Universidades en pie de guerra por el salario: paro masivo y suspensión de clases
Esta semana los no docentes fueron quienes endurecieron su posición respecto al comunicado del Ministerio de Capital Humano que recibió un gran rechazo por todo el mundo universitario. Ahora los docentes van a un paro masivo en todas las instituciones públicas.
Por Francisco López Giorcelli
En las universidades nacionales se vuelve a respirar un clima de lucha y tensión a partir del reclamo salarial que se viene impulsando en paralelo a la actualización presupuestaria. En realidad no es tan paralela, el presupuesto universitario contempla los salarios de sus trabajadores y trabajadoras pero quien no lo contempla es el ministerio de Capital Humano encabezado por Sandra Pettovello.
Desde los gremios de docentes y no docentes de la UNC ponen sobre la mesa el 40% de pérdida del poder adquisitivo de los sueldos durante el primer semestre de este año. Desde estas representaciones decidieron tomar cartas en el asunto e impulsaron una semana de protesta y visibilización a pesar de los grandes aumentos que habían conseguido para el presupuesto destinado a la infraestructura, este otro es un tema que sigue sin resolverse completamente.
De diciembre a julio, la actualización del salario del personal de las universidades nacionales fue del 68,6%, período en que el costo de la vida medida con el índice de precios al consumidor se posicionó en un 126,4%. Es decir, el incrementó no logró evitar esta pérdida salarial, superior al 55%.
Pero, además, el aumento del 6% correspondiente al mes de diciembre, como una gran parte del que computa para el mes de febrero, ya habían sido negociados en la paritaria de noviembre de 2023. El malestar viene por este lado: no hubo nuevos arreglos. Recién en mayo, y tras largas negociaciones en medio de la emergencia presupuestaria, el Gobierno de Javier Milei confirmó el 270% de aumento para infraestructura.
Los sueldos, por lo tanto, aparecen como un ítem postergado. Aparentemente en septiembre estaba previsto que, por parte de la secretaría de educación, se ponga el tema en la mesa de debate con autoridades y gremios, pero la emergencia encuentra su urgencia en estos meses y el no inicio de clases marca el comienzo de un segundo semestre que se prevé conflictivo y con la posibilidad de organizar otra marcha federal universitaria como la del pasado abril.
Pero, además, el aumento del 6% correspondiente al mes de diciembre, como una gran parte del que computa para el mes de febrero, ya habían sido negociados en la paritaria de noviembre de 2023. El malestar viene por este lado: no hubo nuevos arreglos. Recién en mayo, y tras largas negociaciones en medio de la emergencia presupuestaria, el Gobierno de Javier Milei confirmó el 270% de aumento para infraestructura.
En este caso desde ADIUC marcan que en julio de 2024, para mantener el poder adquisitivo de noviembre de 2023, los salarios deberían aumentar un 41% pero que el gobierno dispuso un incremento en forma unilateral del 7,5%, “consolidando un deterioro inédito por su magnitud y celeridad.” dijeron desde el gremio.
Esto marca un punto de inflexión, la decisión unilateral del Ministerio de aumentar salarios por debajo de la inflación que se viene acumulando desde que asumió Javier Milei. Por eso en ADIUC impulsaron una serie de actividades de visibilización del conflicto como el “ruidazo” del día miércoles en Av. Duarte Quirós y Av. Vélez Sarsfield donde se ubica la sede de la Facultad de Ciencias Exactas, Física y Naturales donde docentes con sus carteles invitaban a tocar la bocina a quienes circulaban por la zona en defensa de la educación pública.
Cabe aclarar que la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) son hasta ahora las únicas que declararon la emergencia salarial de su personal docente y nodocente a partir de sus consejos superiores. La importancia de estas declaraciones de emergencias se basa en que pone en alerta no solo al cuerpo docente y nodocente sino a las instituciones en su conjunto.
En este marco de emergencia y distintas medidas es que a partir del 12 de agosto y durante toda esa semana habrá paro docente y las clases no comienzan en la UNC. Las principales actividades serán las famosas “clases públicas” que fueron una marca de epoca en los 90 y ahora vuelven a ser una herramienta de visibilización para que la sociedad vea que es lo que pasa con las universidades, un bien común valorado por más del 60% de la población argentina según distintas encuestas.
La preocupación no empieza y termina únicamente en los salarios y en el presupuesto de funcionamiento sino que afecta a la obra social DASPU que corresponde a docentes y nodocentes y sus respectivas familias. Si el salario no aumenta el aporte a la obra social tampoco y empezará a sentirse el ajuste en las distintas prestaciones que pueden ofrecer.
Es por eso que vocales de DASPU informaron al Plenario de Cuerpos Orgánicos de ADIUC sobre el impacto que tienen el deterioro de los salarios y el brutal incremento en los costos operativos de la DASPU por lo que solicitaron a las autoridades la elaboración de un plan de contingencia que garantice el normal funcionamiento para los afiliados y afiliadas.
Además hubo un pronunciamiento del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que “reitera enfáticamente su preocupación por la situación salarial que atraviesan trabajadoras y trabajadores docentes y nodocentes del sistema universitario público y lamenta expresiones del Ministerio de Capital Humano que pretenden confundir a la sociedad argentina, al relativizar la gravedad que el problema, efectivamente, tiene.” dijeron en un conciso comunicado.
Desde el organismo que reune a rectores y rectoras de todas las universidades nacionales enfatizaron en que “no es justo ni razonable desmerecer la relevancia de un problema que afecta a miles de trabajadoras y trabajadores de la educación de la Nación, mucho menos intentar quitarle importancia a un problema urgente que afecta el normal desarrollo de las instituciones universitarias públicas.” concluyeron.
De esta forma se empieza a generar un clima que aglutina de un lado a una gran mayoría de referentes, dirigentes y que contempla un gran masivo que en sí a la política no le da mucha importancia, sobretodo a la “rosca” pero que sí valoriza el rol que tiene las Universidades Nacionales y a sus docentes y nodocentes. Del otro lado parecen quedar oportunistas políticos que le hacen el juego a Pettovello.
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