La persistencia de Avivato
La cosecha de espectadores y alabanzas que obtuvo un año atrás la serie “El encargado”, con Guillermo Francella, hizo inevitable el lanzamiento de una segunda parte, cuyos siete episodios están disponibles desde finales de noviembre en Star+, la misma plataforma que cobijó su debut.
J.C. Maraddón
Uno de los personajes más exitosos del humor gráfico en la Argentina ha sido sin dudas Avivato, ese porteño chanta que Lino Palacio empezó a publicar en el diario La Razón en 1946 y que permaneció entre los favoritos de los lectores de ese diario a lo largo de más de treinta años. Quizás el secreto de ese éxito habría que buscarlo en la manera en que el autor retrató al típico vividor argentino, un prototipo al que quien más quien menos, todos habían conocido por tener alguien cercano que se comportaba de esa manera, aplicando la llamada “viveza criolla”.
Varios años antes, Palacio había tenido su primer gran acierto con Ramona, que caricaturizaba a una empleada doméstica de origen gallego a través de situaciones que hoy sufrirían la cancelación por misóginas y discriminatorias, pero que durante un largo periodo le valieron al humorista un gran prestigio en su profesión. Sin embargo, fue con Avivato que obtuvo una consagración aún mayor: una revista y una película con ese nombre dan cuenta de la popularidad de su creación, que incluso llevó a que en la jerga de la gente común, el calificativo de “avivato” le fuera aplicado a quien practicara ese tipo de conductas.
Tan fiel era el reflejo que allí se hacía de esa tipología urbana (que en la literatura campestre había tenido su epígono en Pedro Urdemales), que en un exceso de celo nacionalista, representantes de la dictadura militar le solicitaron en 1978 a los directivos de La Razón la interrupción de la tira. La censura se basaba en que la viñeta de Lino Palacio podía llevar a que en el exterior se creyese que todos los argentinos eran como Avivato, algo que supuestamente perjudicaba la imagen del país justo cuando se promovía el arribo de visitantes con motivo del Mundial de Fútbol.
De todas maneras, aunque el personaje vio así tronchada su continuidad, eso no quiere decir que se haya esfumado la vigencia de una caracterización que, aunque sus aventuras en la ficción ya no fuesen publicadas, había sido adoptada por la sociedad como un modelo de un modo de proceder que muchos replicaban en la vida cotidiana. El suceso de la película “Nueve reinas”, dirigida por Fabián Bielinsky en 2000, representa una actualización de aquel arquetipo, personificado esta vez en las peripecias de dos estafadores, encarnados por Ricardo Darín y Gastón Pauls, que se disponen a dar el golpe maestro.
“El encargado”, la serie producida por Star+ y realizada por la dupla de Gastón Duprat y Mariano Cohn, tuvo el año pasado en su primera temporada la virtud de recuperar la figura de un avivato que hace las mil y una desde su puesto como portero de un edificio, donde puede atisbar las vidas ajenas y sacar provecho de su posición. Concentrado Guillermo Francella en la tarea de representar semejante rol, no le costó al público identificar a ese Eliseo con el también serial tramposo Pepe Argento, papel que el mismo actor había asumido en “Casados con hijos”.
La cosecha de espectadores y alabanzas que obtuvo en ese entonces “El encargado” hizo inevitable el lanzamiento de una segunda parte, cuyos siete episodios están disponibles desde finales de noviembre en la misma plataforma que cobijó su debut. Hasta cuándo rendirá sus frutos esta fórmula que parece ser patrimonio nacional, es un interrogante que se plantea ante esta nueva tanda de engaños propiciados por el protagonista, quien resigna ahora parte del encanto reidero de sus avivadas para derrapar en oscuras intrigas no tan graciosas como inquietantes. Todo indica que Eliseo tendrá una tercera oportunidad para demostrar que Avivato no se rinde.
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