Sin prescindencia: sectores llaryoristas blanquean con Massa

Por Bettina Marengo

Luego de una semana de durísimos comentarios contra Sergio Massa de parte del gobernador Juan Schiaretti, terminó oficialmente la prescindencia de Hacemos Unidos por Córdoba para la segunda vuelta entre Massa y Javier Milei y todo indica que será con dos canastas. Desde el exterior, de donde regresa el sábado, el gobernador electo Martín Llaryora dio señales para ordenar la tropa peronista que pese a la postura de Schiaretti está trabajando para Massa, y habilitó al futuro viceintendente de Daniel Passerini, el PRO Javier Pretto, a expresar su apoyo al diputado de La Libertad Avanza.

Con un mar de fondo de alta adrenalina, el secretario de Participación de la Municipalidad, el peronista Juan Domingo Viola, manifestó ayer en Twitter su respaldo a Massa para el balotaje del 19 de noviembre. Unas horas antes lo había hecho el presidente del bloque de concejales del oficialismo, Marcos Vázquez. El también edil reelecto reporta directamente a Llaryora, mientras que Viola fue tropa de la senadora Alejandra Vigo pero hoy se mueve en busca de su espacio propio al calor de Llaryora y del intendente electo, Daniel Passerini. Ninguno de los dos jugaría sin un guiño del sanfrancisqueño, en cuyos cálculos está el costo de una eventual convivencia con Massa presidente.  A éstos hay que sumarle a Enzo Cravero, titular del ente Bio Córdoba de la Municipalidad, quien mencionó el negacionismo de Milei del cambio climático para explicar su voto a Massa. Antes, la concejala Soledad Ferraro, que estuvo en el acto del lunes en Juniors.

Desde el entorno de Llaryora hicieron saber que el todavía intendente se reunió en Europa con el ultra macrista cordobés Gustavo Santos, titular de la Organización Mundial de Turismo, con quien firmó convenios turísticos. Aunque no se espera una definición suya, cerca de la vice electa, Myrian Prunoto, hablan de una reunión para evaluar el escenario, aunque se sabe que el sanfrancisqueño no entrará en contradicción pública con Schiaretti. “Mantendremos nuestra identidad cordobesista”, ratifican los llaryoristas. Passerini ya regresó del exterior, pero se mantendrá en silencio.

En una carrera con todos jugando, a la tarde apareció el tuit  de respaldo a Milei de parte de Pretto, que se convirtió en el dirigente con más alto rango del oficialismo que explicita su voto por el ultraderechista.

Viola es el segundo funcionario de alto rango de Llaryora que se define públicamente en la puja Massa-Milei. Venía conversando con el armador massista Juanjo Alvarez, y la cosa decantó. La semana pasada, la secretaria de Salud Comunitaria, la llaryorista no PJ Liliana Montero, viajó a Buenos Aires a reunirse con la esposa del candidato de Unión por la Patria y titular de Aysa, Malena Galmarini. La foto de las dos dirigentas mujeres provocó la reacción de Schiaretti con un durísimo tuit: Aysa es una de las empresas nacionales que presta servicio al AMBA pero está costeada con fondos federales, algo que señalan como símbolo de centralismo tanto el gobernador como su esposa, la senadora Alejandra Vigo, la más enojada por los amoríos de buena parte del PJ capitalino con Massa.

Ayer fue otro día de rosca y especulaciones. Se esperaba el posicionamiento del secretario de Transporte municipal, Marcelo Rodio, y de Gobierno, Miguel Siciliano, dos pesos pesados de la gestión llaryorista. Rodio estuvo en el acto de Massa en Río Cuarto para firmar la implementación de la SUBE en la Capital. El segundo estuvo en el programa Vuelo Nocturno, de Canal 10, donde dijo que la Argentina quiere un “gobierno de unidad”, aunque sin precisar preferencias. Son dos pesos pesados.

“No nos da lo mismo”, dijo Viola, que conduce los CPC y tiene tropa para fiscalizar, en su posteo electoral. “Apoyar a Milei es reabrir discusiones que Argentina, con 40 años de democracia ininterrumpida ya tiene saldadas (...) Convoco a los cordobeses a votar a Sergio Massa para que sea el próximo Presidente de la Nación. Y lo hago convencido, porque el voto de Córdoba define esta elección y están en juego la Democracia y el futuro de la Patria”, señaló. 

El massimo mira con cautela el escenario de definiciones que empieza a armarse en el distrito donde necesita crecer de 14 a 35 puntos para ganarle nacionalmente a Milei. Entienden que hay un acomodamiento en el oficialismo cordobés y que Llaryora necesita organizar una tropa muy revuelta (una avalancha, dicen) que termina respondiendo a comandos no propios. Pero más que los funcionarios, que agradecen sobre todo por la necesidad de fiscalización en los barrios, están con la cabeza puesta en la ciudadanía. Cuentan que Massa aseguró que sintió “algo fuerte” al finalizar el acto del lunes pasado en el club General Paz Juniors, donde fue el único orador y el público lo esperó cuatro horas. Más allá de que las mayoritarias columnas fueron de los sindicatos, los organizadores valoraron la presencia de “gente suelta”. 

Contra las encuestas, deslizan que esta vez no habrá una avalancha 72/28 a favor de Milei, como la hubo para Macri en el 2015, cuando le ganó el balotaje a Daniel Scioli, y argumentan que se instaló un clima contagioso para el voto peronista, en un análisis que da por hecho que tal cosa existe en Cordoba. Lo que sí hay es entusiasmo en el peronismo de la Capital, donde algún dirigente cree que con militancia organizada el tigrense puede acercarse al número mágico de 35 puntos.