Llaryora: guiño nacional a Milei y el perfil propio puertas adentro

Por Bettina Marengo

Martín Llaryora cerró el año con un mensaje de saludo a los cordobeses que buscó un tono distinto al traumático y sancionatorio que le imprimió el presidente Javier Milei al suyo, donde se ubicó como “una nueva generación” en el poder para estos “nuevos tiempos” en los que el sucesor de Juan Schiaretti va a actuar como amigo interesado del nuevo inquilino de la Casa Rosada.

La frase que resume la posición que el gobernador de Córdoba tendrá frente a Milei y sus paquetes de medidas -DNU, ley ómnibus- es que el nuevo mandatario “tiene derecho a poner en marcha el gobierno” para el que lo eligieron, y que el cordobesismo no pondrá palos en la rueda para que avance. Genéricamente esta es la postura del Panal mientras las encuestas sigan mostrando al cordobés endulzado con el libertario.

En el Congreso, habrá límites puntuales cuando se trate de plata para la provincia o de intereses cordobesistas vinculados al paladar del electorado, que posiblemente hayan mutado tras la derrota del peronismo nacional. La división republicana de poderes, bajo el éjido de Milei, posiblemente ya no esté al tope de las preocupaciones del elector mediterráneo.

En cuanto a los fondos, hay que recordar que rige la prórroga del Presupuesto 2023 y que a partir de ahora el presidente y el jefe de Gabinete, Nicolás Ibarra, tienen la facultad de firmar ampliaciones y reasignaciones de gastos y recursos por medio de decretos de necesidad y urgencia, un poder discrecional donde se jugará también la negociación de los votos en el Parlamento para la sanción de los proyectos de La Libertad Avanza. Por ejemplo, en el caso de la Caja de Jubilaciones, se supone que la Nación tiene que actualizar el monto a transferir a Córdoba, pero que eso suceda dependerá de que Economía libere los fondos.

Llaryora quiere acompañar a Milei y ser la contracara peronista del bonaerense Axel Kicillof, una de las voces más críticas al ultraderechista, pero a su vez mostrar rasgos diferenciadores, peronizadores, en Córdoba. “Nosotros no vamos a gobernar Córdoba con los criterios de Milei”, advirtió una fuente del entorno del mandatario.

La diferenciación no fue en el ajuste, donde a Llaryora le sirve el discurso extremo del presidente. Acá al ajuste lo puso en marcha con el paraguas de las “medidas difíciles” que hasta ahora recayeron en los empleados públicos vía aumento de aportes para la Caja y la obra social provincial, lo que le valió el primer paro contra un gobernador a nivel nacional desde el inicio de la era Milei. 

En cambio, el sanfrancisqueño exhibe su apuesta por la educación y la salud pública, la política de derechos humanos (la ministra de Desarrollo Humano Liliana Montero recibió a una delegación de referentes del sector), la obra pública y el reparto de recursos a los municipios y comunas. En este punto, clave para su propia gobernabilidad con los referentes del interior, tuvo una ayuda del gobierno nacional que, según el propio gobierno de Córdoba, envió a Córdoba 3,5 mil millones de pesos en concepto de ATN. ¿Gesto al aliado que contradice el “no hay plata” con que inició su gestión?. Los fondos ya fueron distribuidos entre los 427 municipios y comunas. Llaryora, junto a su ministro de gobierno, Manuel Calvo, reunió virtualmente a los referentes de los foros de intendentes para anunciar el “regalito” de fin de año. Lo otro donde buscará su propio perfil es en materia de “ambiente, modernización y seguridad”, dicen cerca del jefe del Panal.