Cavagliatto y Artime forman parte de las vocalías suplentes en el nuevo organigrama del oficialismo en AFA, aunque con objetivos y méritos distintos. Fassi y Talleres, afuera.
El Comité Central de la UCR dio a conocer ayer un fuerte documento crítico con el gobernador Martín Llaryora, y que anoche fue leído en el homenaje al ex presidente Arturo Illia, realizado en Cruz del Eje.
Los radicales denunciaron el “ejercicio feudal del poder del peronismo”. “En poco más de treinta días en el Panal, el gobernador Martín Llaryora ha puesto al descubierto el agotamiento del modelo, y la utilización de un maquillaje distinto para que, en definitiva, nada cambie en Córdoba”, señaló la UCR en un comunicado titulado, precisamente, “Como el gatopardo”.
“Llaryora ha echado mano a un modelo de acumulación política mercantilista que, en la utilización del aparato estatal y sus recursos, quiere demostrar que todas las voluntades se pueden comprar y consecuentemente se pueden vender. No se trata de ideas nuevas, sino de recrudecer la “stalinista” idea de partido único”, acusaron los radicales en torno a la formación del “partido cordobés”.
Además, señalaron que “Llaryora, subido a la ola ajustadora del gobierno nacional y una supuesta complacencia de la sociedad al respecto, ha embestido contra los jubilados y trabajadores públicos, con exacciones directas, haciéndoles pagar el costo de la consuetudinaria impericia para administrar la Caja de Jubilaciones y la obra social cordobesa”.
“El extremo cinismo del gobernador Llaryora –agregaron- culta el mal manejo del sistema de salud pública endilgándole su propia culpa a los médicos del sistema. No ha pasado un año desde que el propio Gobierno les levantara un monumento a los trabajadores de salud de la Provincia, para embestir ahora contra ellos, como si fueran los responsables del evidente declinar del servicio”.
En la UCR observan que el conflicto en el sector de la salud se extenderá al de la educación, “en razón de la persistente política de pauperización de los salarios docentes, que, conjuntamente con los trabajadores de la salud y los jubilados, son siempre la variable de ajuste de los intentos de equilibrio fiscal del Gobierno”.
Asimismo, indicaron que el gobierno no se hace cargo de “que la inseguridad en Córdoba tiene que ver el proceso de putrefacción de un sistema que, sin que quepan dudas, deja a la vista los evidentes lazos entre la delincuencia organizada, las fuerzas de seguridad y el poder político”.
Finalmente, recordaron que “preventivamente y aprovechando la vieja mayoría, el oficialismo provincial dio un duro golpe a las instituciones nucleares de la provincia, y en el caso, al control del dinero público y de todos los cordobeses, con la solapada modificación a la ley de funcionamiento del Tribunal de Cuentas de la Provincia”.
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