
El cacique de los municipales insultó en términos personales al intendente, y los concejales peronistas salieron a hablar de “casta sindical”. .
Más allá de las hostilidades tácita o expresamente consensuadas, el conflicto municipal aglomera muchos otros capítulos, que exceden por largo la cuestión paritaria. Y en ese quirófano, el municipio cuenta con un amplio instrumental.
Municipal16 de mayo de 2025Por Felipe Osman
El Suoem realizó quince cortes, en distintos puntos de la ciudad, con la intención de llevar el conflicto con el Palacio 6 de Julio a una suerte de guerra de guerrillas, maximizando su poder de fuego, que no es otro que perturbar, cuanto sea posible, el día a día de los vecinos, para que sean éstos los que reclamen al intendente un acuerdo de paz con Daniele.
Es, debe decirse, un reloj que corre lento. Todos saben, a uno y otro lado del mostrador, que en los conflictos con el sindicato el contribuyente suele pararse, primero, del lado del municipio, y recién después de agotada su resistencia, el ciudadano se vuelve para reclamar una solución al Palacio Municipal. La cuestión, como siempre, es saber en favor de quién corren las agujas.
Sin PASO, faltan más de cinco meses para las elecciones. Y apenas un mes y medio para que quede determinada la base sobre la cual se calcularán los aguinaldos.
Passerini viene de un arranque de gestión escasamente satisfactorio para los vecinos. Acaba de dar un sacudón a su gabinete, con varios cambios y, más importante aún, conserva las renuncias del resto de sus funcionarios, con la tinta todavía fresca, sobre el escritorio. Lanzó un intensivo plan de bacheo y afinó -después de algunas turbulencias que sí existieron- su relación con El Panal. Estará parado junto al gobernador en los cortes de cinta que haya previo a octubre, sancionó Ficha Limpia casi en absoluta sincronía con las críticas de Llaryora a la caída del proyecto en el Senado. Su gestión está en fase de reconfiguración. Y un conflicto con el Suoem es viento de cola para su relanzamiento.
Daniele, por su lado, viene de revalidarse al frente del sindicato con un amplio respaldo (84 por ciento de los votos), pero con una modesta participación. Tiene en el retrovisor la gestión de Llaryora, que cercenó la jornada municipal y pasó al “negro” varios conceptos en los recibos de sueldo, alivianando no sólo la carga de las contribuciones, sino disminuyendo también el aporte de cada afiliado al sindicato. Por delante, en tanto, no tiene a un intendente, sino a un intendente y un gobernador. El segundo, en conflicto con los estatales provinciales, con los que aplica mano de hierro al punto de descuadrar a las conducciones gremiales que suelen rendirle pleitesía ante al fenómeno de los auto-convocados.
Quienes trajinan las redes del sindicato y sus dirigentes gremiales, apuntan el descontento que existe en múltiples reparticiones por el reparto que delegados e integrantes de la conducción hacen de las becas, primer escalón en el “cursus honorum” hacia la planta permanente de hijos y allegados de los empleados municipales.
Esa es una de las variables que controla el Ejecutivo en la negociación subterránea con el gremio. Pero no la única.
La asignación de “horas módulo” –horas extra- y los descuentos por jornadas u horas no trabajadas es un punto de presión que la Provincia utiliza desde antaño y al que también apeló la Municipalidad en el último conflicto con el Suoem. En una reciente nota con Canal 12, el intendente avisó que habrá descuentos.
Si las asambleas y quites de colaboración se extienden, los descuentos alcanzarán para pagar buena parte de los aguinaldos. El propio conflicto financiará la paz.
Los sumarios administrativos son, ya desde la era mestrista, otra herramienta en el instrumental de un Passerini que rechazó la motosierra, pero habló de bisturí.
La metáfora, que no se adivina casual, indica que el Ejecutivo intentará evitar los movimientos toscos, y operará con precisión en el conflicto, tocando los puntos sensibles del gremio para llegar, cuando los juzgue oportuno, a un acuerdo que no lastre las expectativas de la gestión, que aún tiene mucho por demostrar para inclinar hacía sí la balanza.
El cacique de los municipales insultó en términos personales al intendente, y los concejales peronistas salieron a hablar de “casta sindical”. .
Sindicato Unión de Obreros y Empleados Municipales realiza una nueva medida de fuerza tras rechazar la última propuesta salarial del gobierno municipal.
La oferta del Ejecutivo gremio fue seguirlo conversando. El Suoem, que desgastó a sus bases en un reclamo estéril, se desliza sin resistencia hacia julio; léase, a perder contra el calendario. Passerini, que hace del tiempo su mejor arma, todavía tiene la conciliación obligatoria bajo la manga.
El concejal radical apuntó contra el Municipio luego de que hayan apelado su sentencia, la cual iba a visibilizar los datos de los alquileres que paga el mismo.
La primera reunión Municipalidad-Suoem ante en el ministerio de Trabajo no arrojó resultados concretos. Tras cuatro horas de una asamblea a cielo abierto del gremio, el municipio ratificó su postura, y habrá un cuarto intermedio hasta el viernes. La conciliación obligatoria ni siquiera fue necesaria.
Sindicato de empleados municipales y Municipio negocian un nuevo acuerdo salarial tras meses sin aumentos y reclamos por precarización laboral. La mediación continúa hoy, sin protestas programadas.
El ex gobernador se reunió ayer con autoridades de la Cámara Argentina de la Construcción. No hizo ninguna referencia al fallo de la Corte ni al escenario político que se abre. El PJ cordobés sigue fingiendo demencia.
Luego de la nota publicada el jueves por este diario, que dio cuenta del rechazo del mundo K cordobés a integrar al Frente Renovador en una lista legislativa para octubre, uno de los referente de Sergio Massa en Córdoba salió al cruce y acusó al cristinismo local de moverse como un “partido testimonial de izquierda” preocupado por “repartirse cargos”. El sábado hay actividad del FR en Córdoba con presencia de dirigentes nacionales que responden al tigrense.
El jefe del bloque de Hacemos en la Unicameral dijo "no necesitamos aclarar nuestra postura frente a temas judiciales". "No los escuché pararse de manos para defender a nuestros productores agropecuarios por las retenciones", les dijo a los legisladores nacionales.
Mientras en la ciudad cordobesa el hervidero político enciende a los de siempre, en las ciudades del interior, los intendentes se alejan de la jugada. Las elecciones abiertas entusiasman a la rosca, pero no a la tropa. El déjà vu radical promete escasa participación y otro round de desgaste innecesario.
El cacique de los municipales insultó en términos personales al intendente, y los concejales peronistas salieron a hablar de “casta sindical”. .