La conducción local de LLA, en su primera crisis

La denuncia por cobro de retornos a asesores contra Ponce se suma a la tensión desatada por la visita de diputados libertarios a represores condenados que amenaza con fracturar (otra vez) el bloque que preside Bornoroni. Silencio en la superficie; duras críticas por debajo.

Provincial22 de julio de 2024Felipe OsmanFelipe Osman
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Por Felipe Osman

Aunque en los hechos la conducción del espacio, en las provincias, es digitada desde Buenos Aires, los últimos traspiés de La Libertad Avanza interpelan a quienes formalmente están a cargo de dirigir la filial cordobesa del oficialismo nacional, y se erigen como los principales representantes de Javier Milei en Córdoba.

El primer episodio, de alcance nacional, es la visita de un grupo de seis diputados libertarios a represores condenados que purgan condena en el penal de Ezeiza. A raíz de ella el bloque levantó pulsaciones y los implicados habrían dejado conocer su descontento por quedar fuera del paraguas de Martín Menem, que se desligó de la visita a pesar de que fue llevada adelante con un vehículo oficial de la Cámara Baja.

Por el momento, el fraccionamiento del bloque es sólo una amenaza, aunque no sería la primera vez que sucede. Ya tras el primer fracaso de la Ley Bases, el bloque sufrió la baja de tres diputados que siguieron el rumbo de Oscar Zago cuando éste salió eyectado de la Presidencia e hizo rancho aparte con los representantes del MID.

Ahora, la conducción del bloque es ejercida por el cordobés Gabriel Bornoroni, que tomó el timón después de la salida de Zago y fue parte de la primera gesta legislativa de oficialismo con la sanción de la referida ley -bajo una nueva redacción- y la aprobación del paquete fiscal.

Bornoroni fue puesta al frente del armado local por la mismísima Karina Milei, que a mediados de marzo viajó junto a Martín Menem para respaldar la presentación del cordobés para constituir La Libertad Avanza como partido en la provincia.

Junto a Bornoroni, la otra diputada y referente que cuenta con el respaldo pleno de la Casa Rosada en Córdoba es María Celeste Ponce, quien lideró el tramo de aspirantes a la Cámara Baja en la boleta presidencial en las Generales de octubre.

Ponce acaba de quedar envuelta en una polémica, después de que se mediatizara una denuncia en su contra por el supuesto cobre de “retornos” a sus asesores en la Cámara Baja. Una práctica que muchos identifican como “habitual”, pero que choca de frente contra los postulados que gusta esgrimir La Libertad Avanza y, esencialmente, Javier Milei, que llegó a la presidencia denunciando esta clase de conductas, y prometió erradicarlas de raíz cuando llegara al poder.

Estos episodios sacuden a los representantes cordobeses del oficialismo nacional más estrechamente vinculados al a conducción del espacio, y que tienen a su cargo fortalecer y acondicionar las estructuras que deben impulsar la boleta libertaria en las elecciones de medio término.

Oficialmente, no ha habido posicionamiento respecto de la denuncia arrojada contra Ponce. Y en cuanto a la controversial visita de seis diputados libertarios al penal de Ezeiza, el presidente apenas apuntó, recurriendo al guion que recita por defecto ante cualquier eventualidad, “los liberales no somos manada”, aunque agregó después “yo no lo hubiera hecho”.

Resta por ver, en las siguientes semanas, si el cimbronazo alcanza para reactivar la interna libertaria cordobesa que la Casa Rosada conjuró con la designación de Bornoroni, o si, por el contrario, la “pax” impuesta desde Buenos Aires subsistirá.

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