Cultura Por: J.C. Maraddón02 de febrero de 2024

La inocencia del comienzo

A cuatro décadas de la irrupción del grupo cordobés Pax, por iniciativa de estudiantes de la Cátedra de Realización Audiovisual IV de la Facultad de Artes de la UNC, un documental de 12 minutos subido a YouTube cubre un vacío histórico al recuperar la memoria de los inicios del punk local.

J.C. Maraddón

El punk que asoló la escena musical inglesa en la segunda mitad de los años sesenta tenía un anclaje social que explica en gran parte su virulencia: la crisis económica devastaba al que había sido un pujante imperio y parte de su población quedaba a la intemperie por el cierre de industrias y la desocupación consecuente. Antes de que llegara al poder Margaret Thatcher y aplicara las clásicas recetas neoliberales de rigor, jóvenes desacatados salieron a expresar su indignación y, en vez de tomar las armas, se calzaron instrumentos que apenas sabían tocar y se pusieron a cantar letras anarquistas.

Por esos mismos años, la Argentina se encontraba sometida bajo la bota de la dictadura y hubiese sido muy coherente que emergieran por aquí brotes de punkitud. Pero el horno no estaba para bollos y cualquier insinuación cultural de ese tipo hubiese sido aplastada por la represión que se ensañaba con cualquiera que asomara la cabeza. Además, el régimen militar cortó los nexos con la ola rebelde que se verificaba en Europa y era muy difícil conseguir por aquí los discos publicados en Gran Bretaña, así que sólo algunas pocas noticias llegaban de la camada de bandas encabezada por Sex Pistols y The Clash.

Al inicio de los años ochenta surgieron algunas fisuras en la cúpula de gobierno y de a poco hubo audaces que comenzaron a animarse a deslizar sus críticas, como Charly García hizo en “Canción de Alicia”, publicada en 1980 como parte del disco “Bicicleta” de Serú Girán. En ese contexto, sin todavía salir de las catacumbas del underground, los primeros punkies argentinos daban inicio a sus carreras musicales, alentados por quienes habían conseguido traer álbumes importados de Inglaterra para poder así conocer de primera mano cómo sonaban y qué decían los que habían armado una revuelta que por allá ya iniciaba su declinación.

Por las edades de los que integraban esas formaciones pioneras entre nosotros, es muy probable que no hayan sido conscientes del peligro que corrían al introducir en sus composiciones malas palabras y consignas contrarias al autoritarismo que seguía estando presente en quienes tenían las riendas del poder. Y aunque su fama fue creciendo desde abajo, recién en 1983 pudieron acceder a estudios de grabación, en coincidencia con el declive de la interrupción dictatorial a la que la derrota en Malvinas había obligado a convocar a elecciones. Además, la guerra había tenido una consecuencia inesperada: el auge del rock argentino.

Por esos mismos días, en Córdoba deambulaba de bar en bar un trío conformado por Luis Mostaza en guitarra, Jorge Imberti en bajo y Taufí Flores en batería, quienes bajo el nombre de Pax se erigían en los representantes locales de ese linaje contestatario que había alterado la superficie del panorama rockero internacional. Con un núcleo duro de fieles seguidores, Pax teloneó en el Gato Jazz el debut cordobés de Los Violadores, la formación punk argentina por excelencia que había derribado los prejuicios de la crítica con su lírica venenosa y sus shows arrasadores.

A cuatro décadas de ese hito, por iniciativa de estudiantes de la Cátedra de Realización Audiovisual IV de la Facultad de Artes de la UNC, un documental de 12 minutos subido a YouTube cubre un vacío histórico al recuperar la memoria de ese grupo que enarboló en Córdoba las banderas de un género que no ha perdido vigencia. Josefina Gabrielli Gioda, Candela Luján Moyano, Martina Pérez, Diego Taborda y Andrés Tamaginini son los responsables de este cortometraje titulado “Hormigas putas”, que hace justicia con esos músicos que, si bien después siguieron diferentes caminos, 40 años atrás se jugaron enteros por el punk.

Te puede interesar

Sólo para aprobar una materia

Un encomiable esfuerzo ha realizado Netflix para honrar el épico “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez a través de una serie disponible desde hace algunos días, que no se decide a adecuar de modo radical lo novelado y hasta apela a la voz en off, una herramienta obvia en estos casos.

“Tango Serrano” se escribe con erre

Según sea el lector de acá o de allá, o más al norte o cerca de un valle, o de las nieblas del Riachuelo, pronunciará las “erres” a su modo. Daniela Mercado y José Luis Aguirre juntaros sus erres y grabaron un tango “con el cielo en todos lados”.

Sin nada de recursos exóticos

“Jurado N°2”, la más reciente película dirigida por Clint Eastwood que acaba de ser estrenada en la plataforma de Max, se encuadra a la perfección dentro de ese modelo de cinematografía que abreva en las raíces y se hace fuerte desde una adhesión plena a lo que indica el manual.

Hidrografía personal de Héctor Tortosa

El disco “Ríos” ofrece un trabajo musical que se detiene ante cada uno de nueve ríos argentinos, a tributar su entorno sonoro, su paisaje, su carácter en la guitarra, con aportes de voz solista, percusión y textos leídos.

Promesas cumplidas en exceso

Por estos días es noticia el próximo estreno de una cinta documental, titulada “Becoming Madonna” y producida por la cadena Sky, que pretende ser la “biografía definitiva” de esta artista que dominó el panorama musical de finales del siglo veinte y que todavía se resiste a abandonar el centro de la escena.

Caras y caretas cordobesas

La leyenda oral, los libros intermediarios, la mirada de la ciencia, así como un artículo periodístico de 1900 y una reciente película de terror, remiten al “ucumar”, criatura fantástica que se vuelve real en virtud del arraigo de su creencia.