Mientras ya se empieza a discutir qué pasará con los subsidios, un trabajo muestra que las facturas del AMBA acumulan un atraso promedio superior al del resto del país.
Nacional 23 de noviembre de 2023
Redacción Alfil
En medio del ajuste que ya el presidente electo Javier Milei adelantó que realizará -y en el que todos los economistas coincidían, cualquiera fuera el ganador del balotaje- aparecen los subsidios energéticos. En Córdoba, como en todo el interior del país, se pagan tarifas eléctricas más altas que en el AMBA. El último informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (UBA-Conicet establece que a octubre, el atraso tarifario en las facturas del AMBA es de 67% para los N 1 (ingresos altos), 407% para los N2 (ingresos bajos), y 299% para los N 3 (ingresos medios).
Sin impuestos ni descuentos, por 300 Kw/hora un cordobés del segmento N1 (pagan 100% de la tarifa) abona $14.454. Por ese monto ocupa el tercer lugar en el ranking que incluye a las tarifas de las principales empresas del país, detrás de Neuquén ($23.376) y de Misiones ($16.870). El promedio nacional es de $12.430 y el AMBA queda al final de la tabla con $8.373 para los usuarios de Edesur y de $8.392 los de Edenor.
Si el análisis es sobre los clientes de ingresos bajos (N2), Córdoba está en el décimo lugar con $5.614. La tabla tiene a la cabeza nuevamente a Neuquén con $10.598, seguida de Río Negro, San Juan, Misiones, La Pampa, Puerto Madryn, Jujuy, Tucumán y Santa Fe. En este caso, el último lugar es para La Rioja, con $1.725. El promedio país es de $4.869.
Para el segmento medio (N3), Córdoba vuelve a queda décima con $6050, mientras que el promedio país es de $5.248. En el primer lugar se repite Neuquén y en el último vuelve a estar La Rioja, con $10.779 y $2078, respectivamente.
En el acumulado a noviembre, los subsidios reales cayeron 17,5% respecto del mismo período del 2022, explicados por una reducción real en transporte del 7,4%; en energía del 19,9% y en agua del 40,6%.
Según se establece en la Resolución 884/23 de la Secretaría de Energía, que aprueba la Programación Estacional de verano para el Mercado Mayorista Eléctrico, el Precio Estabilizado de la Energía (PEE) entre el 1° de noviembre de 2023 y el 30 de abril de 2024 alcanza los $20.460 por MWh en noviembre-enero y $ 24.711 en febrero-abril para los hogares N 1, mientras que para los hogares N 2 y N 3 es de $/MWh 2.981 y $/MWh 3.756 durante todo el periodo.
En la actualidad, los hogares de ingresos bajos y medios pagan el 15% y 18% de la tarifa, respectivamente. Sin embargo, según se desprende de la Resolución 884/23, en el trimestre febrero-marzo-abril los hogares N 2 y N 3 pasarán a cubrir el 12% y 15% del costo de generación eléctrica en ausencia de incrementos en el precio estacional. Los usuarios N 3 aumentarán el tope de subsidios de 400 kwh a 650 kwh entre diciembre y febrero en las provincias de Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, La Rioja y San Juan y en algunas regiones determinadas de Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe. Los cordobeses fueron incluidos en plena campaña electoral después del reclamo del Gobierno local.
Según el trabajo del IIEP, los costos de todo el sector eléctrico (incluyendo industrias, comercios, grandes usuarios, etc.) fueron cubiertos en 68% por la tarifa. Esto se dio por una baja en los costos estacional de generación del 22% entre septiembre y octubre.
La segmentación de subsidios implica un calendario de incrementos para los hogares de altos ingresos que se ajusta con el costo de generación eléctrica. Sin embargo, no sucedió lo mismo para el resto de los usuarios residenciales.
El virtual congelamiento de tarifas desde mayo, en conjunto con la aceleración de la dinámica inflacionaria, implicó que se acumule atraso tarifario no solo por el concepto energía sino también por lo correspondiente al Valor Agregado de Distribución (VAD) para el AMBA. En este sentido, las facturas eléctricas del AMBA presentan, a octubre, un atraso tarifario del 67% para lo N 1, del 407% para los N 2 y del 299% para los N 3. “Estos valores, con la dinámica inflacionaria actual, tienden a empeorar particularmente para el VAD ya que se utiliza para su cálculo distintos índices de precios y salarios”, subraya el reporte.
Tanto la factura promedio de energía eléctrica como la factura promedio del servicio de gas natural del AMBA se “han reducido en términos reales desde diciembre de 2019”. La promedio de energía eléctrica para los usuarios del Nivel 2 (bajos ingresos) y nivel 3 (ingresos medios) cayeron en términos reales un 44% y 38% respecto de la factura pre-segmentación respectivamente mientras que en el caso de los N 1 la recomposición desde la pre-segmentación (a pesar de la caída real a partir de junio de 2023) fue del 110%.
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