El Ejecutivo llevo finalmente a votación el decreto que modifica su estructura orgánica. Bajadas las cartas, se puede ver ahora quiénes, qué y cuánto perdieron y ganaron con la primera tanda cambios. La reubicación de Ambiente y Capital Humano, sin embargo, quedará para la próxima.
Provincial30 de diciembre de 2025
Felipe Osman
Por Felipe Osman
En la última sesión del año, la Legislatura completó la formalidad de refrendar el decreto 239/2025 del poder Ejecutivo, que no es otro que el que redefine su estructura orgánica, y que hasta ahora se había conocido sólo en base a lo que el Gobierno había dejado trascender, ya que no había sido publicado en el Boletín Oficial.
En cualquier caso, esa desprolijidad quedó saldada ayer, y ahora sí se puede hacer la cuenta de fina de quienes perdieron, quiénes, qué y cuánto ganaron y perdieron con el rediseño del gabinete.
Una primera observación es que, aunque oficialmente se comunicó que el ministerio de Bioagroindustria y el de Producción, Ciencia y Tecnología quedarían unificados -y esto de hecho se habría visto verificado en la realidad, con la salida de Pedro Dellarossa hacia el directorio del Banco de Córdoba-, el decreto 239 no suprime esta cartera.
El segundo artículo, en tanto, quita al ministerio de Gobierno, de Manuel Calvo, la Agencia Córdoba Deportes, que pasa a orbitar el flamante ministerio de Vinculación y Gestión Institucional (Siciliano).
El tercero, en tanto, ubica bajo la órbita del ministerio de Economía a las agencias de Conectividad, Córdoba Innovar y Emprender, y PRO Córdoba. La primera, proveniente del ministerio de Cooperativas y Mutuales, de Gustavo Brandán, y las restantes, de la cartera antes comandada por Dellarossa.
El artículo quinto es que retira de la competencia del ministerio de Desarrollo Social y Promoción del Empleo a la Agencia Córdoba Jovén, que también es implantada bajo la órbita de Siciliano. Mientras que el sexto es la correlativa eliminación de la competencia del ministerio de Producción respecto de las agencias trasladadas a Economía.
El artículo 7 es significativo. Aunque las últimas modificaciones de gabinete sorprendieron a propios y extraños -especialmente a los propios-, están lejos de ser improvisaciones. El decreto 239, fechado el 9 de diciembre, ya preveía el traslado de la competencia para “Coordinar las relaciones de la Fuerza Policial Antinarcotráfico con el Poder Ejecutivo, en su carácter de autoridad administrativa”, que le fueron retiradas a Seguridad (Juan Pablo Quinteros) para quedar bajo la órbita de Justicia (Julián López), y serán ejercidas por la flamante secretaria de este segundo ministerio, Nadia Fernández.
El artículo 8 incrementa las competencias de la cartera de Brandán, que suma la ejecución del Programa de Desarrollo del Norte y Oeste Cordobés, la Dirección de Vivienda, y la administración de fondos destinados financiar viviendas sociales, así como elaborar y ejecutar planes de loteos y desarrollo habitacional. Todas competencias que Desarrollo Social (Jure) cede al llaryorista del departamento Colón.
El artículo 10 fija las competencias del ministerio de Vinculación y Gestión Institucional, que se componen, centralmente, con las funciones que deja vacantes Daniel Pastore (que se queda con Comunicación) y con un mix de responsabilidades antes en cabeza de Desarrollo Social y de Gobierno.
En el marcador, ganan Siciliano, Acosta, Brandan y López (Julián) -en ese orden-; Calvo y Quinteros sufren un costo apenas marginal; y que quedan total y parcialmente desmanteladas Producción y Desarrollo Social. Pero la gestión está apenas en el entretiempo, y mucho puede aún cambiar.
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