Cultura Por: J.C. Maraddón27 de noviembre de 2023

La unión hace la cultura

Con la presencia de los embajadores de Francia y Alemania, de autoridades de la Alianza Francesa y el Instituto Goethe, y de los titulares de Cultura de la municipalidad y la provincia, el viernes pasado se produjo en el Teatro del Libertador el lanzamiento del Instituto Cultural Franco Alemán.

J.C. Maraddón

Si alguien se propusiera escribir la historia de la cultura cordobesa de la segunda mitad del siglo veinte, debería por supuesto tener en cuenta las incontables actividades desplegadas por los creadores locales, que a pesar de las adversidades persistieron en su misión y dotaron a la ciudad y a la provincia de un panorama que sorprende por su variedad e intensidad. Movimientos literarios, musicales, teatrales, fílmicos y pictóricos se sucedieron en la superficie y en el circuito subterráneo, atravesando contextos dictatoriales y crisis económicas que parecían (y parecen) subsumir las expresiones artísticas al universo de lo suntuario y recortar por ende las partidas presupuestarias que tuviesen ese fin.

Pero en ese recuento, además de las iniciativas autóctonas, no podrían estar ausentes los emprendimientos motorizados por las instituciones culturales extranjeras, que a través de sus filiales en Córdoba se inmiscuyeron -en el buen sentido de la palabra- en la escena regional y  brindaron su apoyo para colorear con su impronta lo que estaba sucediendo entre nosotros. Como casi siempre el dinero disponible en Europa para auxiliar a los artistas ha sido muy superior al que se contaba por aquí, la financiación extranjera representó un respaldo fundamental para acometer empresas que no se suponían rentables, pero cuya realización asomaba como imprescindible.

Entre estas entidades europeas afincadas en la capital provincial, hay al menos dos que llevan décadas de residencia entre nosotros y que se han hecho notar en nuestra agenda cultural, cada una en la medida de sus posibilidades. Porque junto a su tarea como soporte en la promoción de la francofonía, la Alianza Francesa ha representado a lo largo del tiempo un polo alrededor del cual la literatura y las artes visuales, además de otras manifestaciones, discurrieron y confluyeron en ese espacio tradicional situado en la calle Ayacucho.

Por su parte, en las diversas sedes que fue ocupando desde 1967, el Instituto Goethe se convirtió en un baluarte de la programación cultural cordobesa, con una presencia constante tanto de visitantes ilustres llegados de Alemania como de eventos y ciclos organizados por la misma institución. El elenco teatral que cobijó en los años setenta fue un símbolo de resistencia que dio refugio a las artes dramáticas en un periodo oscuro signado por la censura y la represión. Bajo el paraguas diplomático de esta dependencia alemana, fructificó una experiencia que no hubiese tenido cabida fuera de ese ámbito.

Como parte de una conjunción institucional planificada desde los más altos niveles de gobierno de ambos países, cuyos primeros antecedentes se remontan 60 años atrás, la Alianza Francesa y el Instituto Goethe han decidido unificar su desempeño en Córdoba bajo un solo nombre: Instituto Cultural Franco Alemán. Este gran paso fue prefigurado por la convivencia que reúne a ambas delegaciones en el edificio de la Alianza, donde comenzará una remodelación que tiene como objetivo adaptar la construcción para que sea funcional a esta consolidación de un rumbo compartido, y para que albergue todos los proyectos que ahora se harán realidad gracias a este flamante impulso.

Con la asistencia de los embajadores de Francia y Alemania, de autoridades de las sedes locales de la Alianza Francesa y el Instituto Goethe, sumados a los responsables de Cultura de la municipalidad y la provincia, el viernes pasado se produjo en el Teatro del Libertador el lanzamiento oficial de este emprendimiento. Y para celebrarlo, hubo un concierto en el que la Orquesta Sinfónica de Córdoba estuvo dirigida por el francés Michaël Cousteau, con la actuación del alemán Viktor Soos en calidad de solista de piano. Un eslabón más en la cadena  de patrocinios que las dos entidades han desplegado cada una por su cuenta, y que ahora afrontan de manera asociada.

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