Cultura Por: J.C. Maraddón27 de mayo de 2025

Un salto de 23 años

El estreno en salas de “Lilo & Stitch” en su versión live motion vuelve a narrar, como en aquellas jornadas de comienzo de siglo, las aventuras de esa terrible y simpática criatura de otro planeta bautizada por aquí como Stitch, junto a su amiga hawaiana Lilo, una niña de que la adopta como mascota.

J.C. Maraddón

En junio de 2002, el mundo todavía no salía de su asombro después de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, que parecían cumplir con algo de retardo las peores profecías acerca de un apocalipsis que habían proliferado a partir del cambio de milenio. El país más poderoso del planeta había sido atacado en su punto neurálgico y nada indicaba que esa impensada tragedia no pudiese replicarse de allí en más. Aquellos que habían pronosticado el fin de la historia con la debacle de la Unión Soviética, se vieron obligados a rever sus teorías a raíz de este acontecimiento que dejó a la humanidad boquiabierta.

En la Argentina, tampoco asomaba como sencilla la recuperación después de la catástrofe económica, social y política que desató el fin de la convertibilidad y la caída del presidente Fernando De la Rúa. Una feroz devaluación sembró pobreza y desocupación entre aquellos que intentaban salir a flote y sentían que se ahogaban cada vez más. La marginalidad experimentaba un crecimiento exponencial y costaba encontrar una salida esperanzadora frente a ese panorama en el que se desvanecía el tan prometido futuro mejor, para dejar paso a una desazón masiva, ante la aparente inexistencia de opciones capaces de alimentar las expectativas.

Han pasado 23 años desde aquellos días que para muchos fueron pesadillescos y que se creía iban a perpetuarse  en la memoria colectiva como reaseguro para que nunca se vuelvan a repetir esas circunstancias. Sin embargo, hace apenas un lustro se iba a registrar otro episodio que desataría el pánico global, cuando la pandemia nos puso otra vez en jaque e hizo resurgir el temor de que podríamos hallarnos en el final de los tiempos. En esta ocasión no fue un lugar en particular el atacado, sino que todos los continentes se vieron invadidos por un virus que obligó a todos a permanecer aislados en sus hogares.

En nuestro país, venimos atravesando nuevamente las turbulencias de una economía impiadosa, que condena a las mayorías a vivir en la pobreza y la indigencia, como si el experimento de la convertibilidad no hubiese dejado el aprendizaje necesario para no repetir políticas que se ensañan con los sufrientes. Aunque hay quienes todavía sostienen expectativas de un inminente resurgimiento, la realidad abruma con cuadros de asfixia financiera que se creían superados un cuarto de siglo atrás. Un destino cíclico que siempre deja como saldo escasos beneficiarios y una abrumadora cantidad de víctimas.

Pero al igual que sucedió en aquellas jornadas invernales de 2002, al menos la platea infantil encuentra una vía de escape para sus fantasías con un estreno cinematográfico que, como es habitual por estos días, necesita rescatar algo del pasado para reivindicar el presente. El debut en salas de “Lilo & Stitch” en su versión live motion vuelve a narrar, como en aquellas veladas de comienzo de siglo, las aventuras de una terrible y simpática criatura de otro planeta bautizada por aquí como Stitch, junto a su amiga hawaiana Lilo, una niña que la adopta como mascota.

Los recursos tecnológicos que facilitan la interacción de personajes animados con actores de carne y hueso, posibilitan renovar aquel éxito de Disney, adosándole elementos como los teléfonos celulares, que entonces funcionaban como un accesorio y que hoy son artefactos imprescindibles para la vida cotidiana. Mientras los niños disfrutan de este entretenimiento como si fuera algo nuevo, los adultos somos invitados a reflexionar sobre en qué andábamos cuando llevamos a nuestros hijos o sobrinos a ver la “Lilo & Stitch” original y en qué situación nos hallamos ahora, en esta era en la que las canciones de Elvis Presley suenan desde una plataforma de streaming.

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