El compás del tiempo presente

J.C. Maraddón

Es muy interesante establecer vínculos entre la música de moda en determinado momento o lugar y las situaciones que está atravesando en simultáneo la gente que prefiere esa canción y ese álbum por encima de los otros. Más allá de las campañas de marketing y de los cálculos económicos de las compañías grabadoras, mucho tiene que ver el contexto en el éxito de un artista musical que ha puesto todo su empeño para crear y registrar su obra, pero que al publicarla se ve introducido en una combinación de factores externos a los que no puede manejar de ningún modo.

Existen en la historia numerosos casos de números puestos que fallaron por sonar discordantes con las necesidades que el público tenía en la circunstancia de su lanzamiento. Y también proliferan los ejemplos de grandes éxitos por los que nadie apostaba absolutamente nada, y que finalizaron al tope de los charts gracias a su sentido de la oportunidad. Estos elementos deberían ser tenidos en cuenta siempre por esos enormes equipos de profesionales que suelen rodear a los intérpretes más famosos con la finalidad de orientar su carrera en dirección a la fama y la gloria, tan deseables para el músico como para los encargados de respaldar su trabajo.

Sin embargo, a veces se presentan imponderables que ocasionan chisporroteos en las previsiones de los expertos y que dejan librado al azar el destino de una novedad musical propuesta para cubrir determinada necesidad del mercado y que, de repente, debe remarla en condiciones que no estaban dentro de los planes. Eso fue lo que sucedió, por ejemplo, en 2020, cuando el mundo tuvo que someterse un confinamiento forzado a raíz de la pandemia del coronavirus, medida generalizada sobre la que no había ninguna precisión acerca de hasta cuándo podría llegar a extenderse.

Nada menos que el 27 de marzo de ese año, cuando la incertidumbre se apoderaba de la humanidad, tuvo la fortuna de aparecer el álbum “Future Nostalgia” de Dua Lipa, el segundo de la cantante anglo albanesa, que con su pop danzante de contagiosas melodías y su toque retro encajó a la perfección como antídoto para esa angustia de estar encerrados en nuestras casas. Gracias a ese disco y a la andanada de singles extraídos de allí, Dua Lipa se subió al podio de las celebridades de la industria discográfica y se atrevió a codearse con otras divas que aparentaban ser inalcanzables.

Es obvio que después de tan desproporcionado zarpazo, iba a costar pegar un nuevo golpe que estuviese a la altura y que consolidase los pergaminos obtenidos gracias a “Future Nostalgia”, que incluyeron hasta una invitación para actuar en la película “Barbie”. De hecho, la prueba más contundente de que resultaba arduo reunir un material consecuente con aquel suceso, es que han transcurrido cuatro años sin que la joven estrella calmara la ansiedad de sus fans con el siguiente álbum. Recién a fines de 2023 hubo señales de novedades con la salida del single “Houdini”, que anticipaba un próximo disco.

La espera culminó a comienzos de este mes cuando, tras una previa matizada por dos adelantos más, por fin fue subido a plataformas “Radical Optimism”, en el que iba a resolverse la incógnita acerca de si ella iba a continuar en la senda abierta por su anterior álbum o si iba a sorprender con un rumbo distinto. Más cerca de lo primero que de lo segundo, las 11 canciones que suman poco más de media hora de duración total cumplen la misión se sostener la fama de Dua Lipa pero ahora quizás puedan pecar, hasta en la ironía del título, de no estar del todo acompasadas con las exigencias del presente.