Divas del mundo unidas
En su multitudinario concierto gratuito del sábado pasado en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, Lady Gaga no se ahorró guiños a la identidad brasileña, que fueron desde el despliegue de banderas hasta la utilización de colores verdes y amarillos en su vestimenta, con un corte similar a la de las paquitas de Xuxa.
Por J.C. Maraddón
En un continente donde el español es la lengua dominante, la cultura de Brasil siempre encontró en la barrera idiomática un impedimento para ampliar su llegada hacia los países vecinos, por lo que han sido unos pocos elegidos los artistas que vencieron ese obstáculo. Con un mercado interno inconmensurable, esas dificultades para expandirse hacia el resto del territorio sudamericano no hicieron sino fortalecer los rasgos locales de esas expresiones que, sin embargo, tal vez con la ayuda del turismo, tuvieron una llegada directa al circuito anglosajón, donde corrientes sonoras como la bossa nova hallaron una recepción que luego se extendió al mundo entero.
Por eso, cobra mayor relevancia aún el fenómeno desatado por Xuxa entre los años ochenta y noventa, cuando su fama como animadora infantil trascendió más allá de los límites de Brasil para llegar incluso hasta la Argentina, donde la rivalidad futbolística hacía que cualquier cosa venida desde allá fuese vista con sospecha. Tras desarrollar una precoz trayectoria como modelo y actriz, a partir de 1986 condujo en la televisión un show que resultó consagratorio y que instaló un formato en el que muchos se inspirarían después, contribuyendo así a engrandecer los méritos de quien había sido la pionera.
Tan fuerte fue su irrupción, que a comienzos de los noventa se desplazó hacia la Argentina, donde fue bienvenida por Marcelo Tinelli, quien en ese entonces copaba el segmento nocturno de los domingos con su “Ritmo de la noche” y se convirtió en la plataforma ideal para que Xuxa tuviera un desembarco deslumbrante. Su programa comenzó a emitirse por Telefé y su canción “Ilarié” logró inmediata popularidad. A lo largo de 30 años, la “reina de los bajitos” ha sostenido su vigencia mediática, aunque en las últimas décadas sus contenidos se dirigen a un público entre adolescente y adulto.
El año pasado, como parte de un concurso en un ciclo de entretenimientos de la TV Globo de Brasil, Xuxa sorprendió a todos con una performance en la que hizo playback sobre el tema “Born This Way” de Lady Gaga, apelando a una coreografía que imitaba la que presentó la estrella estadounidense durante su recordado show en el Super Bowl. A los 61 años, la animadora infantil brasileña no solo demostraba conservarse en forma, sino que además subrayaba su identificación con la archifamosa cantante, a la que rendía homenaje con esa actuación que cautivó con su exhibición a la audiencia televisiva brasileña.
En su multitudinario concierto gratuito del sábado pasado en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, Lady Gaga no se ahorró guiños a la identidad brasileña, que fueron desde el despliegue de banderas hasta la utilización de colores verdes y amarillos en su vestimenta. Cada vez que tuvo la oportunidad de dirigirse a los dos millones y medio de personas que asistieron al espectáculo, no se privó de manifestar su agradecimiento para con los fans de ese país, que le dieron un marco descollante a una convocatoria que se cuenta entre las mayores de la historia de los eventos musicales.
En uno de los tantos cambios de vestuario a los que la intérprete se sometió durante su set, se la vio ataviada con una chaqueta dorada a la que cruzaba una banda verdolaga, lo que fue interpretado por muchos como un tributo a Xuxa, cuyas paquitas hicieron de esa indumentaria una marca registrada. En un mundo globalizado al extremo, estos cruces entre ambas divas no deberían llamar la atención, pero frente al momento de brillo incandescente que vivió Lady Gaga en esa noche, su reverencia a Brasil es más que significativa, sobre todo teniendo en cuenta la exacerbación del nacionalismo que impulsa el gobierno en Estados Unidos.
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