
29 años de la Defensoría
En LLA admiten que el ‘fade out’ de Cristina les quita un argumento electoral de peso, pero intentarán prolongar la vida útil de la consigna anti K focalizando en su heredero, Máximo. La intención es apuntarle al primogénito, pero sin hacer copartícipe al resto del PJ, para evitar una reconfiguración del justicialismo en unidad.
12 de junio de 2025Por Felipe Osman
La condena de la ex presidenta, tácitamente confirmada por la Corte Suprema que no hizo lugar al recurso de queja interpuesto por la defensa, deja afuera del ruedo electoral a la principal figura del peronismo pero, además, arrebata a La Libertad Avanza el argumento electoral que más gravitó en el balotaje de 2023: apelar al voto anti K.
La figura que determinó la polarización de los últimos años, en oposición a la cual se edificaron candidaturas y partidos, no volverá -al menos en el corto-medio plazo- a los cuartos oscuros, y es de esperar que esto reconfigure el tablero en el cual se mueve el oficialismo nacional.
En La Libertad Avanza saben que, de aquí en más, sus usinas deberán hacer un esfuerzo adicional para llenar de contenido a la “Batalla Cultural”. Pero, al mismo tiempo, esperan extender cuanto sea posible la vida útil de la arenga anti K.
La convicción inicial es que, aunque el “fantasma” de Cristina empiece a desaparecer, podrán cosechar en octubre el rédito electoral de haber sido “los que garantizaron la independencia de la Justicia para que la expresidenta fuera condenada”. El argumento es enrevesado. Pero la lógica libertaria suele transitar caminos escabrosos y, aun así, funcionar.
Por lo pronto, ayudarán a la suerte focalizando sus acusaciones en el heredero, Máximo Kirchner, para mantener encendida la llama y, a la vez, meter una cuña en la añorada reunificación del PJ.
El primogénito del matrimonio Kirchner no es, se sabe, un actor que convoque a la unidad dentro del partido. Por el contrario, su calidad de socio fundador de La Cámpora le reporta, desde hace tiempo, el encono de los barones del Conurbano Bonaerense, que han visto su hegemonía amenazada por la organización K. Y tanto más después de que la “Ley Vidal” precipitara el recambio de las intendencias en el Gran Buenos Aires.
Además, está aludido en las principales causas que permanecen activas en contra de su madre, con lo cual su peregrinación por las barandillas de Comodoro Py está garantizada.
Hacía allí se orientará, entonces, el arsenal comunicacional que Santiago Caputo comanda en las redes sociales. Aunque será -aseguran desde Buenos Aires- una tarea a abordar con cautela. El ataque tiene que ser manejado con muñeca, para mantener en agenda al anti kirchenrismo y capitalizar el rédito político que quede por capitalizar, pero teniendo cuidado de no convertir a la expresidenta en una mártir. En una insignia capaz de cohesionar al PJ desde afuera.
En la arena local, la prescindencia del Peronismo Cordobés, que ha elegido no pronunciarse respecto de un asunto tan central para la vida política del país, es bien vista por los libertarios, que creen que los partidos provinciales con participación accionaria del justicialismo representan pequeñas exclusas funcionales a la no reunificación del PJ nacional.
Esta postura, vale decir, no es pacíficamente recibida las bases del PJ cordobés, cuya militancia se manifiesta más cercana a la posición de Natalia de la Sota, que ha cuestionado el fallo de la Corte Suprema. No es, en cualquier caso, algo que desvele al Centro Cívico. La pragmática peronista es proverbial, y más allá de la evocación de las banderas justicialistas, el partido se ordena en torno del poder.
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