N. de la Sota y los costos de la autonomía

La diputada nacional mantiene firme su posicionamiento crítico al gobierno de Javier Milei. También, sus diferencias con el Partido Cordobés de Martín Llaryora. Sorpresiva coincidencia de diagnóstico con el senador Luis Juez.

Provincial07 de octubre de 2024Yanina SoriaYanina Soria
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Por Yanina Soria 

La diputada nacional Natalia de la Sota coincidió la semana pasada con el senador Luis Juez en uno de los paneles desarrollados en el marco del encuentro anual de la Asociación Argentina de Consultores Políticos que tuvo lugar en la Capital cordobesa. También participó el radical violeta Luis Picat y estaba confirmada la senadora Alejandra Vigo quien, a último momento, pegó faltazo. 

Aunque representando a fuerzas políticas antagónicas, sorpresivamente De la Sota y Juez convergieron en un punto del análisis: en el diagnóstico del país que ven hacia adelante, atrapado en los extremos, con poco lugar para la racionalidad y los consensos, y, por ende, con nulo margen para los proyectos de centro. 

El senador, principal opositor al gobierno de Martín Llaryora, y de línea directa con el presidente Javier Milei (según él mismo siempre presume), contó que pudo darle su mirada sobre el tema financiamiento educativo al mandatario; adelantó que rechazara el veto presidencial y consideró que es un error darle la espalda a la educación pública en Argentina. Dijo que a Milei no le gusta que le digan lo que no quiere escuchar y que se rodea de un círculo tóxico de chupamedias.

En otro momento de su mensaje, Juez fue condescendiente con la diputad De la Sota al recordar a su padre, el tres veces gobernador de la provincia, conmemorando el tiempo compartido en sus inicios (y obviando la etapa de enemistad pública declarada que luego tuvieron). Apeló a su comienzo en la militancia del PJ allá por el ´82 y dijo que seguir a aquel De la Sota era convertirse en un “animal político”. 

A su turno, la diputada fue muy crítica del proyecto nacional que encabeza Milei pero también deslizó las diferencias que mantiene con el Partido Cordobés que obsesiona al gobernador Llaryora. Se sabe, la hija del ex mandatario provincial encara una de las pocas versiones disonantes que hay dentro de un oficialismo provincial que, paradójicamente, pese a alentar la pluralidad de voces cada vez suena más monolítico. 

La diputada representa a una porción del peronismo que cuestiona que, en nombre de la construcción política transversal, Hacemos Unidos relegue pilares fundamentales del justicialismo y tienda a desperonizarse. Además, cree que el PJ debe confluir nacionalmente para adelante y no abona la idea de partidos parcelados en las provincias. 

Desde el balotaje a esta parte, De la Sota se paró como opositora al líder de la Libertad Avanza, una línea sigue desde su rol en el Congreso. Incluso, con posicionamientos que le valieron críticas internas del bloque cordobesista que se mueve por lo que dicta el pulso del gobernador. Ya a nadie sorprende que la parlamentaria vote en disidencia con el resto de la bancada por Córdoba. Sin embargo, en el Panal toman nota. 

De hecho, esa postura disonante en el conjunto de Hacemos Unidos no le es gratuita. De algún modo, su figura está relegada dentro del espacio provincial casi sin participación, por ejemplo, en recorridos e inauguraciones oficiales y actos institucionales. De hecho, aunque por decisión propia, la diputada participó de la Marcha Federal Universitaria la semana pasada en otra columna que no fue la del PJ Córdoba. 

Por otro lado, aunque se traten de análisis prematuros y preliminares, su nombre no aparece por ahora en el top 3 de los apellidos que hoy resuenan para integrar la lista del 2025. 

Consciente de ello y del “ruido” que provoca el accionar autónomo que siempre mantuvo pero que ahora quizá se visibiliza más, quienes la conocen aseguran que no la desvela volver a integrar la lista, pese a que su mandato concluye el año próximo. Insisten que la diputada seguirá siendo coherente con su pensamiento y que defenderá su postura, aunque eso genere malestar interno; eso sí, aclaran, no sacará los pies del plato. Pues, en definitiva, los matices los También es cierto que, al menos por ahora, resulta difícil imaginar que Hacemos Unidos deje ir así como así un apellido tan trascendente para la historia política y emocional del peronismo cordobés. 

Por eso, la parlamentaria repite que aun pagando los costos que sea, seguirá sosteniendo sus diferencias con el gobierno libertario convencida de que en algún momento esa coherencia rendirá frutos. Lo mismo con la mirada crítica que tiene del Partido Cordobés. 

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