Ley Ómnibus con parada en la UNC

Por Francisco López Giorcelli 

El mega DNU presentado por el presidente Milei a días de la asunción en su cargo pretende, por un lado, modificar de un plumazo lo que se construyó con años de discusiones en el poder legislativo esto queda plasmado en la Ley Ómnibus presentada posteriormente. Por el otro, se extiende el presupuesto 2023 hasta este nuevo año, algo que generó muchísima preocupación y malestar entre los rectorados universitarios que se nuclean en el CIN.

La famosa Ley Ómnibus tiene el mismo “espíritu” transformador (que de transformador no tiene tanto) que el dichoso mega DNU. Entre sus más de 600 leyes originales que se modificaban originalmente se encuentra la transformación en sociedades anónimas de las empresas en las cuales el Estado argentino es socio mayoritario, como YPF, ARSAT, FAdeA e incluso los SRT de la UNC, entre tantas otras empresas que generar divisas para el país y prestan un servicio a la sociedad argentina.

Los Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba (SRT) de la UNC, hoy están integrados por cinco medios de comunicación. Pero ¿Por qué son tan importantes los SRT? 

Uno de los fundamentos puede ser que representan el principal grupo de medios públicos del interior de Argentina, con una audiencia distribuida en seis provincias lo que se traduce en un gran canal comunicacional por aire que genera una gran audiencia potencial. Puede ser que en estos términos se entienda la intención de “vender” este gran multimedio que pertenece en un 99,4% a la UNC y un 0,6% a la Municipalidad de Bell Ville.

En otros momentos los SRT cumplieron un fuerte rol extensionista en la Universidad lo que implicó un gran valor agregado para la misma UNC en términos de visibilizar lo que se produce en ciudad universitaria, en tiempos donde no existían las redes sociales y los medios tradicionales concentran la difusión de noticias.

Dentro de la Universidad existen perspectivas encontradas respecto al actual funcionamiento de los SRT y su posible privatización o no teniendo en cuenta dos aspectos centrales (que no son los únicos). El tema presupuestario es un denominador común que es acompañado por el avance de las nuevas tecnologías y las formas de consumo en la actualidad.

En la Casa de Trejo dicen que hay un sector del oficialismo que no descarta, por lo menos, poner en discusión una reconfiguración del funcionamiento del multimedio. Lejos del espíritu noventista de vender por vender entienden, porque ven el presupuesto, que mantener la estructura de los medios que conforman los SRT es una inversión que iguala o supera en algunos casos al presupuesto que demandan otras unidades académicas que también son importantes.

Con una perspectiva más transformadora, entienden que repensar el funcionamiento y la forma de crear contenido también debe ser una prioridad, teniendo en cuenta las nuevas formas de consumo y producción de contenidos es un debate que en la UNC parece tomar más fuerza y que en algún momento se tiene que dar, como una deuda a saldar como lo fue la elección directa.

Es importante tener en cuenta que los SRT ya son una Sociedad Anónima que tiene un esquema de venta publicitaria que choca con la realidad de un medio universitario no comercial lo que genera un conflicto de intereses que claramente no es un impedimento para el funcionamiento del mismo pero que parece poner una traba al momento de contar con más presupuesto.

En este sentido, una fuente cercana al directorio del multimedio le comentó a Alfil que les sorprende que se agregue los SRT a la lista de empresas “en venta”, lo consideran un error ya que el Estado no tiene injerencia en la asamblea de accionistas de la empresa, que ya es una sociedad anónima y no una sociedad del Estado.

Ha sido poco (casi nulo) el pronunciamiento público al respecto de la comunidad universitaria, como si hubiera un termómetro para medir en qué momento poner en discusión la intención de privatizar los SRT. Lo contrario pasa con el resto de la Ley Ómnibus y el DNU en su conjunto que sí recibió el rechazo de la mayoría del arco político universitario que de hecho convoca a la movilización del 24 de enero la cual ya no solo es de la CGT sino que implica a todos los sectores afectados por estos proyectos.

La intención de rechazar de lleno la ley y el DNU hace entender que no hay un acuerdo en la privatización de las empresas que, aunque las saquen de la lista, si el ejecutivo consigue “concentrar” las facultades del poder legislativo puede privatizarlas sin consenso alguno. En este sentido los SRT corren la misma suerte que YPF o ARSAT, por eso la complejidad de la discusión. 

En torno a la marcha del 24 de enero convocada por la CGT se empezaron a ver las primeras señales de las agrupaciones estudiantiles que adhieren a dicha actividad. Es el caso de La Bisagra, algo que desde un primer momento se daba por hecho ya que es conocida la afinidad de esta agrupación con sectores del peronismo K al igual que Sean Eternos, agrupación que preside el Centro de Estudiantes de Cs. Sociales con una filiación política parecida a Bisagra y que también convoca a la movilización.