Cultura Por: J.C. Maraddón16 de mayo de 2024

Tan actual que impresiona

En la copia restaurada de “Let It Be” que se acaba de incorporar a la oferta de Disney+, se adosa una introducción al filme original en la que el director Michael Lindsay-Hogg, a sus 83 años, reconoce que está confiado en que esta recuperación de su obra es una especie de revancha.

J.C. Maraddón

En mayo de 1970, cuando se estrenó el documental “Let It Be” de Michael Lindsay-Hogg, nadie podía imaginar que al despuntar el siglo veintiuno el mundo iba a caer subyugado por el formato de los reality shows, con su obsesión por seguir paso a paso a ciertas personas en determinadas situaciones. Tal vez por eso, las críticas a ese filme fueron lapidarias, sobre todo porque se le achacaba inmiscuirse en momentos vergonzantes de la intimidad del grupo, que ponían al desnudo las disidencias internas y que, según esos analistas, no era necesario mostrar, ya que iban en desmedro del mito.

Pero claro, esos juicios negativos eran el colofón de un proyecto cuyo desarrollo había sido muy accidentado, al punto que el largometraje se vio en los cines más de un año después de haber sido registrado. Lo que iba a ser el testimonio de la preparación de los Beatles para lo que sería su primer concierto en vivo después de casi tres años, terminó convertido en el canto del cisne de la banda más popular del planeta, que apenas si iba a poder tocar unos pocos temas en directo en la azotea del edificio de Apple en el frío enero londinense de 1969.

Las diferencias de opinión entre los integrantes del cuarteto hicieron que, una vez filmado el material de “Let It Be”, se desestimara la idea y todo quedase archivado hasta más ver, con la queja de los inversores, que querían ver ejecutado el plan que les había sido propuesto. En el medio, ese mismo año y para calmar ansiedades más que por otra cosa, el grupo entró a estudios para dar forma al álbum “Abbey Road”, en lo que sería en los hechos la última vez que grabarían juntos. Tras esas sesiones, las discusiones se profundizaron aún más.

Ante el cariz que tomaban los acontecimientos, se decidió entregarle las cintas de audio de “Let It Be” al productor Phil Spector, para que realizara la mezcla definitiva. Esto exasperó el ánimo de Paul McCartney, que consideraba como algo suyo esa iniciativa, y el asunto ya no tuvo marcha atrás. Al momento en que los fans de los Beatles pudieron por fin ver la película, la banda ya no existía más como tal y eso influyó en el juicio que se emitió acerca de esa producción, en la que algunas de las causas de la disolución quedaban expuestas ante las cámaras.

En la copia restaurada de “Let It Be” que se acaba de incorporar a la oferta de Disney+, se adosa una introducción al filme original en la que el propio Lindsay-Hogg, a sus 83 años, reconoce que está confiado en que esta recuperación de su obra es una especie de revancha frente a la incomprensión que sufrió entonces. Y lo hace en diálogo con Peter Jackson, el director que tuvo a su cargo la tarea de utilizar las horas y más horas grabadas en 1969 para elaborar los tres episodios de la serie “Get Back”, presentada también por Disney+ en 2021.

Nada nos obliga a creer que no se trata esta vez de otro intento por seguir extrayendo ganancias del arcón beatle, un fenómeno del que esta realización recoge precisamente el proceso de degradación de las relaciones entre esos músicos que llevaban una década en conjunto. Sin embargo, tal vez revisar esa pieza de Michael Lindsay-Hogg despojados de los prejuicios que envolvieron su debut en pantalla y con las virtudes de las nuevas tecnologías, nos permita entender un poco mejor lo que se propuso hacer ese cineasta, en un formato que 55 años después parece tan actual que impresiona. 

Te puede interesar

Sólo para aprobar una materia

Un encomiable esfuerzo ha realizado Netflix para honrar el épico “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez a través de una serie disponible desde hace algunos días, que no se decide a adecuar de modo radical lo novelado y hasta apela a la voz en off, una herramienta obvia en estos casos.

“Tango Serrano” se escribe con erre

Según sea el lector de acá o de allá, o más al norte o cerca de un valle, o de las nieblas del Riachuelo, pronunciará las “erres” a su modo. Daniela Mercado y José Luis Aguirre juntaros sus erres y grabaron un tango “con el cielo en todos lados”.

Sin nada de recursos exóticos

“Jurado N°2”, la más reciente película dirigida por Clint Eastwood que acaba de ser estrenada en la plataforma de Max, se encuadra a la perfección dentro de ese modelo de cinematografía que abreva en las raíces y se hace fuerte desde una adhesión plena a lo que indica el manual.

Hidrografía personal de Héctor Tortosa

El disco “Ríos” ofrece un trabajo musical que se detiene ante cada uno de nueve ríos argentinos, a tributar su entorno sonoro, su paisaje, su carácter en la guitarra, con aportes de voz solista, percusión y textos leídos.

Promesas cumplidas en exceso

Por estos días es noticia el próximo estreno de una cinta documental, titulada “Becoming Madonna” y producida por la cadena Sky, que pretende ser la “biografía definitiva” de esta artista que dominó el panorama musical de finales del siglo veinte y que todavía se resiste a abandonar el centro de la escena.

Caras y caretas cordobesas

La leyenda oral, los libros intermediarios, la mirada de la ciencia, así como un artículo periodístico de 1900 y una reciente película de terror, remiten al “ucumar”, criatura fantástica que se vuelve real en virtud del arraigo de su creencia.