El SEP maniobra para recuperar representatividad en Salud

Al frente del reclamo de los hospitales, la nueva conducción busca recuperar la representatividad perdida en el último conflicto. El quid de la cuestión, la reglamentación de la Ley de Equipos Sanitarios.

Provincial12 de octubre de 2023Felipe OsmanFelipe Osman
Sergio-Castro

Por Felipe Osman

El SEP realizó ayer, en Smata, una Asamblea de Delegados de Salud que concluyó con una movilización hacia el Ministerio comandado por Gabriela Barbás. Los reclamos son, en líneas generales, los habituales. Falta de personal e insumos, sobrecarga horaria, licencias y francos no otorgados y demás. Aunque el núcleo de la cuestión está dado por la falta de reglamentación de la Ley 7.625, modificada seis meses atrás.

Ese cambio legislativo, que tuvo lugar en mayo, era la puntada con la que la Legislatura terminaría de suturar el conflicto de Salud, desatado a fines del año pasado como último coletazo de la conmoción que la pandemia trajo aparejada para el sistema sanitario.

A modo de recordatorio, aquel conflicto no estuvo liderado por el SEP, sino por la Coordinadora de Salud, un cuerpo de delegados surgidos de asambleas hospitalarias que representaban a los empleados del sector que, a su vez, rechazaban la representación del SEP.

Aquel formato dio cierto carácter anárquico al conflicto, porque quienes reclamaban no estaban legalmente facultados para firmar un acuerdo, y quienes sí lo estaban, carecían de la legitimación de las bases.

Tras meses de tensión, el Gobierno Provincial aplacó los ánimos reconociendo un plus salarial a los equipos de Salud, que hizo luego extensivo a quienes prestando servicios en los hospitales revistaban como empleados públicos de “servicios generales” (Ley 7.233). El paso siguiente fue la modificación de la Ley de Equipos de Salud para que los agentes alcanzados por la ley 7.233 fueran absorbidos por la Ley 7.625, quedando alcanzados por sus beneficios. 

Pero este último paso no se dio, y la presión empezó a acumularse en los hospitales.

Tras el recambio de mando en el SEP, Sergio Castro tomó la posta de José Pihen al frente de la Secretaría General, y Liliana Bustos hizo lo propio con la Secretaría de Salud, antes a cargo de Marcelo Soria. Y el cuadro que ahora se configura representa una oportunidad para la nueva conducción, que puede ahora recuperar la representatividad perdida en los hospitales a manos de la Coordinadora de Salud. 

Aquel organismo asambleario, sin estructura ni organicidad, terminó perdiendo cohesión con el tiempo. Su participación fue ad hoc para aquel conflicto, y hoy solo subsiste de manera residual.

Por eso, liderar este nuevo conflicto, o mejor aún, esta etapa final de aquel conflicto, tiene sabor a revancha para la conducción del sindicato. Es una chance inmejorable para demostrar la capacidad del gremio de reasumir la representación de los cientos de médicos, administrativos y auxiliares de la Salud que en el pasado rechazaron la conducción del SEP, y generaron un colectivo propio para vehiculizar sus reclamos.

La Provincia, por su parte, tiene también la chance de devolver a la conducción aquella legitimidad perdida cuando desde el Centro Cívico se decidió “puentear” al gremio decidiendo, de manera unilateral, una compensación especial para los equipos de Salud, sin que de por medio estuviera la firma de Pihen.

A fin de cuentas, todo Ejecutivo necesita un interlocutor claro y con voz de mando para ordenar un conflicto. Y en el Palacio 6 de Julio, Llaryora ya ha dado muestras de eso.

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