proceso de reconfiguración; un radicalismo que viene de golpes electorales y una renovación que se estira; y una Libertad Avanza empoderada por el respaldo a Javier Milei, con actores que ya piensan en construir el principal frente opositor en la ciudad.

En el peronismo oficialista, alineado con la dupla Guillermo De Rivas–Juan Manuel Llamosas, los encuentros de fin de año parecen tener un tono de cierre prolijo y controlado. Con la gestión municipal como eje ordenador, el mensaje fue de continuidad, disciplina interna y respaldo al esquema que gobierna la ciudad, aunque atravesado por un clima de austeridad que refleja el tiempo de dificultades que cruza a una administración más pendiente de controlar la economía, la seguridad y las urgencias electorales.

"No hay encuentro pactado", le contaron a Alfil sobre la posibilidad de una juntada de fin de año que, de concretarse, escatimará en gestos celebratorios. Aun así, una parte de la dirigencia se anima a alzar la copa para festejar que el Imperio comienza a retomar centralidad en la mesa política del Panal con la llegada de Juan Manuel Llamosas al rol de tercera autoridad provincial.

Sin desafíos electorales inmediatos, el brindis interno funciona como ratificación del liderazgo y, aunque a De Rivas no le resulte prioritario, como señal de aura para que el intendente asuma progresivamente la jefatura del peronismo local en lugar de Llamosas. "El que lidera no anda diciendo por todos lados que quiere liderar", deslizó una voz del PJ que anticipa un eventual recambio de autoridades similar al que se dio a nivel provincial entre Schiaretti y Llaryora.

En paralelo, el nazarismo vuelve a jugar su propio partido, con gestos de autonomía y la intención de sostener identidad sin diluirse, aunque con varios de sus integrantes atentos a una eventual invitación del PJ local para sumarse al brindis junto al derrivismo.

Del otro lado, la oposición no peronista muestra un escenario más fragmentado. El radicalismo, el juecismo y los sectores que coquetean con La Libertad Avanza comparten un denominador común: la falta de síntesis.

Los radicales tienen pendiente una juntada en la sede partidaria donde reiterarán el mensaje de reconstrucción que vienen ensayando desde hace tiempo, especialmente luego de unas legislativas que hicieron temer por el futuro de una alternativa boina blanca con aspiraciones de volver a gobernar la ciudad. El quiebre del espacio hoy está atravesado por el acercamiento de Gabriel Abrile a los libertarios, una dinámica que llevó a cerrar 2025 no solo con un bloque de concejales reducido, sino también fracturado.

El juecismo, con Pablo Benítez buscando destacarse entre los neo libertarios, también forma parte de ese cierre de año. Días atrás, el espacio recibió un mensaje especial de Luis Juez, quien les pidió "ponerse las pilas porque Dios nos va a dar la posibilidad de gobernar esta provincia". En ese contexto, el juecismo trabajará para posicionarse como la punta de lanza de la oposición que más incomode al peronismo.

Con brindis opositores que llegarán entre el fin de semana y los días previos al 31, cada frente expone más preguntas que certezas: disputas por la conducción, miradas cruzadas sobre el rumbo a seguir y un debate abierto sobre hasta dónde conviene acercarse al fenómeno libertario.

En ese tablero, La Libertad Avanza aparece como el actor que llega al cierre de año con menos dudas y mayor proyección. Con aval electoral reciente y nombres que ya se muestran dispuestos a disputar liderazgo desde 2026, el espacio libertario utilizó los encuentros de fin de año para dejar en claro que no se trata de una moda pasajera, sino de una fuerza que busca consolidarse en el escenario local. Laura Soldano emerge como la figura más visible de un plantel mileísta que, en el corto plazo, no solo aportará al proyecto que busca poner al primer gobernador libertario de Córdoba, sino que también proyecta con la mirada puesta en el Palacio de Mójica.

Se vienen días que seguramente mostrarán a los dirigentes entre copas, discursos y selfies. Señales de que Río Cuarto cierra el año político mostrando algo más que balances y deja a la vista tensiones, alineamientos y apuestas que comenzarán a jugarse con mayor intensidad en el próximo ciclo.