Fiscalización: la interna libertaria se proyecta hasta el balotaje

Por Felipe Osman

En cualquier otro contexto, los libertarios cordobeses deberían moverse a sus anchas. Parados en el más anti-kirchnerista de los distritos y habiendo sacado de la pista al PRO, solo les quedaría esperar una avalancha de votos que los habilite a presentar en Buenos Aires las facturas por lo cosechado en Córdoba. En cualquier otro contexto… pero no en el actual.

Unión por la Patria espera hacerse fuerte en el Conurbano Bonaerense que, según marca el historial, vota peronismo. Y si eso sucede, La Libertad Avanza sólo podrá descontar la diferencia haciendo exelentes elecciones en los otros distritos de mayor envergadura. El principal de ellos, Córdoba.

En torno al debate, la conclusión que los libertarios comparten (en off) es que Milei no ganó, pero tampoco perdió votos. Por el contrario, sorteó la última gran prueba previa a los comicios y consiguió mostrar un perfil relativamente moderado, evitando exabruptos y defendiendo las principales propuestas de su plataforma electoral. Fue un Milei correcto. Prolijo. Casi adocenado. Al buqué del elector de Juntos por el Cambio. En suma, orientado al voto que necesita seducir.

Además, creen que la “campaña del miedo”, que fue efectiva en las Generales, ya no tendrá la misma capacidad de daño en el balotaje. Y que conforme se acerque el día de la votación, el electorado irá entrando cada vez más en la lógica que la mesa de campaña de Milei, comandada ahora en los hechos por los consultores de Mauricio Macri, quiere imprimir: continuidad o cambio.

Esas buenas sensaciones no terminan de compaginarse con encuestas que los sitúan entre los 65 y los 74 puntos en Córdoba. Cualquiera de ellas habla de un triunfo categórico. Pero no todas dan lo mismo.

Si el número fuera 65, Unión por la Patria conseguiría romper el techo de los 30 puntos en la provincia, alcanzando un resultado que le pone freno a Milei en un distrito en el que el libertario necesita arrasar. Si el resultado está más cerca de los 74, Milei habría cumplido la consigna de conseguir un triunfo demoledor en Córdoba, capaz de dejarlo a tiro de Massa si la elección en Mendoza y Capital Federal lo tienen, también, como amplio vencedor.

Para catalizar esos resultados los armadores del libertario esperan que el ex presidente consiga, esta semana,  respaldos expresos de Alfredo Cornejo y Jorge Macri, mientras preparan un cierre nacional sin precedentes en Córdoba, al que asistirán no sólo el candidato y su vice, sino también dirigentes de todo el país encuadrados en LLA. La interrogante es si participaran, además, dirigentes del PRO.  

También hay dificultades. La primera, el fin de semana largo. Armadores locales de LLA vienen advirtiendo que las sierras de Córdoba tienen índices de reserva que superan el 70 por ciento para el fin de semana largo, y están convencidos de que se trata de simpatizantes de Juntos por el Cambio, con capacidad de consumo para vacacionar y sin compromiso partidario hacia el armado liberal-libertario para quedarse a votar.

Además, insisten en criticar el armado de la fiscalización. No niegan que la musculatura territorial del PRO es capaz de subsanar las deficiencias que LLA mostró incluso en las Generales, pero creen que la coordinación del operativo no alcanzará a cubrir las localidades del interior profundo de Córdoba, y hasta sospechan que existan “errores deliberados”.

Por la tarde de ayer circuló la versión de que, al igual que en Buenos Aires, LLA había enviado en Córdoba menos votos de los recomendados por la Justicia Electoral para acompañar las urnas. Esas versiones fueron luego desmentidas por autoridades de Tribunales Federales. Pero aún así, actores de LLA insisten en que los votos distribuidos no son suficientes, y que la capacidad del operativo de fiscalización para reponerlos es limitada. Algo grave en un distrito donde los libertarios necesitan la mejor de las victorias.