
JpC insistió: Llaryora quiere eludir el control opositor
Ese fue, de varios, el tema sobre el que más enfatizaron los principales referentes y legisladores del interbloque Juntos por el Cambio
Los radicales del espacio que conducen De Loredo y Ferrer tomaron distancia del documento que difundieron los socios cordobeses. “Se manejaron igual que Bullrich”, se quejaron. Cuál es la preocupación del líder del Frente Cívico por la unidad.
Provincial 27 de octubre de 2023Por Gabriel Silva
La jugada del expresidente Mauricio Macri, más en ‘modo ingeniero’ que nunca, sigue generando repercusiones puertas adentro de lo que todavía sostiene el nombre de Juntos por el Cambio (JpC). La coalición que quedó al borde del estallido después del respaldo explícito que hizo Patricia Bullrich en el mediodía del miércoles a la candidatura del libertario Javier Milei, de cara al balotaje del 19 de noviembre.
Después de esta maniobra que se tejió y terminó de consumar por orden de Macri, el seno de la alianza atraviesa una de las peores crisis desde su conformación en 2015. Porque, Bullrich no logró arrastrar no sólo el respaldo del resto de la coalición que la tuvo como candidata el domingo pasado, sino que tampoco llegó al abrazo con el León acompañada por el resto del PRO, fuerza que volvió a presidir hace pocas horas.
Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y otros dirigentes con protagonismo dentro del espacio amarillo se mantuvieron al margen de la maniobra de Macri y confirmaron su neutralidad en la puja entre Milei y Sergio Massa. Con críticas a ambos candidatos que dirimirán la Presidencia en pocas semanas.
Y como era de esperar, toda esta discusión tuvo su correlato en Córdoba. El martes, el día en el que se empezó a dar forma al certificado de defunción de Juntos, hubo cordobeses en Buenos Aires que comenzaron a plantear diferencias con la decisión de Bullrich y Macri, como ya lo contó Alfil.
Pero, ayer esas esquirlas llegaron a territorio mediterráneo con fuerza. La cuna del cambio empezó a vivir los primeros coletazos con las tensiones que los propios socios creían se iban a dar los primeros días de diciembre, cuando se discutiera en serio quién asumiría el rol de líder de la oposición a Martín Llaryora.
La reunión de los presidentes y apoderados de los partidos en la mañana de ayer para darle forma a un comunicado (ver aparte) originó fricciones con otros socios. Sobre todo, en el radicalismo que vieron al senador Luis Juez con ansias de protagonismo y, para muchos, prácticamente liderando el cónclave de ayer en el hotel Orfeo.
“Faltan voces más representativas en ese comunicado. Juez se cree el líder de la oposición, pero en Juntos por el Cambio no hay liderazgos individuales”, señalaron desde Evolución a este diario.
Aunque, desde el espacio que en Buenos Aires tiene como referentes a Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti fueron por más y desafiaron: “no propiciamos la ruptura en Córdoba, no está en nuestra voluntad. Pero no hay que forzar las situaciones”. Aviso que pinta de manera completa el clima en una buena porción del radicalismo cordobés.
Porque la reacción de Evolución la comparten otros actores de la UCR local. Muchos de los que estuvieron en la reunión en la Casa Radical horas más tarde y que creen que Juez volvió a mostrar a Marcos Carasso como “un empleado”.
“Ya lo usó para ser candidato a gobernador, ahora para liderar la oposición”, agregaron.
Los radicales cordobeses están en sintonía con lo que manifestaron las autoridades nacionales del partido en la misma tarde del miércoles y creen que el principal preocupado por conservar la unidad en Córdoba es Juez. “Preside el partido más chico que es el Frente Cívico. Lo hicimos candidato, le bancamos el zigzagueo de todo el año y, ¿quiere liderar la oposición él?”, razonó un radical de otro núcleo a este diario y que también estuvo ausente en la reunión del mediodía de ayer en el Orfeo.
Lo que también evidenció el enojo de los actores del radicalismo es la necesidad de resolver la cuestión interna y el futuro partidario. Además de otras discusiones que se darán en las próximas semanas y de manera simultánea a la definición nacional. Por esto, el llamado de atención y la comparación con la forma en la que se manejó Bullrich con Macri.
“Resulta que critican la manera inconsulta en la que se movió Patricia para acordar con Milei y ellos hicieron lo mismo. ¿Qué apuro había? ¿Por qué no nos podemos sentar a discutirlo? Venimos recién de un proceso electoral, perdimos y se arrogaron la representación de la elección como hizo Bullrich”, agregó otra voz de Evolución que se despega de la asociación directa que se hace con el massismo por la amistad del tigrense con Yacobitti. “Cada distrito tiene su realidad. Para nosotros, en Córdoba, son malos los dos: Milei y Massa. A lo mejor para otros no”, dijo.
El impacto legislativo
Ayer en Despertate TV (Telefé), al ser consultado el diputado electo Luis Picat acerca de en qué bancada se sentará, ya sea en una que responda a Bullrich o en el bloque de Evolución, el jesumariense, además de sostener “mi límite es Massa”, dijo que “en ninguno de los dos”. “Se viene una reconfiguración, me veo sentado en un bloque radical y que haya un interbloque de Juntos”. Además de agregar: “mi límite es Massa”.
El radicalismo, en sus distintas facciones, abreva por la continuidad de Juntos en Córdoba y llegar de esa manera a la Unicameral en diciembre. Aunque también reconocen las dificultades originadas a partir de la maniobra de Macri.
Ayer, un schiarettista sostuvo que después de la declaración de Larreta y la postura radical, el gobernador Juan Schiaretti no descarta reactivar el ‘frente de frentes’ en el Congreso. Y un integrante de la UCR con presencia en despachos nacionales, no lo descartó, aunque dijo que “falta mucho”. Las placas tectónicas de la alianza, siguen en movimiento.
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Ese fue, de varios, el tema sobre el que más enfatizaron los principales referentes y legisladores del interbloque Juntos por el Cambio
El flamante gobernador anunció recorte de salarios para ministros, funcionarios del Ejecutivo y para él mismo y pidió a los otros poderes un gesto de austeridad. Enviará nueva ley de seguridad que incluirá al sector privado en la lucha contra el delito. Defendió la obra pública como “motor de progreso” donde no llega la empresa.
El flamante intendente dijo que las medidas que se tomaron en estos cuatro años permiten atravesar estos contextos. “Debemos garantizar que la ciudad funcione tan bien cómo con Martín”, dijo y agregó que ve a Llaryora y Schiaretti “protagonistas de lo que viene”.
El flamante presidente evitó dirigir su mensaje a la Asamblea Legislativa; le habló directamente a “la gente”. Dramatizó cada costado de la crisis y aseguró que un plan de shock y ajuste es la única alternativa para reencarrilar al país. Negó un proyecto de poder, prometió terminar con el revanchismo y recordó sus responsabilidades a la clase dirigente. (No habló de “casta”).
El arranque en espejo de dos eras que marcan cambios radicales y completamente distintos a sus antecesores tanto en Nación como en Provincia. Inmersas en un contexto económico que pondrá bajo la lupa los famosos 100 días de la luna de miel tanto para Milei como para Llaryora.
Catorce ministerios y agencias recortadas para la estructura inicial del nuevo gobernador. Dirigentes muy cercanos a Schiaretti en segunda línea y ascenso de funcionaria de cosecha del sanfrancisqueño.
El flamante gobernador anunció recorte de salarios para ministros, funcionarios del Ejecutivo y para él mismo y pidió a los otros poderes un gesto de austeridad. Enviará nueva ley de seguridad que incluirá al sector privado en la lucha contra el delito. Defendió la obra pública como “motor de progreso” donde no llega la empresa.