Por Felipe Osman

La Asamblea Provincial Resolutiva de la Uepc reflejó ayer lo que la gran mayoría de las asambleas departamentales había resuelto durante el martes: rechazar la oferta del Centro Cívico e ir al paro.

En ese rechazo hay una enorme influencia de las corrientes opositoras a la lista Celeste, que en las elecciones que el gremio atravesó a principios de mes consiguieron duplicar su representación en la asamblea provincial y ganar las delegaciones de Capital, Río Cuarto y General Roca.

A pesar de que esos cargos serán asumidos recién el 1 de diciembre, la legitimación que la oposición alcanzó en las urnas ya sirve para ponderar la ascendencia de sus delegados en las escuelas. Esto, sumado a la fractura del oficialismo en Capital, ha alterado las relaciones de poder en el sindicato, que, al menos de momento, marcha al ritmo que marca la oposición.

El oficialismo, además, admite haber participado en el armado de la oferta del Centro Cívico, lo que lo deja señalado por las bases, aunque destaca una diferencia cualitativa de la propuesta que los docentes acaban de rechazar: por primera vez, la Provincia ofrece actualizar los salarios aplicando los reajustes sobre los haberes del mes inmediato anterior, y no sobre los salarios de enero, como acostumbra hacerlo.

La diferencia es central, porque implica actualizar mes a mes la base de cálculo para los sucesivos reajustes. Aunque, con una inflación interanual superior al 100 por ciento, mantener el anterior sistema de cálculo hubiera resultado ridículo, por lo distorsivo que sería.

En cualquier caso, Uepc rechazó y va al paro. Aunque el Centro Cívico se alzó con una victoria parcial: consiguió que el Plenario Provincial del SEP sí aprobara el acuerdo.

Así, los estatales recibirán un reajuste del 20 por ciento con los salarios de agosto, de otro 7 por ciento con los salarios de septiembre, y una cláusula gatillo que, según el comunicado del SEP, “se aplicará si la inflación acumulada anual supera el 92 por ciento, hasta enero del 2024 tomando la inflación del mes anterior”. Confuso. Delegados opositores aseguraron que durante el plenario se habló un compromiso del Gobierno Provincial de revisar la paritaria en octubre.

Con ese resultado, el Centro Cívico consigue que el reclamo docente no se extienda a los estatales, aunque es evidente que, si la Uepc negocia una mejor paritaria, el resto de los sindicatos públicos intentará acoplarse para ser “socio en las ganancias”.

El conflicto docente ahora avanza hacia un paro de 24 horas que tendrá lugar el miércoles de la semana próxima. La intensidad de la medida fue morigerada en la asamblea provincial, ya que en los departamentos donde la oposición tiene preponderancia habían triunfado las mociones que proponían un paro por 48 horas.

La posición de los sectores más duros de la Uepc es reclamar un aumento salarial del 60 por ciento en una única cuota en los salarios de agosto, para llevar el piso salarial del cargo testigo (maestra de grado sin antigüedad) a 320.000 pesos, y una cláusula gatillo que blinde los salarios frente a la evolución inflacionaria a ejecutarse mes a mes, siempre con el salario del mes previo como base de cálculo. 

Esta pretensión fue calificada como “irracional” por funcionarios de la Provincia.

Con un paro fijado para el último día del mes, de haber una nueva oferta del Centro Cívico la Uepc deberá desplegar un nuevo esquema de asambleas que llegará cuando ya se hayan liquidado los salarios de agosto. En la anterior paritaria el Gobierno Provincial decidió reconocer un reajuste aún antes de arribar un acuerdo con los docentes, para descomprimir la situación. 

Resta ver qué posición asumirá en esta oportunidad la Provincia, si reconociendo un reajuste incluso sin que haya acuerdo, como sucedió entonces, o utilizando la presión de la inflación sobre los salarios para empujar a los docentes a aceptar una oferta no muy distante de la que rechazaron ayer.