Los socios cierran el 2024 'Juntos por la oposición'

Por Carolina Biedermann

El 2024 cierra en Córdoba con más incertidumbres que certezas para los partidos opositores que formaron parte, alguna vez, del universo de Juntos por el Cambio. Con sus diferencias, sólo en la Unicameral quedan rastros de esta alianza que se mantiene en pie para enfrentar al oficialismo que, por primera vez en la Legislatura, no cuenta con mayoría propia.

Unión Cívica Radical

La Unión Cívica Radical termina el año fragmentada. A pesar de la voluntad, después de las internas, de trabajar por la unidad partidaria, el espacio termina este periodo con una grieta difícil de sellar: estar a favor o en contra de Javier Milei. Pensar una alianza con La Libertad Avanza o caminar solos presentándose con la Lista 3. Esta última distinción abre paso a levanta el perfil de liderazgos como lo es el de Ramón Javier Mestre, quien representa a una porción de radicalismo puro.

Rodrigo De Loredo, jefe del bloque radical en Diputados, le puso el broche de oro al 2024 compartiendo un almuerzo con el Presidente de la Nación. En su búsqueda por renovar la banca que se vence en 2025, se le abren dos posibles caminos: cerrar con Macri o con Milei, pero bajo ninguna alternativa plantean la posibilidad de ir sólo con el radicalismo.

Por otra parte, luego de que se le haya partido el bloque en la Cámara baja, y que el senador Martín Lousteau, presidente del Comité Nacional, decidiera expulsar a los radicales con peluca que siguen formando parte del bloque UCR, De Loredo hace el esfuerzo para contener a los miembros que le quedan en su espacio de conducción.

En la Legislatura cordobesa el panorama es similar. A esta fecha, según relatan los operadores del peronismo en la Unicameral, les cuesta dialogar con una persona que conduzca a todo el bloque y que ordene. Hoy en el radicalismo hay distintos referentes, que responden a diferentes espacios. Por un lado se encuentra Matías Gvodenovich, quien contiene y conduce sobre todo a los legisladores del interior. Por otro Alejandra Ferrero, quien representa al deloredismo puro, Brenda Austin quien hace su juego propio, y por supuesto, el legislador Dante Rossi, radical quien también tiene vuelo propio y se separó del resto del bloque para armar una bancada propia junto a Sebastián Peralta. 

En el Concejo Deliberante se abre otra escena similar. Mientras Elisa Caffaratti avanza como presidenta del bloque de la UCR, de fondo empiezan a socavar concejales que buscan levantar el perfil, en una puja de poder con el deloredismo. Entre ellos asoman Javier Fabre y Juan Balastegui, y hay que mencionar a otro actor que opera a la distancia: Javier Bee Sellares, quien busca retornar para avanzar en su armado, en la capital.

Frente Cívico

El Frente Cívico logró posicionarse como verdadera oposición al peronismo cordobés. En este 2024 lanzaron la campaña electoral para el 2027 y retomaron la militancia en los barrios de la ciudad, abriendo nuevas sedes para nuclear a los referentes de las seccionales.

El Tribunal de Cuentas provincial, en manos del juecismo, funcionó como bastión de control al gobierno de Llaryora. En materia legislativa, el hecho de ser un espacio orgánico con liderazgos claros, les permitió resolver las definiciones en bloque, tanto en el recinto de la Unicameral, como en el Concejo Deliberante.

El balance del espacio, en torno a su vínculo con Juntos por el Cambio, es positivo, según enuncian referentes del partido. Así mismo, a lo largo del primer año hubo reproches, tanto de este partido como entre los propios correligionarios, quienes remarcaron que, en la sanción de leyes importantes, como lo fue la reforma del reglamento interno de la Legislatura cordobesa, como en la creación del Ente de Fiscalización y Control Municipal, el peronismo metió la cola, captando los votos que precisaba entre los socios de otros frentes, y rompiendo el intento de unidad que trataron de blindar.

Luis Juez, referente del espacio juega una partida nacional cuestionada. Su acercamiento al Presidente y el vinculo complejo que sostiene con Mauricio Macri lo mantiene en jaque. Actualmente Juez es el jefe de la bancada del PRO en el senado, partido que lo llevó a ocupar ese lugar de protagonismo y al que hoy no representa.

Por otra parte, hacer públicas las pretensiones de gobernar la provincia en el 2027, lo llevaron a una guerra fría con el radicalismo con quien mantiene buenas relaciones en público, pero con quien, a la larga, tendrá que juntarse a negociar.

El PRO

El PRO en Córdoba transita uno de los momentos más complejos en su historia local. El partido amarillo, que a partir de su performance en esta provincia llevó a un candidato presidencial a ocupar el sillón de Rivadavia, intenta recuperar su identidad, retomar fuerzas y buscan un líder provincial. Mientras tanto, La Libertad Avanza capta a quienes fueron sus referentes, dándoles un panorama más certero de gobernabilidad y de fuerte oposición al peronismo local.

En sus órganos legislativos también está fragmentado o carece de referentes. En el Concejo Deliberante de la ciudad, no cuentan con representatividad. Soher El Sukaría, única concejal del espacio amarillo, se encuentra de licencia tras ser asignada para auditar un organismo nacional, y su banca hoy es ocupada por una concejala de la UCR.

En la Unicameral, los tres representantes responden a diferentes referentes del partido, representantes que no forman parte de una misma conducción. Pertenecen a la línea de El Sukaría, Rodríguez Machado y Agost Carreño.

A esto hay que sumarle la salida de quienes fueron referentes clave del partido, y que pasaron a ocupar lugares clave en la gestión de Llaryora, formando parte del partido cordobés.

El desafío para estos espacios es grande, si buscan competir en el 2027 en unidad. Culminar con los juegos individuales, buscando el bien común de las fuerzas y evitar, entre tantos obstáculos, las tentaciones del peronismo que acecha para captar nuevos referentes, al partido cordobés.