Las elecciones municipales provocaron divisiones en la central que fueron enmendadas en el inicio de la era De Rivas. “Tiramos todos para el mismo lado”, afirman. Se viene la primera reunión después del 29 de junio, con apoyo para que Ricardo Tosto -con Nazario en la campaña- lidere el triunvirato.
Río Cuarto03 de septiembre de 2024
Gabriel Marclé
Por Gabriel Marclé
El armado sindical de la Confederación General del Trabajo (CGT) en Río Cuarto entró en una nueva fase que será ratificada por estos días, cuando se produzca la primera reunión de la central el 29 de junio pasado, fin de la campaña municipal. Fue en ese periodo, el del camino a las urnas, que se empezaron a ver las divisiones que intentaron maquillar a comienzos de año, cuando se conformó un triunvirato para dirigir la central. Como era de esperarse, la campaña y el reparto de sindicalistas entre dos opciones peronistas (la de Guillermo De Rivas y la de Adriana Nazario) generaron un clima enrarecido que hoy empieza a despejarse por las coincidencias: “Ni derivistas ni nazaristas, solo sindicatos peronistas que tiran para el mismo lado”, cuentan.
La dirección en la que enfila la dirigencia de la CGT local apunta hacia Guillermo De Rivas, el intendente que trabajó durante sus primeros dos meses de gestión para que la totalidad del sindicalismo se vuelque al trabajo en conjunto con su gestión. Varios guiños, desde la promesa de un plan de terrenos sociales para los trabajadores hasta la inclusión en diferentes diferencias para el sector, fueron clave para que se alineara la central y dejen atrás las diferencias. En ese sentido, el relanzamiento de la CGT pone como dirigente mejor valorado para liderar el triunvirato a Ricardo Tosto, brazo sindical de Nazario en campaña, que hoy parece más cerca de ser el representante principal del sector obrero en su vínculo con el Ejecutivo.
“Tiene el apoyo de la mayoría de los sindicatos para ponerse al frente”, le relató a Alfil una fuente del sindicalismo local, quien relataba sobre la reunión en la que -se estima que esta semana- la delegación local de la central obrera inaugurará su agenda en la era De Rivas, con Ricardo Tosto tomando un rol preponderante dentro de la comisión directiva de la central.
Del otro lado, la Municipalidad de Guillermo De Rivas ve en Tosto a un proyecto de aliado: no se olvidan de su apoyo a Nazario, pero reconocen que deberán sentarse con él para ganarse la confianza del sector. Muestras de este cambio en la relación se han visto en estos días, cuando el dirigente del Sindicato de Trabajadores de Obras Sanitarias pareció haber limado asperezas con la nueva dirigencia del Ente Municipal de Obras Sanitarias (EMOS), encontrando acuerdos que también se pueden traducir en lo político. Y hasta lanzó críticas a las dirigencias anteriores del Entes: “Había mucha liviandad”. Claro guiño a la nueva administración.
El propio triunviro ya camina con los ademanes de alguien que se sabe empoderado, algo similar a lo que se vio en enero pasado cuando el dirigente se presentaba como candidato para liderar la CGT desde una silla única. La campaña municipal, que en ese momento se estaba armando, provocó que interviniera la dirigencia nacional de la CGT y se conformara ese triunvirato con Ariel Peralta (Panaderos) y Julio Chávez (Luz y Fuerza), a modo de morigerar los efectos de la rosca municipal.
El triunvirato seguirá, aunque con cambios en la dinámica de poder. Todo indica que Tosto sentará al medio, haciendo valer el apoyo que había ganado en el poroteo inicial de la renovación. En este proceso, también cambia la posición que toma Ariel Peralta, centro del click que se produjo tras su integración al gabinete municipal (secretario de Trabajo) a poquito de iniciar la gestión De Rivas, cargo que lo terminó exponiendo cuando no hubo respuesta tras la caída de contratos municipales en el mes de agosto.
“Perdió mucho crédito”, le confesaron a Alfil sobre otro de los que cambiará su status en la CGT-RC, aunque en la dirección contraria que la de Tosto. Si bien surgieron versiones de un supuesto desplazamiento (por decisión propia o externa), fuentes consultadas por este medio confirman que el clima actual apunta a bajar las tensiones y hacer “borrón y cuenta nueva”. Por esta razón, dirigentes de peso en la central aseguran que no perderá su silla como triunviro, aunque otros sugieren que su voz ha perdido volumen en la central.
Otro de los sectores que se posiciona en esta renovación sindical es el de Las 62 Organizaciones Peronistas, presidida por el sindicalista de la carne, Fabio Oviedo. La agrupación apunta a seguir integrando sectores de la CGT, alejados de la puja de poder que supieron protagonizar en su momento. Según relatan fuentes del sector, en estos días también está programado un asado al que está invitado el intendente De Rivas y empezar a delinear una dinámica de trabajo conjunto.
El edil, quien formó parte del llamosismo, se muestra cada vez más cercano a la gestión municipal. Ayer votó en favor del último convenio con Aerolíneas Argentinas para sostener la conexión entre Río Cuarto y Buenos Aires. La sorpresa: una concejala oficialista no acompañó la iniciativa.
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General Cabrera se sumó a los municipios que ya lograron un acuerdo con el Banco Nación en relación al cobro de la tasa de Comercio e Industria. Su vecina localidad de General Deheza también había logrado un consenso con la entidad. Con estos antecedentes, ¿pierde fortaleza el reclamo de otros intendentes?
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