La cúpula del cordobesismo se mostró en familia tras el acuerdo post electoral con el presidente electo. Púas de la revitalizada vieja guardia” con destino elevado a los que “recularon en chancleta”. El reclamo de blanqueo que no viene de adentro ni de la oposición provincial.
Provincial 27 de noviembre de 2023
Bettina Marengo
Por Bettina Marengo
Con designaciones cordobesistas ya confirmadas y otras en proceso en el futuro gobierno del derechista Javier Milei, el peronismo cordobés mostró foto de unidad familiar el sábado a la noche en la inauguración del puente peatonal que une la ex Plaza Austria con el Parque Las Heras-Elisa, bautizado puente “450 Aniversario”. Allí estuvieron el gobernador Juan Schiaretti, su inminente sucesor Martín Llaryora, la senadora y primera dama provincial Alejandra Vigo, el próximo intendente de la Capital, Daniel Passerini, el influyente ministro de Obras Públicas, el hiperschiarettista Ricardo Sosa y, entre otros, el secretario de gobierno municipal y futuro jefe del bloque legislativo del oficialismo, el llaryorista Miguel Siciliano, a quien la reverdecida “vieja guardia” de Schiaretti/Vigo goza diciendo que está “reculando en chancleta” tras su apoyo en el balotaje al peronista Sergio Massa. Una púa que tiene destinatario más arriba de Sciliano, porque fue el propio mandatario electo quien habilitó el juego por el tigrense.
La foto no incluyó a los vices extrapartidarios y dice muchísimo para afuera y para adentro.
Con el acuerdo no blanqueado con La Libertad Avanza, Hacemos Unidos por Córdoba dio el salto más importante y riesgoso por fuera de la tranquera provincial desde que está en el poder, aunque voceros autorizados sigan hablando de “gobernabilidad” y de “decisiones particulares” de un puñado de funcionarios con experiencia, porque la hora del país lo necesita.
“Milei ya no es Milei”, y “Milei ya no es un antisistema”, son dos frases que utiliza el núcleo duro del PJ para argumentar ante la tropa el acercamiento al hombre que hace unas semanas significaba “el salto al vacío” pero que ahora tiende puentes con Brasil y China. Lo cierto es que el gobierno cordobés ya veía más menemismo que antiperonismo en el libertario. A eso hay que sumarle la relación compartida con Mauricio Macri: en política siempre hay que aplicar propiedad transitiva.
Por las dudas, la crema del oficialismo buscó dejar en claro que Schiaretti y Llaryora no tienen fisuras sobre los pasos que se están dando, que piensan lo mismo sobre la estrategia nacional que comanda el todavía gobernador, y que están apoyados por el 74% de los cordobeses que votaron al líder de La Libertad Avanza, lo que dejaría sin plafón ni argumento al regimiento de peronistas que al menos en palabras, bregaron por el triunfo de Massa. “Cada uno hace política en su baldosa”, explicó un neomileista capitalino.
Se descuenta que la base se disciplinará. Pero mal que le pese a la austeridad explicativa de Schiaretti, sus movimientos no serán sin ruidos nacionales. El viernes hubo un pedido de blanqueo que no provino del interior del oficialismo ni de la oposición local de Juntos por el Cambio. Uno de los más influyentes periodistas del país, Marcelo Longobardi, reclamó al aire que tanto Schiaretti como Macri formalicen en público “la coalición” que formaron post elecciones con Milei. “Es apropiado que exhiban públicamente el acuerdo, sino aparecen como algo debajo de la mesa, espurio, por cargos”, señaló, tras decir que es “muy evidente” el acuerdo político y que “hay que hacerse responsable”.
Junto al resultado electoral abultadísimo a favor de Milei, la falta de técnicos del espacio del presidente entrante es otro de los motivos que los oficialistas esgrimen para explicar las nuevas relaciones con la ultraderecha. “Cómo negarle técnicos si nosotros tenemos a los mejores”, dicen. Hay intereses concretos. La Caja es el principal y por eso Osvaldo Giordano asumirá en Anses, de donde salen los fondos para el sistema previsional de Córdoba que Llaryora necesita destrabar. Los subsidios al transporte, los biocombustibles, la obra pública.
Para todo lo demás estará el bloque schiarettista en Diputados, que Hacemos Unidos intentará que sea un interbloque federal más amplio que el actual, con referentes de diferentes provincias, conducido por Ignacio García Aresca, mano derecha de Llaryora. En el llaryorismo tienen expectativa de ganancia y capitalización, pero no habría dirigentes propios puros en cargos nacionales. “No nos alcanzan para nosotros”, se escudan. Recuerdan que Llaryora no conoce personalmente a Milei y que se dedicará los primeros 18 meses de su mandato solamente a la gestión. El mismo tiempo que cerca del sanfrancisqueño establecen como plazo para que se concrete el cambio real de poder en el partido de gobierno de Córdoba. Ahora, un tiempo intervenido por el factor Milei.
Tras una nueva reunión con la conducción provincial del gremio, el Centro Cívico pospuso para mañana la nueva oferta a los docentes, que analizarán la propuesta la semana próxima. La aceptación o el rechazo llegarán cuando se haya agotado la conciliación.
Tras siete meses, se designó a un nombre de LLA al frente de ANSES. La abogada Silvina Drovandi asumió como directora de la delegación local. Es la segunda dependencia que suma un nombre libertario. Resta blanquear quién será el titular de la Agencia Territorial de Empleo.
Aunque fue el segundo encuentro ordinario del periodo, la de ayer se sintió como la primera con la aprobación de las comisiones y la designación de cargos pendientes. La primera minoría (Primero Río Cuarto) ya tiene prosecretario y propuso representante en el EMOS.
La primera sesión legislativa del segundo semestre se vio atravesada por una discusión inédita que nadie vio venir. La crisis que atraviesa el multimedio de los SRT terminó siendo el chivo expiatorio de la “politiquería” en la Unicameral.
