La batalla por el control

Más allá de lo que se discute en público, los verdaderos resortes institucionales que hay que asegurar son los que ponen límites

Nacional22 de diciembre de 2025Javier BoherJavier Boher
digonal

Por Javier Boher 
[email protected]


Una de las cosas más difíciles de entender sobre la política es que hay decisiones que contradicen lo dicho y lo esperado, pero que incluso así terminan teniendo un efecto deseado para el que piensa la estrategia. Muchas veces esos efectos no se ven en el corto plazo y la más de las veces la estrategia no está clara a los ojos de los que miran de afuera, pero hay objetivos y movimientos que se suceden de acuerdo a un plan y unos intereses.
La semana pasada se habló mucho sobre la agenda legislativa, particularmente sobre el tema del presupuesto y la reforma laboral. En el primer caso, porque se cayó el articulado que proponía derogar la emergencia en discapacidad y la ley de financiamiento universitario; en el segundo, porque parece que no todo está tan cocinado como se decía y que el oficialismo deberá esperar.

En el medio hubo algo que no pasó desapercibido, pero a lo que no se le prestó la debida atención. El gobierno nombró a los nuevos miembros de la Auditoría General de la Nación con la sorpresa de que se repartió los cargos con el kirchnerismo y los gobernadores del norte. El Pro presentó una queja, asegurando que dicho nombramiento es inconstitucional, producto a haberse realizado en período de sesiones extraordinarias, donde solamente se pueden tratar aquellos temas para los cuales el presidente convoca las sesiones. La formalidad es anecdótica, por cuanto el resultado puede terminar siendo el mismo de los nombramientos a la Corte por decreto del presidente Macri: después llega al recinto en marzo y todo está más o menos cocinado.

Indudablemente hubo un acuerdo entre libertarios, kirchneristas y peronistas del norte, aunque sería difícil imaginarlo después de lo que fue la campaña de este año.Tejer conjeturas es una especialidad de los analistas políticos nacionales, por lo que rápidamente se empezó a hablar sobre los escenarios posibles a partir de este acercamiento, que no tiene que ser permanente, sino que puede manifestarse en ocasiones concretas. El acuerdo es como la diferencia entre la artillería y el francotirador: tirando de lejos, en cantidad y al bulto, o con la cercanía y precisión de ver la cara de la víctima antes de gastar una sola bala.

Esta bala se usó para nombrar a los responsables de auditar las cuentas del gobierno, mientras todo el fuego de artillería lo usaba Bullrich para pelearse con Mayans por la reforma laboral. Las redes se llenaban de “kukas, kukas, kukas” para la batalla cultural, mientras que en el teatro operacional de la casta bastaba con esa sola bala en la AGN para anotarse un triunfo.

La AGN no llega a los grandes medios, pero es un órgano de control, esa actividad que no le gusta a los populismos que reniegan de las instituciones. Como las reglas establecen que estas existen, a los populistas no les queda más remedio que ocuparlas de la manera que mejor sirva a sus intereses. Básicamente, llevamos dos años sin presupuesto o reforma laboral y no pasó nada, así que seguramente puedan esperar un poco más. 
La cuestión que muchos señalaron fue que ese acuerdo puede haber mostrado apenas su primer capítulo, guardándose lo más importante para otras designaciones en instituciones aún más relevantes, como los juzgados federales y la Corte Suprema. La parálisis de los últimos años ha generado una situación insostenible dentro del poder judicial, que solamente se puede solucionar con grandes acuerdos en el Senado. Libertarios y kirchneristas no tienen números para ganar solos, pero pueden negociar mano a mano. A fin de cuentas es más fácil acordar con un solo bloque grande que con muchos bloques pequeños.

Algunos pensarán que la decisión es errada y que mantienen vivo al kirchnerismo sin entender que puede renacer y volver. La apuesta libertaria es que el kirchnerismo tiene números legislativos muy buenos, pero que no se van a sostener en el tiempo. Además hay muchos cuadros que ya son cincuentones acostumbrados al sector público, por lo que resulta comprensible que quieran abandonar la lucha para vivir cómodos de la teta del Estado. Ante la posibilidad cierta de ser licuados electoralmente por un nuevo peronismo con adjetivo, qué mejor que empezar a asegurarse el sustento.

Finalmente, los libertarios siguen reclutando gente sin preocuparse de dónde vienen. Apuestan a que muchos kirchneristas por conveniencia cambien de camiseta por la misma razón. El hecho de que estén decididos a acordar con el kirchnerismo para avanzar en ocupar las instituciones de control -fundamentalmente el poder judicial- nos dice que no tienen pensado irse en breve, aunque algunos crean que siempre están al borde del colapso.
 

Te puede interesar
FOTO-NOTA---2025-12-18T170438.309

Respaldo sin cheques en blanco, el balance del campo con Milei

Gabriel Marclé
Nacional19 de diciembre de 2025

Con retenciones todavía en discusión, propuestas sectoriales sobre la mesa y un vínculo más ordenado con la Provincia, el agro cerró 2025 apoyando al Gobierno nacional, pero sin resignar desconfianza. Córdoba busca ocupar el lugar de socio político confiable, mientras el ruralismo mira a 2026 con expectativa contenida.

Lo más visto
ilustra-passerini-recibe-llaryora-papa-noel

La Municipalidad se lleva el Gordo de Navidad: 26.700 millones para obras

Carolina Biedermann
Provincial19 de diciembre de 2025

Este jueves, el Concejo Deliberante aprobó convenios para ejecutar obras por $26.700 millones en infraestructura básica para la ciudad de Córdoba. La llegada de Miguel Siciliano al superministerio con foco en la Capital coincidió con el anuncio de los nuevos fondos que se desembolsará para impulsar a la Municipalidad. El aporte volvió a generar malestar entre intendentes del interior.

roca

Enroque Corto

Redacción Alfil
Enroque Corto19 de diciembre de 2025

Asumió Roca en la Magistratura | Llaryora en Pocho | Cuando la audiencia pública se puso picante en Villa María