
Siguen los problemas para Adela Arning | De la Sota con el PTP
Alrededor de ciertos bemoles de los artistas profesionales que se creen sus propios embustes, han articulado Alejandro Orlando y Gabriel Marasini el espectáculo “El sueño de los farsantes”, que prolongará su estadía en la sala La Llave de la calle Gauss durante los jueves de agosto.
Enroque Corto02 de agosto de 2024J.C. Maraddón
Sin que en esto cuente el mayor o menor realismo con el que haya sido concebida una obra artística, debería quedar en claro para el público que entre las convenciones de los productos culturales se destaca la del pacto por el cual la gente se tomará en serio lo narrado, por más que en el fondo sepa que es un recreación ficticia. Sin este acuerdo sería imposible ver una película o una obra de teatro, en las que hay actores que interpretan, escenografías y luces que ambientan, directores que marcan las actuaciones y editores que compaginan las tomas.
A este artilugio por todos conocido, se le agrega además en el caso de las estrellas cinematográficas y/o mediáticas una vida ostentosa fuera de cámaras, que invite a sus seguidores a multiplicar sus fantasías, aunque en realidad esos personajes no sean tal como se muestran. Es decir, la mentira de la puesta en escena no se limita a su ámbito laboral, sino que se traslada también a sus actividades cotidianas: si van de compras a un shopping, si disfrutan del sol en la playa o si se distienden practicando algún deporte, los paparazzi irán tras sus pasos para retratarlos in fraganti.
Pero tal vez la circunstancia en la que esa cadena de engaños llega a su punto culminante, sean las ceremonias de entregas de premios, donde muchas figuras se juegan el arribo a las cumbres de la fama o el desbarranque hacia el precipicio del olvido. Por más que se sepa que los intereses industriales pesan muchísimo en esos dictámenes que certifican quiénes son los mejores en cada rubro, es fundamental que al momento de escuchar el veredicto haya una fe ciega en que los distinguidos se habrán acreditado ese galardón por méritos propios y no porque haya habido algún amañe.
Quizás porque ese devenir artístico se encuentra así amalgamado por una red de falsedades, son los propios protagonistas los que terminan creyéndose los embustes y tomándose a pecho lo que deberían saber que puede no ser tan cierto. Comienzan a sentirse felices por halagos que han sido comprados y a entristecer por fracasos cuya aceptación había sido pactada con anterioridad. Y empiezan a encariñarse con el lujoso modus vivendi que los responsables de marketing han diseñado para que su carrera parezca (y sea) exitosa. Se trata de una confusión que en no pocas ocasiones ha desembocado en un colapso psicológico.
Alrededor de estos bemoles de los artistas profesionales han articulado Alejandro Orlando y Gabriel Marasini su espectáculo “El sueño de los farsantes”, que vienen presentando semanalmente desde comienzos de julio en la sala La Llave de la calle Gauss, y que ahora prolongará su estadía allí durante los jueves de agosto. Partiendo de esos anhelos de gloria que animan a cualquiera que se sube a un escenario, ellos parodian la actitud de aquellos que, sumergidos en ese contexto mentiroso, no dudan en considerarse merecedores de alabanzas y estatuillas, más allá de que sepan que son simples zanahorias agitadas frente a sus narices.
Satisfechos por desenmascarar esa farsa, estos dos comediantes aprovechan para hacer desfilar ante la platea a muchas de las criaturas que han creado ad hoc o que han formado parte de su antiguo repertorio, con la premisa de que el humor no tiene fronteras siempre que cause gracia en vez de dolor. Su solvencia en estas lides está fuera de discusión y, a veces de modo sutil y en otras ocasiones de forma directa, se sienten a sus anchas en el formato del sketch, que los expone caracterizados de mil maneras, a sabiendas de que lograrán que el auditorio los aplauda de pie.
Siguen los problemas para Adela Arning | De la Sota con el PTP
Cuarto mes consecutivo de caída de Milei en Córdoba | El outfit de Rodríguez Machado en el almuerzo de la Bolsa con Macri | Passerini con Arroyo
Por ahí no es | Gvozdenovich va por “memoria completa” para Río Tercero | Ira radical por los manejos porteños
Todos a la RAP | Llaryora anunció ampliación de la Maternidad | Adoquinado y algo más
“O se ordenan, o se olvidan de tener alguna chance en el 2025” concluyó diciéndoles el expresidente a los dirigentes del PRO, con los que se reunió el viernes en la ciudad de La Calera.
El cordobés fue recibido por el gobernador de la provincia vecina. Coincidencias programáticas que alimentan la posibilidad de un entendimiento para octubre. Defensa del programa de obra pública del modelo cordobés frente a un auditorio afín.
Por fuera de las estructuras sindicales oficiales, autoconvocados y opositores de Judiciales y la UEPC le ponen presión a la tregua con la Provincia, y condicionan a sus conducciones.
La nacionalización de los comicios porteños y la munición gruesa con la que empezó la campaña en inmediaciones del Obelisco despertaron alertas en el entorno del diputado. Frío el acuerdo con los libertarios, enojo de Macri e incertidumbre rumbo a la Convención UCR.
El gobernador Martín Llaryora junto al intendente Daniel Passerini estuvieron supervisando los trabajos en Valle Escondido, esto ampliará la capacidad vial de la zona.