Desde el municipio descartan que Passerini busque otro mandato

Por Yanina Soria 

Apenas seis meses pasaron del nuevo gobierno municipal. El intendente Daniel Passerini recién comienza a dejar su impronta a la gestión, pero la política electoral ya copó parte de la discusión puertas adentro del Palacio 6 de Julio y el Concejo Deliberante. No porque así lo quiera y ordene el jefe comunal (todo lo contrario) sino porque la realidad misma se termina imponiendo.

Muy prematuramente, el tema de la sucesión municipal comenzó a dar vueltas y a alterar el corral del PJ. Parte de lo que sucede se explica en el hecho de que, desde que ganó la elección en la capital cordobesa, el intendente sabía que su estadía en el Palacio 6 de Julio tenía fecha de caducidad: el 10 de diciembre del 2027. 

Inhabilitado por Carta Orgánica para repetir, Passerini asumió la administración de la ciudad con ese desafío político por delante, mantener el orden en un gabinete con funcionarios interesados en relevarlo en el cargo, y sostener la cohesión de un oficialismo que se nutre con referentes de distintas líneas internas y, por ende, con intereses de juego diferente. 

Y si bien el PJ Córdoba es un partido orgánico y disciplinado y todos tienen en claro que no hay mejor campaña para retener el municipio que una buena gestión, también es cierto que la imposibilidad de proyectarse en la ciudad más allá del ´27, es un punto que atenta contra la capacidad de ordenar hacia adentro del espacio. 

Como sea, apenas corrieron los primeros meses del año y las fichas ya se mueven intensamente en el tablero de la sucesión, aunque a viva voz nadie hable de eso. 

Ayer fuentes oficiales descartaron que el titular del Palacio 6 de Julio vaya a intentar un nuevo mandato municipal modificando la Carta Orgánica; una jugada que muchos consideran demasiado riesgosa en términos institucionales pero que, políticamente, serviría para reestablecer el orden interno, entre otras cosas. Lógico, concebir al intendente cuatro años más en el poder, cambiaría rotundamente el cuadro de situación de Hacemos Unidos en la Capital. 

Sin embargo, desde el municipio fueron enfáticos al descartar de plano esa posibilidad, luego de que Alfil reflejara los trascendidos en ese sentido. La información provocó reacciones de todo tipo en los distintos sectores que juegan en el PJ de la ciudad.  

En cambio, desde la Municipalidad ratificaron que sí está en estudio una actualización de la Carta Orgánica, pero para avanzar con el plan de descentralización política. 

Tal como adelantó este medio, en el oficialismo creen que es momento de abrir esa discusión y completar el plan que el radical Rubén Américo Martín pensó para Córdoba cuando creó los Centros de Participación Comunal. En su paso por la Municipalidad Martin Llaryora avanzó con la desconcentración operativa peor no pudo llegar a esa tercera etapa que supone la descentralización política. 

Parte de la oposición tomó nota de la discusión que se viene. Desde el radicalismo, la presidenta del bloque de concejales UCR, Elisa Caffaratti, criticó cualquier intencionalidad política electoral que tenga el oficialismo en este momento, pero adelantó su postura respecto a modernizar la ciudad. “Es necesario modernizar Córdoba, no en beneficio de los políticos sino para mejorar la transparencia, la institucionalidad y fundamentalmente mejorar la calidad de vida de los vecinos de nuestra ciudad”, escribió en su red X. 

Algo parecido planteó ayer su correligionario, el edil Sergio Piguillen, cuando en Mesa Chica, el streaming de Alfil, dijo que estaría dispuesto a acompañar la discusión para actualizar la Carta Orgánica, pero fijó límites vinculados a los intereses electorales de turno, y consideró necesario que el oficialismo abra una discusión seria donde se contemplen los aportes de la oposición.