Por Yanina Soria 

El viernes pasado el gobernador y candidato presidencial, Juan Schiaretti, junto a su sucesor, Martín Llaryora, reunieron a la tropa dirigencial de todo el interior en el hotel Quorum de la capital cordobesa.

El objetivo fue arengar a quienes resultan una pieza clave en la maquinaria territorial del peronismo cordobés, convocarlos para hacerlos parte activa de este segundo tiempo de campaña y desperezarlos rumbo al 22 de octubre, cuando el cordobés se juegue el partido definitorio. Hubo agradecimientos por el trabajo realizado en las PASO pero un fuerte pedido para redoblar los esfuerzos.

En tono sereno pero firme, Schiaretti les dijo que vio el resultado pueblo por pueblo, ciudad por ciudad, y que ahora espera más. La campaña electoral ya lleva largos meses en Córdoba, pues además de las elecciones provinciales la mayoría de las localidades también votó a sus propias autoridades con lo cual, se llega a octubre con un desgaste lógico.

Sin embargo, el cordobesismo va a fondo y Schiaretti les pidió estar a tono; de pronto, en el PJ ven como una ventaja llegar a octubre con el envión de un trabajo territorial sistematizado y ordenado, Schiaretti pidió empujar el último tramo de la campaña nacional con la mayor energía posible. Con la certeza de que suena a casi un imposible para el cordobesismo repetir los números del 13 de agosto, pero con la convicción de que si no se hace una buena elección en Córdoba se pone en riesgo la cosecha electoral a nivel nacional, Hacemos Unidos ajustará las tuercas en estos últimos 30 días.

Es que además del fenómeno Javier Milei, que a esta altura pareciera imparable ya, el oficialismo cordobés se está centrando en Sergio Massa el ministro de Economía que, a su vez, es el candidato de Unión por la Patria.

Desde el Panal reconocen su crecimiento y buscarán evitar que los votos cordobesistas terminen drenando hacia el massismo. Incluso, Schiaretti en su mensaje nacional viene hablando que “el ciclo histórico del kirchnerismo está acabado” y anticipa un “nuevo peronismo” nacional donde ubica al PJ cordobés con un rol central. Tras el encuentro motivacional de la semana pasada que mixturó el discurso del candidato presidencial cordobés con el del gobernador electo quien lo pronunció en una tónica similar al de “los pituquitos de recoleta”, los peronistas tomaron nota y comenzaron a hacer los deberes.

De hecho, anoche, en la localidad de Los Mistoles en el departamento Totoral, hubo una cena política de la que participaron intendentes, jefes comunales, legisladores y dirigentes de todos departamentos del norte provincial.

¿El propósito? justamente trabajar la campaña nacional de Hacemos por Nuestro País. Al encuentro lo encabezó el ministro de Gobierno y Seguridad, Julián López, uno de los principales articuladores con el interior. Hubo representantes peronistas de los departamentos Totoral, Tulumba, Río Seco, Sobremonte e Ischilín. Entre ellos, Alberto Alaluf intendente de Villa del Totoral; Ramón Flores de Río Seco; Juan Becerra de Los Mistoles fue el anfitrión; presidente comunal de la Pampa Daniel Funes; su par de Saladillo Lorenzo López; además participan concejales de localidades donde no gobierna el PJ, entre ellos, Jonathan Correa de Sinsacate.