Cultura Por: J.C. Maraddón18 de julio de 2024

Tributo al maestro

La noticia de que David Lebón será el telonero de Eric Clapton cuando el rockero inglés se presente en la cancha de Vélez Sarsfield el próximo 20 de septiembre, fue recibida como un acto de justicia para el guitarrista argentino; y para todos los que aquí crecieron bajo la influencia del blues rock británico.

J.C. Maraddón

Después de haber salido expulsado desde el jazz como un ritmo bailable que enloquecía a la juventud, el rocanrol tuvo a comienzos de los años sesenta una necesidad de volver a sus raíces y de recuperar esa negritud que había sido camuflada para llegar a la audiencia hegemónica. Desde Inglaterra, el blues rock irradió su influencia a través de bandas como los Rolling Stones, los Animals, los Yardbirds y los Bluesbreakers de John Mayall, formaciones que no ocultaban para nada su admiración por la estirpe blusera estadounidense, de la que tomaban no solo su inspiración, sino además algunos temas de su repertorio.

De esa corriente de blues blanco que en las Islas Británicas corrió en paralelo a la Beatlemanía, emergieron algunos de los grandes guitarristas de la época, que luego brillaron como solistas o como integrantes de famosas agrupaciones, contribuyendo a forjar el mito de la guitarra de rock como símbolo del género que reinaba en el planeta. Los nombres de Eric Clapton, Jeff Beck, Jimmy Page o Mick Taylor sobresalen dentro de una generación que veneró a estas deidades de las seis cuerdas y que ovacionaba cada uno de sus solos como si fuesen un mantra que los depositaba en una especie de nirvana.

Aupado por la leyenda que se terminó de conformar a partir de su muerte en 1970, Jimi Hendrix atravesó todos estos años como el héroe mayor de la Fender Stratocaster, un superdotado que en los pocos años que duró su carrera, marcó un hito difícil de equiparar por sus colegas de entonces. Como la mayoría de ellos, Hendrix también se adentró en los vericuetos del blues rock como correspondía al espíritu de su tiempo, aunque le agregó a ese estilo primigenio un toque de psicodelia que transformó a sus canciones en únicas y, por ende, inolvidables.

Cuando el rock adquirió en la Argentina características netamente locales, esos eran los modelos de guitarrista a seguir por parte de quienes comenzaban a darle forma a un movimiento que tomaba la tendencia musical predominante en el hemisferio norte y la resignificaba según los parámetros que regían en el Río de la Plata y su zona de influencia. Muchos violeros, como Claudio Gabis, salieron al ruedo y se prendieron en la onda del blues rock, pero el que mayor resonancia cobró fue Pappo Napolitano, quien no dudó en ponerle Pappo’s Blues a su proyecto propio, para no dejar dudas acerca de su orientación sonora.

En la primera formación de esa banda de Pappo, se alistaba un joven bajista llamado David Lebón, que recién llegado de los Estados Unidos era también hábil con la guitarra, la batería y el teclado. Gracias a esos talentos, fue rotando de puesto en grupos como Color Humano, La Pesada, Pescado Rabioso, Sui Géneris y Polifemo, además de grabar un disco en solitario en 1973, donde él cantó y ejecutó todos los instrumentos. Reclutado por Charly García para armar Serú Girán en 1978, fue allí donde pudo al fin demostrar sus grandes recursos como guitarrista de un cuarteto que hizo historia.

La noticia de que Lebón será el telonero de Eric Clapton cuando el icónico músico británico se presente en la cancha de Vélez Sarsfield el próximo 20 de septiembre, fue recibida como un acto de justicia para el violero argentino, quien no pudo cumplir ese sueño la primera vez que el ex Cream vino a la Argentina en 1990. Pero esa designación no debería ser tomada solamente como un reconocimiento personal: en David Lebón se sintetiza toda una escuela de guitarristas locales que tuvieron al blues rock inglés como la matriz de la cual aprender; y a Clapton como el maestro preferido.

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