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Schiaretti y Llaryora encabezarán un encuentro con la dirigencia del interior. Frases más cortas y rápidas, mayor presencia en redes y medios, y velocidad en la reacción política, parte del coucheo al candidato presidencial.
Provincial 14 de septiembre de 2023Por Yanina Soria
A la campaña presidencial todavía le quedan 40 días. Mucho o poco según el ojo con el que se lo mire. El gobernador y candidato presidencial, Juan Schiaretti, decidió exprimir ese tiempo y ajustar todo lo que haga falta para sostenerse en el escenario nacional donde hay tres grandes favoritos: Javier Milei, Sergio Massa y Patricia Bullrich. Pero, además, con el propósito de seguir siendo competitivo en su provincia, de la que necesitará y mucho para octubre.
El cordobés arrancó este segundo tiempo electoral con un notable giro (necesario) en su comunicación y en su modo de decir las cosas. Mucho más activo en redes sociales y en los medios, Schiaretti se muestra más veloz en sus reacciones políticas.
Los cordobeses que lo conocen bien, saben de su estilo mesurado y poco arriesgado, el “no me corresponde opinar de eso” es un sello en muchas de sus respuestas. Por eso no pasó inadvertido que, en los últimos días, frente a distintos temas de la agenda nacional, el gobernador plantara posición y se mostrara contestatario. “Más picante”, resumen algunos.
Lo hizo con Bullrich horas después de que la líder de Juntos por el Cambio le pidiera que se corriera de la competencia, y estas últimas horas también frente al oficialismo nacional. Fue el primero que saltó públicamente tras el anuncio de Massa y el impuesto a las Ganancias, y lo hizo ayer cuando opinó frente al “paro activo” convocado por el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis (ver página 3).
En el mientras tanto, el gobernador está siendo entrenado para hablar con frases más cortas, ser más breve en sus conceptos y dinámico; un coucheo que tendrá como prueba de fuego inicial el primero de los debates presidenciales previsto para el 1° de octubre.
Ese trabajo de asesoramiento personal es apuntalado con otro gran anabólico incorporado para esta parte de la campaña: Martín Llaryora.
El gobernador electo que, en verdad siempre empujó la candidatura nacional de Schiaretti, tomó ahora un rol protagónico. El sucesor del cordobesismo le aporta la energía y el frenesí que el candidato de Hacemos por Nuestro País no tiene por más fogoneo que reciba; lo complementa con un estilo más irreverente, pero con la solidez de quien acaba de ganar las elecciones en el segundo distrito más grande de Córdoba y se proyecta nacionalmente. Mostrar una transición ordenada y armónica entre quien se está yendo del poder provincial y quien lo asumirá, forma parte también del combo que buscar “vender” el cordobesismo. Porque, como ya se señaló desde estas páginas, debajo del objetivo electoral subyace otro vinculado a un reperfilamiento del PJ nacional.
Lo cierto es que Llaryora es, más que nunca, parte activa de la campaña. No sólo militando la candidatura de Schiaretti sino que, estrenando la chapa de nuevo líder del PJ provincial y sus aliados, organiza y moviliza a la tropa.
Algo de eso habrá en la reunión convocada por ambos dirigentes para el viernes a la siesta en el Hotel Quórum de la Capital. Bajo el eslogan “Juan, el voto que vale para hacer un país normal”, hasta allí llegarán dirigentes de todo el interior cordobés.
Capital ya tuvo su acto de arenga y preparación para esta parte de la campaña, y ahora es el turno del resto de los departamentos. Además de bajar un mensaje claro sobre porqué votar a Schiaretti no es un “voto inútil” según el oficialismo, se buscará desperezar a la tropa y poner quinta a fondo en la campaña nacional.
El peronismo cordobés viene de hilvanar dos triunfos en Córdoba y un resultado interesante en las PASO, pero se sabe que la próxima parada no está fácil. En el escenario de tercios que pintaron las primarias el gobernador quedó lejos, muy lejos con menos del 4% de los votos.
Hacemos Unidos por Córdoba necesita custodiar lo cosechado en la provincia y defender el voto por el que irán tanto Javier Milei como Patricia Bullrich y Massa.
Por eso, se esperan discursos encendidos y claros.
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Mestre, en comedores y merenderos . Se viene Alquileres. Activa el PJ del sudeste. El VAR de Di Cola.
La transición provincial se discute en estos términos: herencia, gestión y proyección nacional. La convivencia en Juntos después de otra semana atravesada por la fricción entre el expresidente y la UCR.
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