Cultura Por: J.C. Maraddón20 de febrero de 2025

La música más intrigante

Tras el estreno del primer episodio de la tercera temporada de la serie “White Lotus”, lo que resulta más evidente en lo visto y oído hasta el momento, es que el director Mike White ha vuelto a poner especial cuidado en la banda sonora, tal como lo hizo en ocasión de situar la acción en otros destinos turísticos.

J.C. Maraddón

Multipremiada en los últimos años y aclamada por el público, la serie “The White Lotus” genera gran expectativa con cada nueva temporada y esta vez ha sido la tercera la que se estrenó el domingo pasado en Max, donde ya está disponible el primero de los ocho episodios que se irán dosificando semana tras semana. El director Mike White, quien también es autor del guion, ha transformado en un ritual el consumo de esta producción en la que se repiten ciertos patrones, aunque suele no convocar los mismos actores y no existe una continuidad entre las historias, que transcurren en diversos escenarios.

Entre las cosas que el realizador reitera como un gesto de complicidad con el público, se destaca la intromisión de un crimen a manera de estrépito impensado en el contexto de un resort exclusivo de la cadena White Lotus, donde gente de la alta sociedad concurre para vacacionar. Conflictos acordes al nivel de esos privilegiados pasajeros irán develando la oscuridad que subyace detrás de esas vidas en las que el lujo forma parte de lo cotidiano. La trama suele ofrecer una necesaria dosis de intriga que, combinada con un toque de comedia negra, expresa la intención de poner en ridículo a esos ricachones hastiados de presumir grandezas.

Aunque a algunos medios de prensa desde Max se les compartieron seis episodios, los usuarios de la plataforma solo han podido hasta ahora ver el del inicio, donde ya se vislumbran algunos de los hilos argumentales que caracterizan las realizaciones de Mike White, como lo es el paralelo entre la opulencia de los turistas y el normal desenvolvimiento del personal que los atiende. En esas interacciones es donde “White Lotus” ha venido insertando sus pasajes más efectivos, y pareciera ser que esta vez volverá a asentar su narrativa en ese contraste de evidente desigualdad.

Pero lo que resulta más interesante en lo visto y oído hasta el momento, es que White ha vuelto a poner especial cuidado en la banda sonora, tal como lo hizo en ocasión de situar la acción en Italia. Y si bien el tema principal ha sido compuesto nuevamente por el chileno (residente en Canadá) Cristóbal Tapia de Veer, esta vez no practicó variaciones sobre la pieza que había elaborado en la temporada 1, a la que remezcla en la temporada 2, sino que se propuso encontrar algo más alegórico al exótico país donde ahora se traslada el eje de la serie: Tailandia.

Lo inesperado es que como fondo de esmeradas escenas que capturan las bondades de un paisaje idílico, se escucha música local con componentes que mixturan elementos tailandeses con sonidos occidentales, en un cóctel que aparece como insólito para melómanos no acostumbrados a semejante hibridez. Porque, tal como aconteció en los rincones más y menos apartados del planeta, el rock y el pop anglosajones lo fueron copando todo, hasta forzar el nacimiento de géneros desconocidos para nuestra humilde percepción, pero que exponen una riqueza notable, de la que “White Lotus” promete brindarnos una perspectiva digna de ser profundizada.

Entre otras gemas, por ejemplo, esta primera temporada nos deja apreciar un tramo de una canción de título impronunciable para nosotros, cuya traducción al inglés sería “Oh my god”, interpretada por Little Fox, uno de los representantes actuales de un estilo llamado “thai indie”. Y además se incluye “Maria también” del trío estadounidense Khruangbin, que toca bajo la confesa influencia del funk tailandés, en un ida y vuelta musical donde ya es difícil encontrar cuál es el origen. Aunque se extrañe la presencia de la actriz Jennifer Coolidge, “White Lotus” quiere seguir desasnándonos sobre músicas del mundo.

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