El rescate más exquisito
En el tema “Killah”, uno de los que integra el disco “Mayhem” de Lady Gaga, de reciente aparición, se oyen una guitarra rítmica y una vocalización que nos reenvían directamente al concepto musical sobre el que se asienta “Sign o’ the Times”, aquel influyente álbum de Prince publicado en 1987.
Por J.C. Maraddón
El álbum “Sign o’ the Times” es quizás una de las obras que marca el punto culminante de la creatividad de este artista estadounidense, que en los ochenta sostuvo un contrapunto con Michael Jackson, en el que él representaba la parte correspondiente a un músico integral considerado la antítesis del intérprete de “Thriller”. Su trayecto en esos años siempre fue ascendente, a pesar de que en los primeros discos había dejado la vara muy alta. Como sea, se las arreglaba para superarse y ofrecer productos discográficos inigualables, en los que solía ser él mismo quien ejecutaba todos los instrumentos, además de cantar.
A partir del funk, Prince construyó en “Sign o’ the Times” una auténtica pieza maestra, que lo revelaba como un genio dotado de todas las cualidades necesarias para elevarse por encima de sus pares y establecerse en una categoría superior. La crítica supo rendirse ante este álbum y puntuarlo con las mejores calificaciones, en tanto los fans se regocijaron ante semejante muestra del talento de su ídolo. Por fuera de las tendencias que gustaban a todos en esos años, Prince dejaba sentadas sus premisas sonoras y elaboraba un estilo propio que era distinto con respecto a cualquiera de los vigentes en ese entonces.
El disco doble aparecido en 1987 sembró influencias por doquier y expandió esa marca registrada de Prince en las más diversas direcciones, aun cuando internet todavía no gozaba de un uso masivo y los intercambios se realizaban por medios físicos. Pero era solo escuchar el arranque de un tema para determinar que correspondía al catálogo de ese solista obsesionado con las letras lascivas y desafiantes, soterradas por un ritmo a mitad de camino entre James Brown y la música electrónica.
Si hasta Charly García y Fito Páez, entre nosotros, cedieron ante el embrujo de ese guitarrista y cantante que les volaba la cabeza con cada nuevo lanzamiento, al que escuchaban una y otra vez sin poder creer las múltiples aptitudes que tenía para componer, tocar e interpretar. En esa segunda mitad de los ochenta, la referencia de Prince era un faro cuya luz señalaba el camino de muchos que no sabían muy bien hacia dónde conducir sus pasos. Su autoridad en el terreno internacional era reconocida por todos, aunque no siempre este respeto absoluto se manifestaba en cifras de ventas que estuvieran a la altura de las expectativas de la empresa discográfica para la que había firmado.
Aunque parezca mentira, a 38 años de la salida de “Sign o’ the Times”, ese álbum ha vuelto a disfrutar del reconocimiento como uno de los mayores aportes de Prince, entre las tantas grabaciones que realizó hasta su muerte en 2016 a los 57 años a raíz de una sobredosis. Y es que en el tema “Killah”, uno de los que integra el disco “Mayhem” de Lady Gaga, de reciente aparición, se oye una guitarra rítmica que nos reenvía directamente al concepto musical sobre el que se asienta “Sign o’ the Times”, propuesta que con el correr del tiempo se convirtió en su sello personal.
En la base y en la cadencia con que Lady Gaga lo vocaliza se percibe un hilo conductor desde la canción “Sign o’ the Times”, que dio título a aquel disco de Prince, hasta “Killah”, que cuenta como invitado al productor francés Gesaffelstein. Gaga no sólo no reniega de ese rescate, sino que lo reconoce con orgullo, sabedora de que ha acudido a una de las fuentes que mayor legitimación puede brindarle hoy a un artista pop. Si todos vuelven al pasado, ella se propone hacerlo con exquisitez y sin ninguna clase de prejuicios.
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