La fragilidad de las promesas

Caricaturizar los rituales que todavía siguen consagrando como esposos a los novios, es la veta que explora “El anillo de boda”, la ópera con libreto de Fanny Pérez y música de Mario Rossi, que fue repuesta hace unos días en el Libertador, luego de haber sido estrenada en 2022 en el Teatro Real.

01 de marzo de 2024 J.C. Maraddón J.C. Maraddón
ilustra torta de boda con tormenta

J.C. Maraddón

En un mundo no tan alejado en el tiempo, los relatos de ficción que se enfocaban en historias románticas respetaban lo que en aquel entonces eran los parámetros de comportamiento legitimados por la costumbre y plasmados en la legislación vigente, que casi siempre se basaban en preceptos religiosos. Por eso, el epílogo feliz de esas narraciones consistía en que la pareja en cuestión (heterosexual, por supuesto) noviaba, se casaba y conformaba un hogar con varios hijos, colofón ideal que representaba el anhelo de la mayoría de las personas en ese universo naíf donde las cosas parecían ser claras y concretas.

Claro está que no siempre la dupla protagónica conseguí arribar a esa meta, acuciada por inconvenientes del más variado tipo que la dejaban fuera de carrera, en lo que representaba un fracaso difícil de superar. Peor aún si la interrupción ocurría cuando el matrimonio ya se había consumado. Y mucho más grave era cuando ya existía una prole que estaba condenada a padecer la separación de sus progenitores. Estas tres instancias constituían una falta a los mandatos que regían la vida en sociedad y situaban a los involucrados  en una condición de parias a la que nadie en su sano juicio quería verse sometido.

Reglas tan firmes como arbitrarias, resultaban así una invitación a la hipocresía por parte de quienes preferían disimular cualquier desavenencia con tal de no caer en desgracia. Se aceptaban infidelidades, maltratos y otras calamidades, para no asumir públicamente la realidad de que el amor de había acabado y no había chances de reavivar la llama. Las películas y novelas más audaces se atrevían a revelar estas irregularidades que desafiaban a la norma, pero casi siempre desde la perspectiva de que el ideal a perseguir era “amarse para toda la vida” y que cualquier disidencia pecaba de irreverente.

La evolución de los hábitos transformó de modo progresivo estas concepciones y eso se reflejó en la manera en que los creadores planteaban sus comedias y dramas románticos, incluyendo la oposición a esas antiguas fantasías que condicionaban las actitudes y borraban las diferencias. Se abrió entonces el juego a una diversidad amorosa en la que lo que prima no es ni la duración del vínculo sentimental, ni la exclusividad sexual, ni la convivencia ni los juramentos ante instituciones jurídicas o religiosas. Sin embargo, el problema se suscita cuando ambos enfoques se enfrentan en la vida real y deparan consecuencias irreparables.

Esta es justamente la veta que explora “El anillo de boda”, la ópera con libreto de Fanny Pérez y música de Mario Rossi, que fue repuesta hace unos días en el Teatro del Libertador, luego de haber sido estrenada en 2022 en el Teatro Real. Con un numeroso elenco en escena, entre músicos, coristas y solistas, la obra apela a un tono en apariencia jocoso para reflexionar sobre esa cuestionada entelequia del amor romántico que se sueña eterno y que sólo puede conducir al altar, como requisitos para una felicidad que a esta altura ya se ha evidenciado poco creíble.

Elementos que alguna vez fueron imprescindibles para sellar el compromiso amoroso, como la fiesta y el anillo de boda, son el disparador que el argumento utiliza para denunciar la fragilidad de ciertas promesas y para demostrar que los dogmatismos no pueden encorsetar los sentimientos, cuyo fluir suele quedar fuera de toda lógica. Al caricaturizar los rituales que todavía siguen consagrando como esposos a los novios, esta ópera acata muchas de las normas que rigen el formato lírico, para representar la imposibilidad de atenerse a pautas perimidas si lo que se quiere es abarcar el abanico –tal vez inabarcable- de las relaciones humanas.

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