Punilla: las 62-O recluta intendentes para el partido cordobés

Es sabido que el departamento Punilla resulta siempre tierra compleja para el peronismo provincial. En las elecciones a gobernador del año pasado, el senador Luis Juez se impuso cómodamente a Martín Llaryora; y luego, en el balotaje el libertario Javier Milei arrasó. 

Es cierto también que, desde hace tiempo, el PJ le viene errando en sus estrategias pensadas para ese territorio pero también en los aliados que elige para jugar en ese distrito. 

Por caso, antes de que se peleara públicamente con el gobernador Llaryora, el intendente de Carlos Paz, Esteban Avilés, aún siendo parte de la alianza política que comandaba el ex mandatario Juan Schiaretti, nunca se esforzó demasiado por traccionar políticamente para el espacio por el que asumió la titularidad de la Agencia Córdoba Turismo. De hecho, para muchos justicialistas de pura cepa, al carlospacense se le pagó muchísimo más de lo que realmente le dio a la alianza. 

Lo cierto es que, con el cronograma electoral lejos todavía, el tiempo que se abre para la dirigencia peronista es el de la reorganización interna. Con la llegada de Llaryora al poder central y, por ende, la salida de Schiaretti, el caserismo encontró una hendija para volver. 

El gobernador accionó y hubo acuerdo. Y listo, de nuevo el sector de Carlos Caserio y Mariana Caserio está adentro del PJ cordobés. Eso significa que esa línea histórica de Punilla, juega para el llaryorismo. De hecho, se quedaron con el manejo de la Comunidad Regional. 

Con ese frente zanjado entonces se podría inferir que quedó ordenado el peronismo departamental. Sin embargo, en política no siempre dos más dos es cuatro.

Hubo un sector del justicialismo local que, durante los cuatro años de distanciamiento del caserismo con el Panal, igualmente bancó los trapos y acompañó a Schiaretti en todas sus decisiones y movimientos electorales. Ese núcleo de dirigentes que desconoce a los Caserio, y que están apoyados por la senadora nacional Alejandra Vigo y el legislador Leonardo Limia, decidió mover también en el tablero local y conformar un ente propio que sirviera de contrapeso al espacio de la Comunidad Regional. 

Y cuando todo parecía indicar que, entonces, el escenario interno estaba fraccionado en dos, otro actor con peso propio está armando con alta eficacia otra construcción política. 

Las 62 Organizaciones que oficialmente conduce Marcelo Díaz del sindicato de Correo pero que políticamente maneja el concejal capitalino Ricardo Moreno también juga su partida allí.  

La 62 busca ensanchar el partido cordobés del gobernador Llaryora y trabaja en la armado de un frente departamental con intendentes que no son todos del PJ, concejales tribunos de cuentas, y referentes de distintas localidades. Incluso, le apunta a aquellos jefes comunales que hoy no están ni con Caserio ni con el nuevo foro, por ejemplo, la intendenta de Los Cocos Celeste Fumston que es de Juntos por el Cambio. 

Por eso la semana pasada hubo una reunión muy grande en San Roque con unos 200 asistentes, mientras se preparan otras para Capilla del Monte, La Falda, y sigue la grilla con la idea de ampliar esa mesa territorial. Hay conversaciones avanzadas por ejemplo con el ultra juecista Daniel Spadoni de Valle Hermoso, y también con concejales de la Libertad Avanza de San Esteban.  

Básicamente las 62 Organizaciones tracciona para Llaryora y le ofrenda la versión local del partido cordobés en el departamento Punilla articulando con referentes de otros espacios políticos dispuestos a trabajar de manera conjunta.