A la cama con el peronismo

Milei sigue dando a conocer su gabinete, que es cada vez menos libertario y más justicialista, con las consecuencias que eso supone

Nacional 04 de diciembre de 2023 Javier Boher Javier Boher
2023-12-03-milei_menem

Por Javier Boher

[email protected]


Nadie puede negar que el peronismo es una muy eficiente máquina de poder. Siempre está persiguiéndolo, obsesionado por conseguirlo y ejercerlo. No buscar cualquier tipo, sino específicamente el poder político, el que se necesita para articular al poder económico y ponerlo al servicio de la conducción de la sociedad.

Esa premisa le permite al peronismo tener múltiples versiones, donde altera la cantidad de Estado y Mercado que lleva la mezcla. De ese modo se puede tener un Menem neoliberal o una Cristina Kirchner de hiperintervencionismo. Ni hablar de los peronismos provinciales, que pueden pasar de resolver disputas o beneficiar a los grupos empresariales dominantes a ser socio o dueño de los principales sectores económicos. La plasticidad es un valor fundamental para conseguir y retener el poder político.

Casi todos los partidos buscan el poder, pero algunos se conforman con ser portavoces parlamentarios de quienes los sponsorean, como se ha hecho costumbre en cierto partido centenario que se autopercibe garante de la república. El peronismo no está cómodo en ese lugar, sino que se ve por encima.

Esa obsesión por el poder los pone creativos o innovadores. Ninguno pierde su oportunidad para intentar llegar a la cúspide de la jerarquía, sin importar el camino que deba usar. Para los realistas el pragmatismo es el valor supremo de la política, de lo cual el justicialismo supo hacer una razón de ser. En los últimos años parecía haberse olvidado de ello, quizás aburguesado por los años de vacas gordas que les hicieron creer que el éxito había llegado por consignas ideológicas.

El fracaso de Sergio Massa al frente del ministerio de economía sepultaron todas las chances electorales del gobierno, que pese a todos los pronósticos se terminó quedando con una primera minoría legislativa bastante cohesionada desde las banderas que dice defender. Pero hay otro peronismo, el que abandonó al kirchnerismo hace unos años, que todavía no había logrado hacer pie. Intentaron juntarse con Cambiemos, pero el fuerte antiperonismo de algunos -que le puso freno a su avance- los condenó a seguir peregrinando en busca de la tierra prometida. Milei parece haber llegado para darles eso.

No hay dudas de que el arco electoral se corrió cada vez más a la derecha desde 2015. Las opciones progresistas se han ido reduciendo cada vez más, lo que pronostica que en algún momento quizás exista la posibilidad de que se unifiquen en una única opción de centro izquierda o se diluyan dentro de algún frente de centro que quiera ser todo sin llegar a ser nada. Ese corrimiento generó un espacio al otro lado del "tapón radical", ese muro de centro que hace difícil pasar de un lado a otro. En ese espacio creció Milei, que logró aglutinar a todas las formas de derecha que hay en el país y robarse votantes de Juntos por el Cambio por el lado que la coalición creía a salvo.

Ahí empezaron a recalar muchos de esos peronistas huérfanos, que supieron acompañar al kirchnerismo en épocas de abundancia y que con la miseria empezaron a buscar otras playas. Hay viejos menemistas, "peronistas de Perón", antiguos enlaces con el mundo empresarial y un par de personajes de compleja clasificación.

Ese gobierno que está tratando de armar Javier Milei es el reflejo de cómo el peronismo empieza a aprovechar cada oportunidad que se le da. Lo que al principio algunos creían que era el avance de Macri sobre los planes del libertario terminó mostrándose como un error. Si Las Libertad Avanza pudo ganar en provincias históricamente peronistas fue porque hubo muchos peronistas trabajando para que así sea. Son los que supieron leer la situación y anticiparse al cambio de época, quedando otra vez con el poder en sus manos. 

El problema para los libertarios y liberales que se pusieron la campaña al hombro y apoyan a Milei desde su irrupción es que poco a poco van viendo de qué manera se van definiendo los lugares del gabinete sin que se los nombre. Son como los gorditos que iban quedando contra la pared a medida que los que elegían a sus jugadores para el picado decidían saltearlos. Lo que se va conociendo es una elección de nombres que no le trae nada nuevo ni fresco, sino apenas una nuevo etiquetado para un viejo producto. 

Cuando terminó el menemato y el descrédito hizo de las suyas, la sociedad pidió justicia por la corrupción y la mala praxis política que terminó con dos atentados internacionales, un periodista asesinado, una fábrica militar volada y el dudoso accidente del hijo del presidente. Sin embargo, los únicos presos que se le conocieron al menemismo no fueron los del peronismo, sino los que habían llegado desde afuera con sus ideas liberales. Los compañeros supieron zafar de las consecuencias de la ley.

Hay un viejo dicho que reza que quien se acuesta con niños amanece meado. Mi hermana, que siempre eligió desconfiar del peronismo, tiene su propia versión política: "quien se acuesta con peronistas amanece 'abusado sexualmente'", para no usar la expresión cordobesa que completa el cuadro. Milei ya se metió abajo de las sábanas con los compañeros que se han reciclado.

 

Lo más visto
ilustra pailizzi carpintero medina y natali comisiones

El Concejo puso primera: habemus comisiones y primeros chispazos

Gabriel Marclé
Río Cuarto 26 de julio de 2024

Aunque fue el segundo encuentro ordinario del periodo, la de ayer se sintió como la primera con la aprobación de las comisiones y la designación de cargos pendientes. La primera minoría (Primero Río Cuarto) ya tiene prosecretario y propuso representante en el EMOS.

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email