El archivista y su amor por las películas

Fernando Martín Peña, el mayor referente de la cinefilia argentina, comprometido con el valor supremo del material fílmico que sin pausa rescata, conserva y difunde, es objeto del documental de Enrique Bellande “La vida a oscuras”, que estrena hoy el Cineclub Municipal.

Cultura 20 de julio de 2023 Gabriel Ábalos Gabriel Ábalos
Enrique Bellande y 'La vida a oscuras'
El documental de Enrique Bellande retrata la pasión del gran coleccionista fílmico argentino Fernando Martín Peña.

Por Gabriel Ábalos

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El realizador de “La vida a oscuras”, relata el proceso de retratar el trabajo de un verdadero maestro y gran coleccionista, en un país desgraciadamente sin cinemateca. El filme se pasa hoy a las 15.30 y a las 20.30, la segunda función contará con la presencia del director Enrique Bellande, también responsable de la edición del Diario de la Filmoteca (Blatt & Ríos), de Fernando Martín Peña.

“Cuando le propuse a Fernando empezar a filmarlo, creo que lo tomó bien. Con él nos conocemos hace muchos años ya, desde 1991. Nunca fuimos amigos, la verdad, en el sentido estricto, pero sí fuimos cercanos. Es decir, yo fui público de Fernando desde muchos años, de sus funciones que fue haciendo a lo largo del tiempo en mil lugares, en el Maxi, el Club de Cine, el Atlas Recoleta, el Malba. Él, además, programó mi película Ciudad de María, fue la segunda película argentina que se estrenó en el Malba. Programó Camisea en el Bafici, que también era una película difícil de programar, porque era un encargo de una empresa. Tengo un vínculo sólido con él de mucho tiempo, y estaba seguro de que iba a aceptar. Lo que sí me pidió fue un poco, no sé si de distancia, pero que no lo molestase mucho. Pero creo que le gustó también que vaya y se lo proponga.

“Ahora bien, una vez que empezamos a filmar la película, la actitud de Fernando fue un poco mutando, digamos. Inicialmente creo que lo puso muy curioso y le gustaba que yo esté merodeando con la cámara, pero esa novedad se fue diluyendo con el tiempo y apareció obviamente el Fernando hosco, que todo el mundo conoce, ¿no? Y en ese sentido fue difícil trabajar, porque se ponía escurridizo, o porque yo necesitaba que algunas puertas me las abra él, en el sentido de que él me cuente a dónde iba a estar, qué iba a hacer, pero no me avisaba algunas cosas o me decía que prefería que no vaya. Aun así, mal que mal pude ir avanzando y sumando material. En algún momento, más allá de esta confianza que te contaba que teníamos, creo que le agarró algún miedo de cómo sería la película terminada. Nunca se involucró él en cómo sería la película, nunca hablábamos, nunca discutimos absolutamente de nada. Pero cuando vio que yo me estaba acercando a un final, me empezó a pedir que la quería ver. Yo no se la quería mostrar, la verdad, estaba muy tranquilo con lo que era la película y me parecía que lo mejor hubiese sido mostrársela con público, que pueda recibir eso directo. Pero él estaba un poco precavido y me insistió en tener una función previa a verla con público. Y nada, vino un día a casa y la vimos y creo que estábamos los dos preparados para pelearnos, para que haya problemas, para que algo no le guste y yo negarme a cambiarlo. Pero la película le gustó mucho y creo que lo conmovió. Y a partir de ahí la vio un montón de veces, en todas las funciones del Bafici la vio, también la llevó él a Cosquín, yo no fui, y la presentó. O sea, hay algo en la película que a él le gusta mucho. Más allá de su figura, creo que él defiende cierta vitalidad que tiene la película, cierto humor. Así que él está, en ese sentido, muy contento y orgulloso hoy de la película.

“La película no se propone dar un perfil completo de Fernando, sino más bien de documentar su trabajo. No se propone construir un perfil biográfico con su historia y sus puntos claves. Hay un montón de cosas que la película no cuenta: quién fue Octavio Fabiano, ni quién fue Fabio Manes, personas muy importantes en su vida. Prácticamente no se cuenta nada sobre el hallazgo de Metrópolis, ni un montón de cosas, no cuenta su faceta docente. Es un perfil más bien acotado de algunas partes de su trabajo, especialmente de sus tareas como proyectorista, presentador, pero también hay un par de rescates de material viejo que él va y rescata o también cómo él va administrando el archivo que tiene en su casa. Yo creo que lo que mejor registra la película es la fuerza imparable e irrenunciable que tiene Fernando, esa cosa de no parar nunca ante nada. Y después trata de mechar un poquito de cada cosa, también un poco del programa de tele, su tarea como presentador. Creo que se ve como una amalgama de varias tareas que va haciendo y esa cosa que te decía de alguien muy cabeza dura, que no va a parar y que va a seguir haciendo lo que ama toda su vida.

“La verdad es que yo me siento conforme con la película, creo que la película está bien, creo que tiene fuerza, y lo veo también en cada función, o sea, siento que la película, como te decimos nosotros, funciona, o sea, que mantiene al espectador adentro, aunque tiene sus tiempos, no diría que es tan exigente, pero sí que es una película seca, sin música, con muy pocos diálogos. Pero veo que el espectador se queda muy adentro y que hay muchos puntos donde se conmueve mucho la gente. Por ese lado estoy muy tranquilo y muy contento, y en general creo que pude sacarle el jugo a lo que tuve. Fernando no fue el personaje más colaborativo, en el sentido al que uno está acostumbrado. A Fernando no podía importarle menos. Entonces, por un lado, tenía muchas ganas de que yo haga la película, pero por otro lado ninguna gana de que lo filme. En ese sentido no conté con toda la amplitud y diversidad de material que me hubiese gustado filmar, o que normalmente hubiese filmado en otro proyecto parecido. No tenemos esa diversidad de material inmensa que yo hubiese preferido tener, pero creo que hay algo en el recorte que funciona. Algo en cierta distancia que yo mantuve sobre Fernando. Es una película bastante dedicada a él y que obviamente está hecha con una mirada cariñosa, pero que también mantiene cierta distancia con el personaje, y creo que eso también funciona, la película no es una hagiografía que busca poner a Fernando en el pedestal, sino que observa más bien su trabajo, las imágenes, los sonidos, las situaciones que se dan en ese contexto, y esa distancia, esa sequedad que a veces tiene la película, creo que funcionan y te acercan, en vez de alejarte te acerca el personaje, lo dotan de vida.”

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