Cultura Por: J.C. Maraddón28 de diciembre de 2023

De la sumisión a la libertad

En un gesto no casual, el director Rodrigo Moreno incorpora el álbum debut de Pappo´s Blues como parte de la trama de su elogiada película argentina “Los delincuentes” y utiliza un tema de ese disco, “Adonde está la libertad”, como pieza fundamental de la banda de sonido.

J.C. Maraddón


Cuando el rock dio sus primeros pasos como un movimiento alternativo en Argentina, en Estados Unidos e Inglaterra ese género musical ya llevaba más de diez años de evolución y había ampliado su espectro sonoro hasta abarcar una riquísima variedad de estilos. Por eso, aunque predominaba una clara influencia de los Beatles, los rockeros locales tuvieron la posibilidad de elegir entre muchas opciones hasta definir hacia dónde querían dirigir sus propuestas artísticas. La psicodelia, el folk, el beat y la música conceptual fueron algunas de las sendas recorridas en estas latitudes por los pioneros que se largaron a interpretar rocanrol.

Pero una de las corrientes que en ese entonces se había afianzado en los países centrales era la de rescatar el blues como componente principal del cóctel que predominaba en el gusto juvenil de aquellos años. Se encontraba en su apogeo el trío inglés Cream y sus canciones inspiraron por aquí la embestida de Manal, cuyos integrantes admiraban de tal modo al grupo liderado por Eric Clapton que en sus inicios dieron en llamarse Ricota, como una especie de traducción del nombre de aquella banda que heredaba el legado de los legendarios Bluesbreakers de John Mayall, verdadera escuela de grandes guitarristas de rock.

Norberto Napolitano, conocido como Pappo, iba a transitar ese camino ni bien se disolviera el grupo Los Gatos, al que arribó luego de haber pasado por las formaciones de Carlos Bisso y su Conexión N° 5, Engranaje y Los Abuelos de la Nada. Instigado por el productor Jorge Álvarez, copropietario del sello Mandioca, reclutó a David Lebon como bajista y a Black Amaya como baterista para, con un obvio formato de trío, entrar a grabar en diciembre de 1970 en los estudios Phonalex de Buenos Aires el que iba a ser el primer volumen de Pappo’s Blues.

El álbum apareció en enero de 1971 y cayó como una bomba en la incipiente escena rockera argentina de esos años. Su estilo era directo, crudo, elemental, pero tenía una potencia que no se comparaba con nada de lo que existía por aquí en ese entonces. Las consecuencias que tuvo ese lanzamiento pueden apreciarse en la reacción de Luis Alberto Spinetta, quien ese mismo año se desprendió de las veleidades que traía de su experiencia con Almendra y se zambulló en el blues rock psicodélico de Pescado Rabioso, donde iban a participar Black Amaya y, luego, David Lebón, dos ex Pappo´s Blues.

Más allá de que cada uno de los fans del Carpo pueda tener sus propias preferencias entre los sucesivos volúmenes publicados por Pappo’s Blues, sin duda aquel primero fue el más sorprendente porque imponía una manera de hacer las cosas tan minimal como poderosa. Y la portada del disco, en blanco y negro, con Pappo junto a un niño en medio de un plantación de choclos, resulta icónica a más de medio siglo de haberse dado a conocer y ahora que Pappo es una leyenda rockera, transcurridos poco menos de 19 años de su muerte de un accidente de tránsito.

Tal vez por eso, el director Rodrigo Moreno incorpora ese álbum debut de Pappo´s Blues como parte de la trama de su elogiada película argentina “Los delincuentes” y utiliza un tema de ese disco, “Adonde está la libertad”, como pieza fundamental de la banda de sonido. Esos anónimos empleados bancarios que buscan a toda costa ser libres de la rutina, no podían sino tener en mente la lírica rudimentaria de Pappo que tan popular se volvió y que con su tosquedad blusera llegó al alma de tantos habitantes suburbanos y urbanos, eternamente sumisos hasta que alguna vez… dejan de serlo.

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