Título oficial para Talleres, estrella para Fassi y su gestión.

El ganar la Supercopa Internacional en Paraguay representa un fuerte respaldo para el oficialismo y su modelo. Un trofeo para desahogarse y seguir en la misma línea, cuestionada por momentos pero hoy revitalizada.

Provincial07 de marzo de 2025 Federico Jelic
FASSI (2)

Federico Jelic
 
Muy significativo fue el fraternal abrazo que se dieron el arquero de Talleres Guido Herrera con el presidente Andrés Fassi, como marca registrada de la nueva época del club, con el festejo tan buscado y necesario que respalda un proceso tan histórico como fundacional.

Llegó la tan ansiada estrella, el título que legitima la gestión, con una copa que cayó del cielo y que es celebrada con bombos y platillos, como para amortiguar críticas y algunos cuestionamientos sobre el modelo de gestión de un Talleres que en los últimos años fue protagonista pero que a la hora de llenar sus vitrinas, solo sabía de frustraciones.

Pero sin duda, ese abrazo entre Fassi y Herrera, es epítome de todo un ciclo narrativo-político que hoy se respalda fuerte con la Supercopa Internacional. Herrera es ídolo del club pero fundamentalmente, es el capitán, la dirigencia en la cancha, la pared de contención del presidente, ya que desde 2015 está en barrio Jardín, acompañando al mandato que tomó al club en el Federal A  que hoy además de levantar este trofeo, se prepara en pos de la Copa Libertadores en menos de un mes.

Sobre todas las cosas, este título, por menor que sea o por más que pretendan minimizar, es el primer festejo de Fassi, que le da confianza y crédito por un tiempo más, justo cuando en este 2025 precisamente hay elecciones y donde el oficialismo con él a la cabeza, pretende seguir en el despacho principal por cuatro años más.

La copa deseada

Encima la coronación llegó contra River, del imbatible Marcelo Gallardo. Fue por penales, es cierto, bajo el calor infernal en Paraguay, aunque eso poco le importa al hincha y al socio, que inmortalizará el penal de Benavídez casi a la altura del mismo disparo desde los 12 pasos de Montiel en Qatar. Y sí, porque el mismo ídolo albiazul que dio la gloria de la tercera estrella a la Selección Argentina, el miércoles disparó a la luna su penal para darle vida a Talleres, que después terminó festejando a cielo abierto.

A saber: la copa llegó en un momento incómodo en el almanaque  y en el fixture, pero lo mismo Fassi apuntó  a jugarla y a ganarla. El equipo no tuvo buen arranque en el torneo local y entonces le sirve este título para acallar voces disidentes, con un mercado de pases no del todo acorde para jugar la Libertadores, y sobre todo para sacarse la mufa. Lo había intentado en dos finales de la Copa Argentina y la última frustración fue en diciembre pasado, cuando por el torneo local, Newells le dio un golpe tremendo a la ilusión.

Esa frustración dejó endeble la imagen del plantel y sobre todo de Fassi, quien en enero casi que se vio obligado a prometer y a anunciar la construcción del futuro estadio de Talleres, objetivo por el cual ya cerró convenio con una importante empresa de construcción. A ciencia cierta, el “Zorro” necesitó de este estímulo para ganar respaldo y un guiño a su modelo de conducción, con la intención de evitar que el proyecto se estanque.

A saber: la remodelación del moderno predio de las 24 hectáreas, la adquisición de un terreno espacial para construcción del estadio para 60 mil espectadores, clasificación a copas internacionales y tener convocados en selecciones sudamericanas son aciertos de peso que fortalecen la gestión, pero necesitaba coronar algo. Ya las críticas son más frecuentes, y a pesar de que no hay ningún frente opositor, algunos pasos en falso en lo deportivo más la ausencia de refuerzos de fuste hicieron crecer la desconfianza en el modelo. Entonces, este trofeo que iba a disputarse en Abu Dhabi en los Emiratos Árabes Unidos o en Miami, pasó a celebrarse en Asunción, y lejos de pasar desapercibido, el festejo de los hinchas en el Patio Olmos fue fiel representación del desahogo que el hincha necesitaba. Se cuenta como copa nacional oficial y eso es lo que realmente prevalece. A Patronato no le permitieron jugarla por su descenso, y entonces el segundo de la tabla general recogió ese guante para encima terminar como campeón. Cinematográfico.

Ya nadie ahora cuestiona a Fassi. Al contrario, seguramente no tendrá objeciones de la Asamblea parlamentaria dirigencial para promover cambios en el estatuto y volver a erigirse como candidato, apuntando a su cuarto período al frente de Talleres. El proyecto sigue su camino mientras en AFA dirimen entre Asociaciones Civiles y Sociedades Anónimas, el sistema que ejecuta el albiazul hace rato que da frutos y se consolida aún más con este copa ganada en Paraguay.

La imagen del presidente de AFA, Claudio Tapia, entregando las medallas a los jugadores de Talleres, es elocuente. Placer para los hinchas, sobre todo por las abismales diferencias dialécticas entre Fassi y el “Chiqui” pero a su vez será un alivio. Ya no habrá más victimización de parte del titular albiazul y por un rato al menos, habrá algo de paz discursiva y política, luego de los enfrentamientos jurídicos y verborrágicos entre ambos protagonistas.

Hay algo de paz, en AFA y barrio Jardín. Y Fassi sonríe, fortaleciendo su modelo, con el hincha más feliz que nunca. Un gol en el firmamento con una nueva estrella para bordar en el escudo,  y un soporte político sideral para su gestión.

Te puede interesar
ilustra-foto-cabina-passerini-vigo-y-llaryora

PJ maquina foto de unidad para reanimar su estructura

Yanina Soria
Provincial18 de marzo de 2025

El viguismo impulsa un acto para formalizar al gobernador como presidente del PJ provincial, y al intendente en el PJ Capital. Reactivar el esquema partidario en año electoral, uno de los propósitos. Reforzar la identidad justicialista en tiempos de Partido Cordobés.

Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email