Milei buscó el contraste (con CFK) y visitó una Córdoba bajo fuego

En una visita relámpago, el Presidente pisó Córdoba con Karina, Francos, Petri y Bullrich; para luego sobrevolar la zona afectada por los incendios junto al gobernador. El Gobierno Nacional puso sus recursos a disposición de la Provincia, y su patrulla digital culpó al kirchnerismo por el fuego.

Provincial26 de septiembre de 2024Felipe OsmanFelipe Osman
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Por Felipe Osman

Ataviado con una campera camuflada y botas tácticas, Javier Milei pisó, pasadas las 15.30, suelo cordobés. Aterrizó en la Escuela de Aviación Militar, donde fue recibido por el gobernador Martín Llaryora, que acudió a su encuentro junto al ministro de Seguridad de la Provincia, Juan Pablo Quinteros, y el intendente, Daniel Passerini. 

La comitiva presidencial, en tanto, se completó con la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el ministro de Defensa, Luis Petri, y su par de Seguridad, Patricia Bullrich.

Tras el aterrizaje, y después de un afectuoso saludo con el Gobernador, Milei, Llaryora, Quinteros, Petri, Bullrich, Francos y Karina abordaron un helicóptero que los llevó a recorrer la zona afectada por los incendios, sin bajar en ninguna localidad.

Mientras, el ministro de Defensa utilizó las redes para informar que las Fuerzas Armadas ya se encontraban desplegadas, brindando apoyo a los brigadistas y a la Provincia. “Los cordobeses no están solos, y así se lo transmitió el Presidente al Gobernador”, remarcó Petri.

Aunque sin el mismo tinte institucional, las cuentas “blue” del Gobierno Nacional en “X” también se mantuvieron activas durante la visita del presidente, replicando un el hashtag: #LosKukasPrendieronFuegoCórdoba.

Los tuiteros libertarios ofrecieron una tesis según la cual los incendios que atraviesa la provincia son responsabilidad de terroristas “K” que tomaron represalias contra Córdoba por el amplio resultado electoral que Milei obtuvo en estas latitudes el año pasado.

Conocedores del juego digital y de la velocidad a la que se propagan las acusaciones -verdaderas o falsas, por igual- en las redes, las huestes libertarias no perdieron demasiado tiempo en fundarlas. Aunque la línea que eligieron para enmarcar la visita del presidente sirvió para confirmar su propósito.

La visita presidencial tuvo un objeto bastante claro, y fue marcar el contraste entre Milei y CFK en su relación con un distrito electoral que representa mucho para el primero y muy poco para la segunda.

La sobreactuada instantánea de Milei llegando a Córdoba con un uniforme táctico y abrazando al gobernador es la contracara de la indiferencia que la provincia recuerda del kirchnerismo durante el acuartelamiento policial de 2013 o las críticas inundaciones de 2015.

Aquellos episodios quedaron marcados a fuego en el imaginario cordobés, y sirvieron para consolidar el desprecio que el kirchnerismo empezó a granjearse en la provincia tras la crisis con el agro en 2008. Desde entonces, el 2011 solo representó un lapsus dentro de un continuo rechazo hacia el gobierno Nac. & Pop.

La expectativa libertaria es explotar esos recuerdos. Revivirlos, para alimentarse otra vez del (justificado) rencor que los cordobeses conservan hacia el kirchnerismo, en un momento en el que las encuestas empiezan a mostrar un agotamiento de la imagen del presidente, y una curva en la que la preocupación de los argentinos deja de concentrarse en la inflación para atener más a la recesión y el desempleo.

Capitalizar ese sentimiento es fundamental, porque Córdoba es un distrito fundamental. Con el PRO implosionado y un Juntos por el Cambio en vías de extinción, la provincia es un coto de caza que el Gobierno Nacional no puede desperdiciar. Y menos en las vísperas de una elección determinante para el oficialismo nacional, que necesitar balancearse en el Congreso.

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Salieron todos los jefes y referentes a apoyar el reclamo de financiamiento universitario, con el ojo puesto en la identificación cordobesa con ese mundo, pero se cuidó la relación con el gobierno nacional, con quien se multiplican los gestos de sintonía. Promesa de trabajar para restituir la ley si el Presidente la veta por completo.

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