La reconfiguración de Llaryora aún guarda posibles sorpresas

Por Gabriel Silva

La cantidad de borradores con el eventual gabinete que se hicieron en el entorno del gobernador electo Martín Llaryora contuvo de todo y en muy poco tiempo. Desde nombres que, con otro escenario nacional hubieran tenido más peso; hasta la búsqueda de la contención para aquellos integrantes de lo que todavía se sostiene bajo el paraguas de Juntos por el Cambio; llegando incluso a esta última semana. En la que, a raíz de la victoria del libertario Javier Milei y de los nombres cordobeses que el Presidente electo decidió sumar a su gobierno, hubo una nueva reconfiguración del llaryorismo.

Aunque en el Palacio 6 de Julio sostienen que la decisión obedece más al contexto nacional que a la salida de funcionarios del cordobesismo al equipo de Milei. Como lo contó este diario previo al balotaje cuando se habló de darle un orden a la prescindencia, en aquel mismo momento, los que punteaban el gabinete sostenían que, de producirse una victoria libertaria, no podían ser muchos los ministerios en Córdoba con un gabinete reducido en Casa Rosada.

“Se va a reducir un tercio el proyecto inicial”, sintetizó a Alfil una fuente del Municipio quien, además agregó que “de 20 o 21 se podría bajar a 15 o 16, con agencias incluso sin presidente y con directores que dependerán del ministerio que las controle”. Hay algunas que ya se vienen mencionando, pero hay también ministerios que podrían terminar absorbidos por otras carteras.

Es una posibilidad, por ejemplo, que el ministerio de la Mujer termine bajo la órbita de Desarrollo Social que podría controlar Paulo Cassinerio; al igual que Empleo y Formación. En el caso de la cartera que hoy encabeza Claudia Martínez, la otra chance es que se convierta en secretaría con dependencia directa del gobernador.  

Cabe reiterar que son posibilidades y siguen las conversaciones en medio de la rápida reacción, pragmatismo mediante, que buscan tener en el llaryorismo. Por caso, algunos ven una similitud a lo ocurrido en el Municipio en 2019. “En la provincia hay 600 cargos, se puede gestionar con 180 menos. Llaryora ya lo hizo en la Municipalidad”, razonan algunos.

La otra incógnita es qué pasará con Servicios Públicos en caso de que el actual ministro Fabián López confirme su arribo al área de Energía de Milei. López tuvo una conversación con su equipo en la noche del jueves y no se descarta que emigre. La continuidad de esa cartera, estaría atada a una reestructuración que incluiría Obra Pública y que, a raíz del debate que abrió el propio Milei con sus declaraciones, también entraría en una discusión por el nombre.

“Tener un ministerio de Obra Pública cuando el Presidente electo habla de cortarla amerita por lo menos una discusión”, razonó una fuente del llaryorismo. Por eso se evalúa una fusión con Servicios Públicos y que se convierta en ministerio de Infraestructura. De mantenerse, en este diario se contó hace más de una semana que ese cargo era para Gustavo Brandán, el intendente saliente de Colonia Caroya y llaryorista puro.

En tanto, en Transporte a nivel provincial se reabrió la discusión con el desembarco de Franco Mogetta en Infraestructura de Milei con Guillermo Ferraro. Mogetta iba a continuar con Llaryora y su salida ahora obliga a volver a barajar para dar de nuevo. Algo similar a lo que sucede ante la eventual partida de Daniel Tillard de la presidencia del Banco de Córdoba a un lugar en Banco Nación.

Tillard no iba a continuar, ese despacho era para Osvaldo Giordano, ya confirmado en Anses con los libertarios. Por lo tanto, aún buscan en el entorno de Llaryora al reemplazante de Tillard. “Alguien con perfil y formación bancaria y financiera”, repiten en el Palacio municipal. Todas señales para aggiornarse a los tiempos que corren en el plano nacional, sin que esto signifique pegarse a las consecuencias del gobierno libertario.