Llaryora multitasking: suma cambios y tracciona la cruzada capitalina

Por Yanina Soria 

Después del 26-O el gobernador Martín Llaryora pisó el acelerador y comenzó a moverse en todos los frentes políticos que puedan colaborar para pavimentar su camino hacia la reelección del ´27. 

Eso significó post elecciones ponerle fin de inmediato al discurso anti Milei ensayado por el peronismo durante la campaña y achicar rápidamente distancia con el gran vencedor, pero también supuso tomar algunos axiomas libertarios que el electorado local compró y “cordobesearlos”. De nuevo, en este segundo tiempo que arranca el jefe del Partido Cordobés se muestra dispuesto a aplicar tanto peronismo como sea posible y tanto mileísmo como sea necesario. 

Y justamente con la necesidad de comenzar a construir una nueva narrativa que reformule un oficialismo que lleva siete periodos consecutivos en el poder, el gobernador encara cambios políticos tendientes a reforzar el vínculo con los cordobeses y poner la gestión provincial entera en la calle. Eso incluye hacer pie en la Capital, pieza fundamental desde donde se construyó su triunfo provincial en el ´23. 

Por eso, en los últimos días aplicó cambió fichas en el equipo que lo acompaña para dinamizar perfiles políticos. Creó un ministerio para Miguel Siciliano justamente con el objetivo de acercarlo al gobierno de Daniel Passerini; fusionó la cartera que comandaba el extrapartidario Pedro Dellarossa con el de Bioagroindustria empoderando a Sergio Busso; habilitó el pase del ex titular del Tribunal de Faltas municipal, Juan Manuel Aráoz, como secretario de Seguridad para secundar a Juan Pablo Quinteros; y en Navidad sorprendió con la disolución de dos carteras que, supuestamente, funcionaban muy bien: Ambiente y Desarrollo Humano. Las ahora ex ministras Victoria Flores y Liliana Montero, pasaron a ocupar secretarías en el ministerio de Educación y Salud respectivamente. 

Y cuando todo parecía indicar que por este 2025 no habría más enroques, el gobernador sorprendió ayer otro. Mientras se desarrollaba la última sesión legislativa del año, con una agenda de temas calientes impulsados por el propio oficialismo, el Panal dejaba trascender otro nombre que dejaría su lugar en la Legislatura para saltar al gabinete.  

La parlamentaria y hasta ayer vicepresidenta del cuerpo, Nadia Fernández, tomó licencia para ahora ser parte del ministerio de Justicia y Trabajo que comanda Julián López. 

La dirigente capitalina fue designada en un cargo de secretaría general de la cartera de Justicia (que no tiene rango ministerial) desde donde tendrá bajo su responsabilidad, fundamentalmente, la articulación política con dos fuerzas: el Servicio Penitenciario y la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA). 

Según trascendió el gobernador y el ministro venían barajando la posibilidad de sumar a alguien con más alto perfil a esa área y la ex legisladora reúne las condiciones que buscaban. 

De hecho, el peronismo también sentirá esa partida de la Legislatura donde el oficialismo todavía se está acomodando tras la salida de Siciliano como jefe de bancada. El ahora ministro, junto a Nadia Fernández y el actual titular del bloque, Facundo Torres, habían construido un tridente que, sumado a la vicegobernadora Myrian Prunotto, funcionaba bien y políticamente rendía en la Cámara. Ahora, con la salida de Fernández, la referente del GEN Doris Mansilla ocupará ese lugar. 

La Capital, no se negocia

Ayer por la tarde, el gobernador Llaryora encabezó junto al intendente Daniel Passerini un acto de gobierno donde inauguraron el renovado Centro Deportivo Los Filtros en Villa Martínez. 

El mandatario estrenó tono de campaña capitalina y con su discurso dejó en claro que se pondrá al frente del proceso para apuntalar desde la gestión pero también desde la política la ciudad que también gobernó y que le aporto el diferencial necesario para ganarle la gobernación a Luis Juez. 

Llaryora elogió a Passerini, habló de equipo y les agradeció a los vecinos haberlos puesto con sus votos al frente de la Provincia y la Municipalidad. 

“Ustedes nos llevaron al lugar donde estamos y nosotros no nos olvidamos. Por eso les quiero agradecer a cada uno de ustedes por ese apoyo. Yo no me olvido que hace más de 5 años cuando nosotros vinimos a la Capital con Daniel, muchos de estos barrios estaban totalmente abandonados, estaban en la desidia absoluta, y nosotros empezamos a traer esas obras que parecía nunca llegarían”, dijo el gobernador.

Lejos de las premisas libertarias que imponen ajuste y promueven lo individual por sobre lo colectivo, el mandatario le habló a una barriada popular en tono conciliador destacando la presencia del Estado en el territorio. 

“Gracias, por eso quería pasar a saludarlos. Gracias por acompañar a Daniel, no podríamos hacer esto si el intendente no fuera Daniel Passerini, un médico con corazón que viene de superar una enfermedad y acá está con nosotros. Alguien que se antepuso a la enfermedad, no dejó de laburar un día para los cordobeses. Por eso que mejor manera de llegar a fin de año que esta, los tiempos son difíciles, pero no bajemos los brazos. Vamos a seguir construyendo oportunidades”, agregó Llaryora.