Por Gabriel Marclé

La reunión del pasado sábado entre Martín Llaryora y la dirigencia del Partido Justicialista de Río Cuarto dejó varios lineamientos para los días de extrema militancia que vendrán, primero en las presidenciales y después en el camino hacia las elecciones municipales del año próximo. El gobernador electo no solo confirmó que Juan Manuel Llamosas se quedará como intendente hasta finalizar su mandato, sino que también pidió un mayor esfuerzo de parte de los peronistas del Imperio para lograr que Juan Schiaretti se convierta en presidente de la Nación. 

Públicamente, en actos como el del lanzamiento de Hacemos por Nuestro País el pasado miércoles en Buenos Aires, Llaryora intenta imprimirle épica a una elección presidencial que viene por demás difícil y con declaraciones que dibujan una realidad posible en la que se pueda tener a un presidente cordobés desde diciembre. Pero hace unos días, el intendente capitalino que dirigirá la provincia en unos meses se presentó en Río Cuarto con los pies sobre la tierra y sin exageraciones. En una reunión a puertas cerradas, desafió a los peronistas de la capital alterna poniéndole números a la expectativa que el PJ provincial tiene sobre una performance en la región - Río Cuarto y el sur- que deberá mejorar lo sucedido en las PASO.

Si bien no hubo tirón de orejas respecto a lo hecho hace casi un mes, el gobernador electo les transmitió a los presentes que en las generales del 22 de octubre “hay que superar los 25 puntos”, según le contaba a Alfil uno de los presentes al encuentro que tuvo lugar días atrás. Por supuesto, desde el entorno de Llaryora niegan haber lanzado esa cifra concreta, la cual podría entenderse como una orden contradictoria con el presente aspiracional del PJ schiarettista. Sin embargo, el diagnóstico y desafío local hacen ver la resignación respecto a un primer puesto que seguirá siendo de Javier Milei en esta parte de la provincia. 

La instrucción más realista de Llaryora llamó a trabajar para sostener el segundo lugar, creciendo algunos puntos con respeto a las PASO. Cabe recordar que, en esa instancia, la lista de Hacemos por Nuestro País rasguñó los 23 puntos, con una diferencia de casi 13 contra La Libertad Avanza. No solo eso, sino que la performance local distó mucho de lo que sucedió en la capital, donde el PJ achicó distancias -quedó abajo por cinco- y superó a la sumatoria de votos entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta (Juntos por el Cambio), quienes superaron apenas los 25 puntos. Quizá esa cuestión sea la que más revuelo causó en el Imperio, ya que la alianza cambiemita se llevó el segundo lugar, por encima de Schiaretti.

Repasando las cifras obtenidas, está claro que la tarea de Hacemos en Río Cuarto no será fácil. Primero, porque los dos puntos -al menos- que deberá mejorar respecto al 13 de agosto parecen pocos, pero son muchos (miles, de hecho); pero también porque el escenario de tercios -del que Schiaretti quedó fuera- “tiene un impacto psicológico tremendo” en la decisión final del electorado, según analizaba un dirigente del PJ riocuartense. 

En ese sentido, lo que Llaryora transmitió días atrás es que el objetivo se conseguirá movilizando más gente para generar una mayor participación, convenciendo al vecino sobre la importancia que tendrá la llegada de un cordobés a la presidencia. Aun distante ese objetivo, lo otro será explicar por qué Córdoba necesita conservar su lugar en las decisiones fuertes del Legislativo nacional, con una lista que peleará por la banca que tiene Carlos Gutiérrez, candidato nº1 en la lista provincial.

En una parte de la dirigencia peronista se vio como “positivo” el hecho de establecer una cifra como los 25 puntos para comenzar a recorrer el tramo final de la campaña, algo que -afirman- le permite a los dirigentes y militantes del sur tener un objetivo concreto y menos pretensioso, reconociendo siempre que se arranca desde una posición difícil.

Desafío 2024

Claro que uno de los más activos en esta misión será Juan Manuel Llamosas, quien también será interpelado por el desafío planteado. Las derrotas del último tiempo, primero en las provinciales y después en las PASO, hirieron al capital político de Llamosas y el 22 de octubre podría vivirse con sensaciones de revancha para el intendente que, inmediatamente después de las presidenciales, se abocará de lleno a su rol de jefe de campaña de cara a las municipales del 2024. 

“Los puntos que se buscan no serán solo de Schiaretti”, avisa un referente del PJ local, sugiriendo el retorno de una teoría que el llamosismo intentó suprimir, pero que internamente sigue causando reacciones: para muchos, las urnas también plebiscitarán la gestión local y tendrán un efecto directo en el armado del 2024. Hasta el lunes después de las presidenciales, el intendente riocuartense y su equipo se esforzarán al máximo para traspasar la barrera de los 25.